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Memoria, poder y muerte protagonizan el primer libro del guionista Sebastián Reyes-Turner

Memoria, poder y muerte protagonizan el primer libro del guionista Sebastián Reyes-Turner

La memoria, el poder y la muerte son algunos de los elementos de Antes de que olviden tu muerte, la primera novela del guionista Sebastián Reyes-Turner, que ha ambientado su libro en un pequeño pueblo de provincias que parece atrapado en los prejuicios de épocas pasadas.

Según explica Reyes-Turner (Granada, 1998) en una entrevista con Efe, esta novela coral, en la que emplea diversos estilos literarios y combina lo clásico con lo moderno —o posmoderno— para dar lugar «a algo fresco», explora temas complicados sin pretender dar respuestas fáciles.

«Creo que la vida puede ser complicada, y esto se refleja en cómo se tratan ideas como la justicia, la responsabilidad, el poder, el amor y la propia muerte. Me gustaría crear una ambivalencia en el lector y que pueda ver que cada personaje presenta a un mismo tiempo aspectos positivos y negativos, o que una situación puede ser trágica y cómica a la vez, como sucede en la vida real», afirma el escritor.

Como detalla Reyes-Turner, Antes de que olviden tu muerte transcurre en una pequeña localidad ficticia de provincias donde las tierras yermas y el calor advierten sobre la naturaleza de sus vecinos. Con un humor irónico, el granadino narra la llegada a este lugar de un nuevo verdugo, un joven funcionario que desconoce los peligros que giran en torno a él y que revoluciona las vidas de los lugareños. A partir de ahí, las tramas paralelas profundizan en los distintos personajes y sus vivencias.

«El pueblo en el que la historia está ambientada, Memoria de la Reina, puede recordar a lugares auténticos y un contexto histórico real, pero el lector acaba por comprender que el mundo que se presenta no es exactamente como el nuestro, y creo que gran parte del disfrute es explorar este mundo y sus peculiaridades. Hay grandes conflictos, humor, personajes inusuales, y muchas sorpresas a lo largo de la historia», afirma el escritor. Reyes-Turner ha optado por emplear el tono de la comedia negra en su novela, algo que, según comenta, se acerca a su punto de vista personal. «El libro se podría haber escrito desde tonos muy distintos, desde uno dramático más seco a puramente cómico. En el que he escogido tiene mucha presencia la comedia negra, que me ha ayudado a retratar los acontecimientos del libro desde una perspectiva distinta. En el libro son importantes las contradicciones humanas y este tono ayuda a destacarlas, además de ilustrar mejor la complejidad de los personajes y las situaciones en las que se encuentran».

Preguntado sobre las posibles influencias del cine en la novela, Reyes-Turner comenta que ha utilizado las herramientas que emplearía en un guion para intercalar las tramas paralelas que se desarrollan a lo largo del libro. Según detalla, ha querido emplear distintas técnicas literarias y enmarcarlo dentro de los movimientos literarios que le interesan.

Reyes-Turner defiende que, a su juicio, para escribir una buena novela es importante ser honesto con los intereses personales y con aquello que se piensa. Para el escritor, una buena novela ha de transcurrir por caminos poco recorridos y, como indica, la única manera de hacerlo es aprovechar las cualidades personales y aquellos elementos que diferencian a unas personas de otras. Influenciado por escritores como Gabriel García Márquez, Fiódor Dostoievski, Herman Hesse, James Joyce o Irvine Welsh, Reyes-Turner comenta que su relación con la escritura comenzó en el colegio de primaria, cuando escribía relatos por diversión.

Según cuenta, la ventaja de publicar un libro a su edad es contar con el factor sorpresa que suele generar que alguien joven haya escrito un libro, aunque admite no obstante que es habitual que las personas jóvenes no sean tomadas en serio por su supuesta falta de experiencia o madurez. «Como autor, no es distinto. Hay una mayor predisposición a considerar su trabajo como un proyecto en desarrollo en vez de algo finalizado y a valorar tal como es», concluye.

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