El peruano Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de literatura, aseguró que si el escritor argentino Jorge Luis Borges hubiera conocido el gran amor en su juventud, su obra literaria habría sido distinta.
«Vivir antes ese amor (con María Kodama) hubiera hecho de Borges una persona más normal, pero si su literatura es resultado de eso, en buena hora el trauma juvenil que le permitió ser el gran escritor que fue», celebró Vargas Llosa en una «plática» con el periodista Raúl Tola en el «Hay Festival» de Querétaro, centro de México.
Vargas Llosa y su compatriota Tola conversaron por más de media hora acerca de la figura de Borges, uno de lo autores latinoamericanos más emblemáticos, sobre el cual el Nobel del 2010 escribió su libro más reciente: Medio siglo con Borges.
«Esta mujer (Kodama) fue algo notable en Borges, le alegró los años finales de su vida. Vivió ese tipo de experiencia que él no había vivido. Ella ha sido guardiana de la obra de Borges, ha creado un museo Borges en Buenos Aires y han sido injustas las críticas de los amigos de Borges que no veían con simpatía la relación», señaló Vargas Llosa.
El autor de La ciudad y los perros y Conversación en la Catedral aceptó que no recuerda su primer encuentro con el poeta, cuentista y ensayista argentino, pero sí que lo leyó en su juventud gracias al escritor peruano Lucho Loaiza.
«En ese momento yo era seguidor de Sartre y los escritores comprometidos. Ante ese tipo de enseñanza, Borges era irritante y fue un shock encontrar a un escritor tan distinto, aunque un gran escritor. Al principio disfrutaba de Borges sin reconocerlo, mi primer contacto fue más bien polémico», aceptó.
Vargas Llosa explicó que, aunque en su juventud fue un soñador simpatizante del socialismo, nunca rechazó a Borges, para quien la política no era algo importante.
«En 1963 (Borges) visitó Francia, deslumbró a los franceses que le dedicaron números de revistas, reeditaron libros publicados y publicaron otros. Fue emocionante para un latinoamericano como yo ver a este autor casi ciego que hablaba un francés impecable y literario y sorprendió a los propios franceses«, comentó.
Al referirse a la obra del autor de Ficciones, Vargas Llosa opinó que la grandeza de la obra del argentino comenzó con Historia Universal de la Infamia, la colección de cuentos publicada en 1935, a partir de la cual Borges dio el gran salto como escritor.
«La gran originalidad de Borges está entre los 20 ó 30 años que siguieron a Historia Universal de la Infamia, de tal manera que es un personaje retirado (cuando fue reconocido en Francia). Luego escribió cosas interesantes, pero que nos se comparan a los grandes relatos y poemas de su madurez», señaló.
Vargas Llosa aceptó que el mundo de Borges está alejado del suyo, porque la literatura de Borges es fantástica y la suya, realista, pero eso no le impide considerarlo un fuera de serie
«La lengua de Borges es de ideas, hay tantas ideas como palabras, algo insólito en el idioma español. Y esto lo crea Borges a través de sus múltiples influencias», señaló.
Varga Llosa reconoció que nunca llegó a ser amigo de Borges porque era difícil ser amigo de un hombre encerrado en su mundo, lo cual no impidió ser un admirador de su obra, acerca de la cual ha disertado en numerosas conferencias.
«Es un escritor sin discípulos. La influencia de Borges mata a sus discípulos. Es una obra con una característica tan nítida que sus discípulos son imitadores, son pequeños Borgesitos», concluyó.
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