Una sucesión de sonidos desacompasados se dejó oír entre los pasillos de la planta pediátrica del hospital: los pitidos de las máquinas, un teléfono sonando a lo lejos y la respiración exhausta de las enfermeras de cuidados intensivos. Cada una de ellas soplaba por un tubo conectado a las incubadoras de los recién nacidos, para prestarles su oxígeno y una incierta esperanza. No podían permitir que se les marcharan; no ahora que estrenaban la vida, no mientras ellas estuvieran de guardia. Trabajar en un hospital en el corazón de Kinshasa no es fácil. De un día para otro puede faltar lo más elemental, como el suministro de oxígeno por un fallo en la fábrica que prepara el concentrado de este gas para toda la ciudad. Cécile sopló durante horas junto a la incubadora de Uriel. Han pasado ya 20 años de aquella noche fatídica. Hoy Uriel estudia en la universidad y quizá no sabe que fue una enfermera del servicio de pediatría quien le salvó la vida.
Cécile es una de las 75 protagonistas de Mujeres brújula en un bosque de retos: Ideas para superar la adversidad. En este libro se perfilan los rasgos del liderazgo que la sociedad actual demanda, a través de reflexiones y, sobre todo, a través de las historias de superación de mujeres que, en los cinco continentes, han puesto en juego sus talentos y han derribado inercias y miedos por mejorar su entorno. He tenido la suerte de conversar con muchas de ellas, de escuchar sus relatos y contagiarme de su valía. Gracias a mi trabajo, a lo largo de 25 años he tenido la oportunidad de viajar a más de 50 países y conocer de primera mano cientos de iniciativas educativas, solidarias o culturales.
Si tuviera que resumir en dos frases las lecciones que llevo conmigo tras el proceso de escritura de Mujeres brújula… serían estas: la amistad como valor social y la vulnerabilidad como camino de crecimiento. Este libro es, como tantos de nosotros, un superviviente de la pandemia de la COVID-19. Y estas dos lecciones pueden ser un buen punto de partida para el período de incertidumbre que nos toca afrontar.
Amistad y vulnerabilidad. Esto me han enseñado, entre otras, Yvette, que tiene en su currículum varias contusiones provocadas por sus alumnos de una escuela situada en una zona vulnerable de Santiago de Chile, que a su edad no distinguen el juego de la violencia que se respira a diario en su barrio. O Véronique, que renunció a su ciudadanía francesa para poner en marcha los cuidados paliativos pediátricos en India. O Ana, española, que con la ayuda de su familia y de los médicos fue capaz de superar un trastorno alimenticio severo. Gracias a ellas cambió mi perspectiva y se amplió mi visión, algo que también me ocurrió como fruto de la amistad con CK, una fotógrafa hondureña que con su objetivo me señaló el punto de mira y fue clave al componer esta muestra fotográfica fabricada con palabras.
Los primeros capítulos de Mujeres brújula… —como explico en el prólogo— están centrados en desafíos como la educación, la paz, el trabajo, el liderazgo, el cuidado de las personas, la solidaridad o la sostenibilidad de nuestro mundo. En todos ellos exploro la posible aportación de la mujer como agente humanizador. Los últimos dos capítulos cambian el ritmo, que se hace más reflexivo, pues afrontan retos centrados en la interioridad: la capacidad de desarrollar una mirada trascendente sobre nosotros mismos y sobre lo que nos rodea; y el arte de cultivar una fuerza interior que nos capacite para superarnos e irradiar ese bien a nuestro alrededor.
————————————
Autora: Isabel Sánchez Serrano. Título: Mujeres brújula en un bosque de retos. Editorial: Espasa. Venta: Todostuslibros
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: