La publicación de sus Cuadernos norteamericanos trae a la actualidad literaria al escritor Nathaniel Hawthorne. El autor de La letra escarlata es protagonista en la revista Ñ de Clarín.
La reedición de la única versión castellana de Cuadernos norteamericanos de Nathaniel Hawthorne, con traducción y prólogo de Eduardo Berti, es una excelente noticia para lectores no especializados y de los otros. Poe destacó la peculiaridad de ese tono tranquilo y reposado con el que Hawthorne presentó ideas que asombran por su naturalidad, como cuando uno dice “cómo no se me ocurrió antes”, aunque también criticó el uso excesivo de la alegoría que interfiere en muchos de sus temas.
Borges le reprochó que solo concibiera situaciones para después buscar o elaborar personajes que las representaran, aunque también afirmó que había encontrado en los cuentos de Hawthorne el mismo sabor que en los de Kafka, como dijo en una conferencia de 1949 en el Colegio Libre de Estudios Superiores; de allí salió el célebre dictamen “un gran escritor crea sus precursores”.
Lo cierto es que el precursor Nathaniel Hawthorne tenía una imaginación vigorosa y una extraordinaria capacidad de síntesis. Soñó con ciudades hechas de música, con un personaje que pide que al momento de morir sea enterrado en una nube, con un hombre que llega al máximo de su vejez y a partir de allí se vuelve nuevamente joven al mismo ritmo con que envejeció. También soñó con otro que sueña con un bebé en la cuna e imagina todas las personas y comarcas que ese recién nacido conocerá algún día. O con alguien que descubre la forma para que todas las imágenes que un antiguo espejo reflejó en el pasado vuelvan a la superficie. Estas son solo algunas de las ideas esbozadas como bosquejos o sugerencias para relatos en los cuadernos que Hawthorne dejó escritos entre 1835 y 1852, mientras vivía en Estados Unidos. Luego se trasladaría a Inglaterra y más tarde brevemente a Francia e Italia, donde escribiría sus cuadernos ingleses, franceses e italianos, antes de volver a su país natal.
Durante todos esos años pasó por varias circunstancias personales: se casó con una mujer a la que estaría unido hasta el día de su muerte, se asoció por un tiempo a la comunidad rural Brook Farm inspirada en Emerson y en Fourier, trabajó en la aduana de Salem y como diplomático en Liverpool, publicó su novela más célebre, La letra escarlata, así como la mayoría de sus libros de cuentos, de los cuales el más conocido es “Wakefield”, ese individuo que decide abandonar a su esposa y residir de incógnito, durante veinte años, en su vecindad inmediata.
-
Miguel Hernández y el facsímil faltante
/marzo 15, 2025/Tuvo Viento del pueblo un proceso de producción que, pese a las circunstancias, puede considerarse más o menos normal, siendo editado por Socorro Rojo y con sendos preliminares, uno del ya por entonces una referencia de primer nivel en el campo de la fonología y de la geografía lingüística Tomás Navarro Tomás, y otro del propio poeta, dedicado a Vicente Aleixandre. Constaba de 25 poemas, y lo ilustraron 18 fotografías, un hecho bien extraordinario en las publicaciones de esos años fratricidas de convulsión extrema, como ha puesto de relieve Rafael Alarcón Sierra. En contrapunto, un contexto bien distinto por nada…
-
Los dioses perturbados desde sus tronos
/marzo 15, 2025/En España, salvo el caso —otra vez— excepcional de Páginas de Espuma, la literatura breve parece quedar confinada al ámbito del terror y el fantástico, ya ni siquiera la ciencia-ficción, excepto para las colecciones de relatos clásicas de autores que forman parte de la realeza del género (Dick, Bradbury, Clarke, Gibson) y que afortunadamente sigue publicando Minotauro, o el amplísimo reservorio que mantiene en catálogo Gigamesh. ¿Pero qué sucede con la actual narrativa breve de terror y fantasía que está siendo publicada sobre todo en los países, básicamente anglosajones, que no han perdido esa tradición? Aquí parece haber tenido lugar…
-
El mundo interior de Almudena Grandes
/marzo 15, 2025/Por ello, es de agradecer este impulso de Tusquets, gracias a Juan Cerezo, el editor de la tan estimada casa, para recoger todos estos textos que la gran autora escribió entre 2005 y 2021, cada quince días, en El País Semanal. El prólogo de Elisa Ferrer ya destila admiración: “Ha sido difícil seleccionar esta colección de artículos entre tantas historias que han sido como un pellizco, un abrazo, una mirilla que da al rellano de muchas vidas y me han descubierto cómo echo de menos sus palabras sabias, los textos en los que nos retrataba, nos narraba, sabía mirarnos y…
-
Los 10 mejores biopics musicales de la historia del cine
/marzo 15, 2025/1. Bird (Clint Eastwood, 1988) 2. Amadeus (Milos Forman, 1984) 3. Elvis (Baz Luhrmann, 2022) 4. I’m Not There (Todd Haynes, 2007) 5. El ocaso de una estrella (Lady Sings the Blues, Sidney J. Furie, 1972) 6. Love & Mercy (Bill Pohlad, 2014) 7. Control (Anton Corbijn, 2007) 8. A Complete Unknown (James Mangold, 2024) 9. Blaze (Ethan Hawke, 2018) 10. En la cuerda floja (Walk the Line, James Mangold, 2005)
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: