Miguel Munárriz: «Lucifer siempre me ha llamado la atención»

Miguel Munárriz rememora en Empeñados en ser felices (Aguilar) su vida entre libros y en compañía de muchas de las figuras fundamentales de la literatura española e hispanoamericana de los últimos tiempos. Un recorrido vital y personal por la vida del destacado periodista y gestor cultural que es tambien la historia de toda una generación.

Esta obra llega hoy, 9 de mayo, a las librerías, y mañana, viernes 10 de mayo, será presentada, a las 19:30 horas, en la Sala María Zambrano del Círculo de Bellas Artes. En este acto, el autor estará acompañado por Jesús María Marchamalo, Pastora Vega y Miguel Rellán. 

Miguel Munárriz responde a continuación al cuestionario de Zenda. 

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—¿Qué libro, película, serie, disco y obra de arte salvaría en un diluvio o un incendio?

—El libro El Quijote porque en él tengo todos los libros. Película: Ciudadano Kane. Serie: Los Durrel. Disco: Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band. Obra de arte: El jardín de las delicias, de El Bosco.

—Puestos a salvar, elija una actriz, un actor, un personaje histórico y un político actual.

—Actriz. Meryl Streep. Actor: Charles Chaplin. Personaje histórico: Darwin. Político actual: Hace años que se me han muerto todos los políticos admirables.

—¿Qué aventura real o literaria le gustaría haber vivido?

—Tanto real como literaria, La vuelta al mundo en 80 días.

—¿Y qué recuerdo personal le gustaría que jamás se perdiera en el tiempo, como lágrimas en la lluvia?

—Verano del 62, mi madre camina sonriendo hacia mí por el andén de la estación de Bilbao. Hacía tiempo que no la veía y me pareció tan bella como las actrices italianas de las películas que tanto le gustaban.

—¿Cuál es su primer recuerdo lector?

—Los tebeos, y poco después Misterio en la isla, el primer volumen de la serie Misterio, de Enid Blyton.

—¿Cuál es el último libro que ha leído?

—Aquí y ahora. Cartas 2008-2011, Paul Auster y J.M. Coetzee (Anagrama & Mondadori). Simultáneamente y por segunda vez: La marcha Radetzky, de Joseph Roth (Alba Clásica Maior).

—¿Puede recomendar un libro clásico?

—Si se me permiten dos: Historia de la filosofía occidental, de Bertrand Russell, y El Rey Lear, de Shakespeare.

—¿Y uno actual?

—Fortuna, de Hernán Díaz (traducción de Javier Calvo. Anagrama).

—¿Qué libro no ha podido acabar?

—Algunos, de cuyos títulos no quiero acordarme.

—¿Puede recitar de memoria un poema?

—Claro, muchos, de Lope de Vega, Bécquer, Antonio Machado, Pedro Salinas, Ángel González, Gil de Biedma…

—¿Cuál es la canción más hermosa del mundo?

—Podría decir “Across the universe”, de The Beatles, pero seguro que me daría la vuelta para salvar también “La belleza”, de Aute.

—¿Puede decirnos una heroína y un héroe —literarios o cinematográficos— imprescindibles?

—Maria Salomea Skłodowska, es decir, la gran Marie Curie; y de ficción me quedo con Atticus Finch, el abogado de la novela de Harper Lee, Matar un ruiseñor, encarnado en el cine por Gregory Peck.

—¿Y un personaje malvado al que admire?

—Admirar, admirar… pero Lucifer siempre me ha llamado la atención.

—¿Tiene una editorial y una librería preferidas? 

—Tengo más de una editorial preferida, pero desde que Aguilar me ha publicado este libro, me quedo con ella. Y la librería: Amapolas en octubre.

—¿Cuántos libros hay en su biblioteca? ¿Qué porcentaje, aproximadamente, ha leído?

—3.000… tal vez 5.000, no los he contado, y ahora me pilla algo mayor para hacerlo, aunque creo que he leído más desde los doce años hasta bien entrada la madurez, así que, vaya usted a saber.

—¿Con qué libro se ha emocionado más? ¿Ha llorado tras la lectura de alguno?

—Los buenos libros siempre me emocionan. Y sí, he llorado alguna vez con algunos, poquísimos. Lo hago más en el cine.

—¿Se ha excitado alguna vez leyendo? Si es así, ¿con qué libro?

—Puede que con El amante de Lady Chatterley, de D.H. Lawrence.

—¿Cuál es el rasgo principal de su carácter?

—Siempre he sido una persona cordial.

—¿Y su principal defecto? 

—Que a veces, con ciertas tontunas, pierdo la cordialidad.

—¿Qué aprecia más de sus amigos?

—Que sienta que son amigos de verdad. Y en eso tengo suerte.

—¿Cuál es su ocupación preferida?

—Puede ser ver una buena película, o beber generosos gaditanos con amigos en una terraza al suave sol de la primavera o perderme por las salas del Prado. Pero, sobre todo, leer un buen libro.

—¿Y su sueño de felicidad?

—“A por el mar, que ya se adivina, a por el mar, promesa y semilla de libertad”, que escribió, cantó y persiguió el divino Aute. Es decir, soñar el sueño de la felicidad, de nuevo la utopía.

—¿Cuál es el estado actual de su espíritu?

—En calma, a veces alterado por la situación escandalosamente deshumanizada de la política en el mundo.

—¿Qué detesta más?

—La mezquindad, esa falta de generosidad y nobleza de espíritu.

—¿Qué faltas le inspiran la mayor indulgencia?

—Los errores involuntarios; los que no denotan maldad.

—Ojalá que no tenga que ir nunca a una isla desierta, pero si así fuera, ¿qué libro se llevaría?

—Lo dicho: Cervantes ha creado en El Quijote el universo que necesito para reír, emocionarme, saber más…

—¿Y a qué persona?

—Por favor, ni se pregunta. Empieza por P.

—Si todas sus respuestas han sido sinceras, diga ahora una mentira.

—Que todo lo que he respondido es mentira.

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Autor: Miguel Munárriz. Título: Empeñados en ser felices. Editorial: Aguilar. Venta: Todostuslibros