Ummo es uno de los casos clásicos de la ufología, no solo española sino mundial. En los años 70, los expertos en el tema llegaron a calificarlo como “el caso perfecto”, gracias a su complejidad y la profusión de pruebas que lo hacían, aparentemente, más verosímil que cualquier otro caso acaecido hasta ese momento.
La importancia de Ummo fue tal que durante los años 70 y 80 los medios de comunicación generalistas hablaban del tema con bastante normalidad, por lo que era un asunto relativamente conocido para la gente de la época, entre la que yo me encuentro.
Con el tiempo, me fui enterando de más cosas relacionadas con el asunto Ummo y comprobé que el tema iba mucho más allá de un simple caso ufológico. En él se mezclaban platillos volantes, sectas, nazis, mutilaciones, comunicaciones extraterrestres y un montón de temas más, que hacían del asunto, si no un “caso perfecto”, sí un caso inusual en el tema ovni. De hecho, lo que hizo que me decidiera a abordarlo fue que, en mi opinión, el atractivo de Ummo radica en que tiene todos los ingredientes de los relatos clásicos y trata asuntos que, aunque parecen del futuro o de planetas lejanos, en realidad son extremadamente humanos e intemporales. De hecho, eso es lo que hace que el tema Ummo haya durado varias décadas y siga despertando interés hoy en día.
El fenómeno Ummo se inicia a mediados de los años 50 cuando un grupo de naves procedentes del planeta Ummo entró en la atmósfera terrestre siguiendo una señal de radio emitida en los años 30 por una expedición científica (este hecho es comprobable, lo de las naves está sujeto a discusión). Durante los primeros años 60, se empezaron a recibir en la tertulia que Fernando Sesma tenía en La Ballena Alegre en Madrid, cartas e informes supuestamente escritos y enviados por ummitas, en uno de los cuales avisaban de que vendrán más de los suyos a la Tierra en naves espaciales. En virtud de esos avisos, en 1966 y 1967 se produjeron varios avistamientos en varios puntos del mundo, dos de ellos en España, uno en Aluche y otro en San José de Valderas. Ambos hechos se publicaron en la prensa de la época con fotografías que se convirtieron en iconos de la ufología, entre otras cosas porque la mayoría de investigadores del tema afirmaron que eran verídicas y que no habían sido trucadas. Los pocos que lo pusieron en duda fueron ridiculizados por esa mayoría.
Todo ese “caso perfecto” se vino abajo cuando en los años 90 José Luis Jordán Peña afirmó que todo el asunto Ummo, desde los informes a las llamadas telefónicas, incluidas las fotos de Aluche y San José de Valderas habían sido creadas por él. En la actualidad, sin embargo, hay gente que sigue sin dar crédito a esa afirmación y defiende que es imposible que una sola persona pudiera urdir semejante historia.
El humor, voluntario o involuntario, está más presente en nuestro día a día de lo que pensamos y de lo que nos gusta reconocer. El caso Ummo es, bajo esa apariencia de seriedad científica y tecnológica, una sucesión de despropósitos y situaciones realmente cómicas que perfectamente podrían haber dado lugar a una película de Berlanga.
La historia en sí ya tiene esos elementos cómicos (la forma de narrar los primeros avistamientos, la redacción de los informes ummitas, sus contactos con los humanos, los informes policiales o del ejército…), pero es verdad que, cuando el caso empieza a independizarse de sus creadores (que al fin y al cabo lo tienen mas controlado y saben qué forma ha de tener y qué quieren conseguir con ello), esas situaciones cómicas aumentan, como también lo hacen las situaciones trágicas. No debemos olvidar que, además de la parte lúdica, divertida, cómica y absorbente de Ummo, existen en esta historia ufológica unas derivadas realmente dramáticas donde se mezcla el control emocional e incluso el abuso sexual a menores.
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Autor: Eduardo Bravo. Título: Ummo: Lo increíble es la verdad. Editorial: Autsaider. Venta: Todostuslibros y Amazon.
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