Quienes dedican esfuerzos a sacar adelante proyectos editoriales deberían merecer una atención especial por parte de los Estados, porque al crear cultura contribuyen en la medida de sus posibilidades a frenar la evidente desorientación con la que avanza el mundo, ofreciendo brújulas que permiten a las personas visualizar y reflexionar sobre infinidad de problemas. Y aunque muchos gobiernan los desdeñen, son sin duda uno de los pilares de nuestras sociedades. Este desdén es el que padecen en México la mayoría de proyectos culturales independientes y es por ello que los dramaturgos Jaime Chabaud y José Sefami se han visto obligados a dejar la dirección de la editorial Paso de Gato, que además de publicar una revista del mismo nombre y contar con una librería, hasta el momento ha publicado cerca de 350 títulos y poco más de 800 mil ejemplares de libros de teatro, una empresa sui géneris dentro del mundo editorial. Su lugar, han anunciado recientemente, será ocupado por el dramaturgo y director teatral Hugo Wirth, quien realizará cambios en su consejo editorial bajo la idea de renovar el sello, que atraviesa una crisis financiera debido a la falta de recursos para seguirse manteniendo. Los dramaturgos sostienen que han tomado esta triste decisión ante la ausencia de apoyos por parte del gobierno federal, el cual sigue una política de austeridad tan extrema en materia cultural que está matando de inanición a muchas empresas y proyectos de los que vivía y vive mucha gente. El primer paso que han dado es dejar de publicar la revista, la cual había llegado a los 85 números tras 22 años de vida. Como los editores han dicho, «es una tristeza que no se piense en ello, que no haya una preocupación del Estado por una entidad cultural con esta importancia para el gremio teatral”. En esta nueva etapa, que será de absoluta supervivencia, Wirth como nuevo timonel intentará continuar con la publicación de la revista, aunque de manera digital y, en caso de obtener recursos, mantenerla de manera híbrida. Sin embargo, ha declarado, formará parte de una nueva época en la que se cambiará la línea editorial, publicando reportajes y acercándose a las nuevas generaciones. Y en cuanto a la librería, tratarán de mantenerla, pero ya han hecho un llamado a la comunidad teatral para que los ayude a visitarla, a valorarla y a aprovechar su oferta, una de las más selectas en materia teatral. Así que Hugo Wirth sabe que asumirá la dirección de este proyecto sabiendo que, de inicio, carece de apoyos y que tiene delante de sí un reto casi heroico para que Paso de Gato siga viviendo. ¿Es éste un motivo de orgullo nacional? Que se lo pregunten al presidente López Obrador.
JESÚS GARDEA, UNA RECUPERACIÓN IMPRESCINDIBLE
Permaneció al margen de todas las modas y creó un universo propio. Era más un poeta que un narrador o, mejor, un poeta que escribía en prosa. Era un hombre tremendamente solitario que no hizo nada para promoverse y decía que su ejemplo era Juan Rulfo, quien no movió un dedo para su prestigio ni su fama, y confió en la realización y la calidad de su obra. Y aunque la marginación en la que se arrinconó su trabajo literario tuvo también que ver con las rencillas culturales de su tiempo, porque hubo gente que lo bloqueó, lo ignoró y lo ninguneó, él no hizo nada para defenderse y al fin lo alcanzó la muerte, de forma prematura, a los 60 años. Ese hombre, ese escritor, era Jesús Gardea, un magnífico autor nacido en Chihuaha, en 1939, donde falleció en el año 2000, y de quien Sexto Piso y Fomento Editorial de la UNAM acaban de publicar un volumen de 612 páginas prologado por Emiliano Monge, en el que reúnen sus Cuentos completos, espléndidas joyas dotadas de cierta atmósfera kafkiana y de una prosa poética que capturó el fondo y la forma del desierto y el silencio, como ha destacado su hijo, Iván Gardea, responsable del texto introductorio de este libro, quien destaca que a pesar de haber vivido al margen de las modas y fuera del canon, pese a ser uno de los artesanos del lenguaje más prolijos y minuciosos que en novelas como El sol que estás mirando, Soñar la guerra, El agua de las esferas, La ventana hundida o Tropa de sombras, y en libros de cuentos como Los viernes de Lautaro, De alba sombría o Donde el gimnasta, exploró la condición humana con una prosa sólida que retrata el alma humana, Jesús Gardea supera con creces cualquier escrutinio y puede perfectamente formar parte de esa tradición literaria que va de autores como Virginia Woolf, James Joyce, William Faulkner o Samuel Beckett, a João Guimarães Rosa o José María Arguedas. Un verdadero acontecimiento.
DAVID TOSCANA, PREMIO MAZATLÁN DE LITERATURA 2023
Esfuerzo, perseverancia, imaginación. Estas son las principales cualidades personales que han valido al escritor regiomontano David Toscana para ganar el Premio Mazatlán de Literatura 2023 a la mejor obra publicada el año anterior, por El peso de vivir en la tierra, novela publicada en México por Alfaguara y que en España circula bajo el sello Candaya. Como dijo Juan José Rodríguez, uno de los miembros del jurado, “el peculiar peso de vivir en la tierra puede afrontarse con imaginación y literatura: David Toscana en su novela hace al lector alzarse a esos momentos donde un libro nos genera la sensación perfecta de escape, disfrute y revelación”, porque se trata de una obra plena de dureza y capacidad de descontento ante la rutina avasallante que nos atosiga. En efecto, el jurado ha comprobado que «nadie sale indemne luego de leer esta bizarra distopía, donde la escritura logra vencer las leyes de la gravedad y la realidad, tal como se lo proponen sus bien logrados personajes”. Y es que como dijo el periodista Braulio Peralta, otro de los miembros del jurado, El peso de vivir en la tierra es un ejemplo de un tipo de literatura que abre nuevos horizontes. Felicidad y abrazos para el autor. Un premio merecidísimo.
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