—En mi trabajo ya nos han dicho que nos van a hacer un ERTE. Y quien dice un ERTE quiere decir despidos, ya te digo…
—Los que mejor lo tienen son los funcionarios. Si les echan se van con la tela, pero los autónomos qué. Mucho bla, bla, bla pero luego no te paga ni Perry. En la crisis anterior eché mano de mis viejos pero ya no los tengo. Para qué seguir.
—Bueno, hasta ahora lo estoy llevando bien, pero dentro de una semana estaré que me subo por las paredes. Aguantas cuatro, ocho días, pero luego… Si al menos tuviera un perro…
—¿Te has dado cuenta? Hoy a las ocho ya ha aplaudido menos gente que ayer, y ayer menos que el día anterior. En mi barrio siguen con el himno, pero no sé cuántos días.
—La Sanidad, mucho presumir de la Sanidad y ya estamos segundos. Pues igual pasa que no somos tan buenos. ¿No lo veíamos venir, no veíamos en el Telediario lo que estaba pasando en Italia o qué? Claro, si digo esto a alguien que no sea a ti se me echan encima pero cuando acabe el tema, si es que acaba, habrá que mirar qué pasó y si se pudo atajar mejor.
—Pues mira, yo he decidido ver las noticias a las nueve, y punto. Si estoy pendiente con la radio de lo que pasa cada hora me voy a volver loca. Bastante tengo con lo mío. Hay que saber lo justo. Se me llena la cabeza de pájaros, y no estoy para tanto zarandeo.
—Esta misma mañana, antes de venir a la consulta, he ayudado a una mujer a subir unas bolsas a su casa, que venía del supermercado y estaba que no daba un paso más. Pues resulta que al salir del ascensor me encuentro con un hombre que tendría sus 80 años, con un puro en la boca, y va y me pregunta: ¿Sabe usted si está lloviendo? Vamos, que he estado a punto de… He bajado las escaleras andando, he venido corriendo y me he encerrado en el cuarto de baño a llorar.
—Yo te digo que de esta va a haber mogollón de separaciones. Si es que es normal, si no me aguanto ni yo. Todo el día cocinando, baja a comprar zanahorias, vuelve a la farmacia a ver si tienen el gel, vamos a ver otra peli, merendamos, hablamos de su madre, de si habrá que vender la casa de la playa o es mejor esperar, que qué hago con el móvil, que si estoy echando barriga. Te apuesto una cena que no llegamos al verano. Qué digo el verano. Mejor me callo.
—Papá, papá, ¿me puedes pasar un poco de dinero? Es que… Verás, resulta que como pagué yo lo de las ruedas del coche y Patty me había dejado algo cuando nos fuimos en Navidades a Italia pues que… No me pide todo, claro. Me ha dicho que lo que pueda. ¿Podrían ser 200? Gracias, papi, te quiero.
—Me he salido de todos los grupos. No aguanto tantos chistecitos, tantas fake news. No sabes ya qué es verdad y qué es mentira. Que le den a todo y a todos.
—Perdona, pero no tengo ganas de hablar.
—Mira que no le había cogido el punto a Galdós. Tuve que leer Fortunata y Jacinta en el colegio por obligación y tanta murga están dando con el dichoso aniversario que he empezado por Trafalgar. Ya ves, uno que tenía por ahí en edición de bolsillo, y me he enganchado. Y como son tantos los Episodios… A ver si me los zampo enteros o me zampa el virus a mí. Abrazo.
—Ni Arguiñano ni leches. Yo con el 1.080 de Simone Ortega voy donde sea. No siempre me sale, pero a veces sí. Menudo subidón entonces. Y cuando tengo dudas, llamo a mi madre. Nunca la había llamado tanto, la verdad. Ella encantada y yo también. Si ya lo dice el refrán, no hay mal que…
—Que no, que no quiero un perro ni de coña, por mucho que te empeñes. Dejan la casa hecha unos zorros. No te digo que ahora no me vendría bien, que con esa excusa estaría todo el día por ahí. Pero luego qué, te encariñas y con qué jeta lo llevas a la perrera. Además, a saber si está vacunado. No. Y no es no.
—¿Tú todavía tienes portero? Yo como no salgo no lo sé. Yo sigo sacando la basura a las siete y antes de cenar abro para ver si se la han llevado. No sé si será él, el hijo o quién. La verdad, no me importa mucho.
—El domingo me metí tres pelis del Hitchcock una tras otra. Mola la pera, tío. Hazme caso. Yo creí que era una antigualla, que lo es, pero tiene su punto. ¿Y sabes una cosa? El tipo sale siempre en sus pelis. Nada, un cameo. La gracia está en pillarlo, que no siempre es fácil. Empieza por Los pájaros, verás cómo flipas.
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