Hay un contraste evidente entre poner la radio (los que todavía lo hacen) o ver la televisión y escuchar las amenazantes sofisterías de Gabriel Rufián, o la retórica vacía de cualquier representante de Podemos, acerca de la idea de España y sus partes (“nacionalidades y regiones”, según reza el Artículo 2 de nuestra actual Constitución, la del régimen del ’78) y acercarse a cualquier librería y encontrar una serie de títulos que este año 2018 marcan un antes y un después en la temática amplia, vasta y sin previsible final editorial que es España. No es la novedad de estos títulos lo que marca la diferencia con respecto a textos anteriores, de los cuales necesariamente beben. El punto de inflexión lo marca el contexto histórico en que aparecen: crisis económica, desgaste del populismo de izquierdas, fatiga de la Unión Europea y, por supuesto, el tema catalán. Los que escribimos esta reseña somos catalanes, ambos de orígenes charnegos, y entendemos que el año 2017 no solo fue el año del encallamiento (por ahora) del llamado procés, una revolución permanente trotskista en toda regla (sin final aparente). Fue, también, el año de los grandes libros contra la Leyenda Negra en tanto que best sellers. Este año salió publicado por Ediciones Encuentro Guerra y Paz en el Quijote: El antierasmismo de Cervantes, del filósofo Pedro Insua. Un breve ensayo sobre cómo el más importante escritor en español de todos los tiempos confrontó el erasmismo en tanto que ideología negrolegendaria. Este libro sigue la estela de Sobre la Leyenda Negra (2014), del arquitecto Iván Vélez, también editado por Encuentro, el cual abrió las puertas que, con gran y merecido éxito editorial, traspasó la historiadora María Elvira Roca Barea con su Imperiofobia y Leyenda Negra: Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio Español (Siruela, 2016), una obra ya clásica y el ensayo de más éxito de esta década en español (ya va por la decimocuarta edición). Todos ellos surgieron en el momento justo para tener pegada editorial, como ya hemos dicho arriba. Sin embargo, el libro que nos ocupa en esta reseña, aun siguiendo la estela de los otros tres y habiendo aparecido en el momento justo, hay que darle de comer aparte. Hablamos de El marxismo y la cuestión nacional española (El Viejo Topo, 2017), del politólogo Santiago Armesilla.
De los cuatro libros citados es el más reciente. Se trata de un ensayo en el que la teoría política, la Historia y la filosofía se entretejen en un todo más que compacto, coherente y contundente que, sí, trata la cuestión de la Leyenda Negra, y más cosas. La Leyenda Negra antiespañola, la hispanofobia, es una losa ideológica superestructural que condiciona el quehacer español desde hace ya tres siglos. Sin embargo, Armesilla va más allá concretando, aunque parezca contradictorio. Argumenta que la Leyenda Negra es la causa fundamental, pero no la única, que ha condicionado a las izquierdas políticas españolas en general, y a las marxistas en particular, a la hora no ya solo de entender su propio país, sino sobre todo a la hora de organizar, presentar y aplicar un proyecto político propio para España. Es algo tan simple como complejo, como ocurre con los grandes problemas históricos a resolver: las izquierdas patrias han asociado con tanta fuerza la idea de España a la figura del dictador Francisco Franco que están absolutamente negadas para poder gobernar y administrar el país, y la causa fundamental para ello (hablamos de una asociación, el España=Franco, que comienza hacia la década de 1960, luego es un fenómeno históricamente de hace poco tiempo) es que nunca ha habido, realmente, un marxismo netamente español, y en español. La Leyenda Negra y la hispanofobia es más que común en nuestros marxistas, pero hay más causas que han impedido la conformación de dicho marxismo español.
Para que el marxismo pueda progresar en un país tiene que hacerse nacional, en el sentido de que, siguiendo la tradición doctrinal que le es propia, el marxismo-leninismo de sus autores más importantes, al mismo tiempo conecte fuertemente con las tradiciones filosóficas, políticas, sociológicas y culturales del país que sea. Eso ocurrió en Alemania, en Rusia, en China, en Corea, en Vietnam, en Cuba o en Portugal. Pero jamás ha ocurrido en España. Y sin un marxismo netamente español, en el sentido antedicho, es imposible que las izquierdas inspiradas en el marxismo puedan, en España, salir del bucle paralizante que supone la asociación España=Franco. Esa es la tesis fuerte de Santiago Armesilla, y la que está causando que este libro esté generando la polémica y el debate que está generando, e incluso que su autor, injustamente, reciba amenazas e insultos por parte de aquellos izquierdistas que, cómodos en su situación de marginalidad y condescendientes con el nacionalismo separatista, actúan, quizás inconscientemente, para que en España nada cambie y las tensiones entre sus regiones sigan siendo el pan nuestro de cada día.
España es una nación históricamente antigua (500 años), pero moderna en tanto que su conformación como nación política surgió en el periodo en que Lenin entiende que se produjeron las revoluciones burguesas que dieron lugar a las naciones de Europa occidental. Marx llegó a estudiar tres periodos revolucionarios largos (algo característico de España, según Marx): la Guerra de la Independencia, el Trienio Liberal, la Instauración de la Regencia de Isabel II y el Bienio Progresista más los gobiernos de la Unión Liberal. Armesilla añade tres más, en los cuales ya hay un movimiento obrero importante en España: el Sexenio Democrático, el Trienio Bolchevique y la Segunda República.
Decía Lenin que “sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario”. Aunque suene extemporáneo, como el propio Armesilla señala, El marxismo y la cuestión nacional española ofrece, en pleno 2017, una teoría revolucionaria para los trabajadores españoles que, como nosotros, defendíamos las mismas ideas que el libro pero no las teníamos organizadas en nuestra cabeza. Ahora sí las tenemos. El libro de Armesilla, a nuestro juicio, aun bebiendo de la estela del de Roca Barea, es más específico, y por eso está más llamado a marcar un punto de inflexión no solo en la comprensión sobre la Historia de España, sino a la hora de señalar el camino a seguir de los progresistas españoles, huérfanos de ideas o alienados por defender zarandajas. Es un libro cortante, punzante, atrevido, muy bien escrito (a pesar de ser un ensayo, sus partes históricas te transportan al momento que relatan). Es, además, un libro que te transforma políticamente, y esto es algo muy meritorio en los tiempos que corren. Frente al simplismo tuitero de Gabriel Rufián, nosotros proponemos El marxismo y la cuestión nacional española, de Santiago Armesilla, como antídoto. Y lo hacemos sabiendo que los tuits se pierden en el hiperespacio, mientras que obras como las de Armesilla permanecerán siempre como señales del camino a transitar.
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Autor: Santiago Armesilla. Título: El marxismo y la cuestión nacional española. Editorial: El Viejo Topo. Venta: Amazon, Fnac y Casa del libro
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