Matías Escalera Cordero (Madrid, 1956) es un escritor vinculado a modelos de pensamiento materialistas y críticos. Su poesía se adscribe a la corriente denominada “poesía de la conciencia crítica”. Su modo de enfrentarse al relato y a la novela busca la construcción de una nueva novela y un nuevo relato materialistas que sepan integrar todas las estrategias narrativas, experimentales o tradicionales, de un modo libre y no dogmático para el esclarecimiento de la realidad presente. Un sollozo del fin del mundo es su último libro, una novela para ir más allá del fin: se integra en la vertiente más interesante de la ciencia ficción o de la ficción especulativa, la que posee una intención prospectiva; que no plantea un escenario futuro fantasioso, como mero decorado, sino que se fundamenta en una proyección verosímil de las tendencias sociales, culturales, económicas y políticas actuales para ponerlas en cuestión; es una obra de indagación que reta a aquellos lectores que piden algo más a la novela, algo más que mera fantasía compensatoria
Con motivo de la publicación de Un sollozo del fin del mundo (Kaótica libros), José de Montfort conversa con el autor sobre la importancia de la palabra escrita en nuestros tiempos plagados de imágenes, sobre cómo somos seres lingüísticos, y esa es nuestra esencia, lo que nos diferencia de otras especies.
Conversación grabada en el bar Tresss, de Barcelona.
Sospecho que la novela es un tocho por las fruslerías que dice el autor, que se presentó a las elecciones si no recuerdo mal en una lista de un partido catalán de extrema izquierda. Pero el tipo es divertido. Es magnífico que a su edad se tenga esa mentalidad de adolescente.
Qué gracioso, querido Manu Sarabia; si soy de Madrid, cómo voy a presentarme por un partido de la extrema izquierda catalana… La novela puede ser un tocho, pero ya te gustaría a ti tener no mi mentalidad adolescente, sino simplemente una mentalidad… Pero leyendo, creo, se adquiere, créeme. Un abrazo (Ah, e infórmate bien, antes de escribir, otra vez, chorradas, compa)
Tienes razón, Matias. Mea culpa, mea grandissima culpa. Quise decir madrileño. Leí mal un comentario de X, mis excusas si falté a la realidad. Ya sé que casi todo lo que uno lee en la red es falso o apócrifo. No es fácil escribir chorradas, créeme. Aunque en eso no puedo envidiarte. De verdad, voy a leer tu novela aunque sea un tocho (que no es un término peyorativo ni cualitativo sino alusivo al tamaño y cantidad) y espero que me haga cambiar de opinión.
Este mensaje dice mucho de ti, Manu Sarabia, mucho y bueno. Ahora, leído el primer mensaje, en este nuevo contexto, parece otra cosa. Por asuntos como este (que, al final, es una tontería) es por los que no estoy en las redes sociales (salvo Instagram, porque es otra cosa, más inocente y blanca); eran un buen invento, al principio, pero, pronto, se convirtieron en un vertedero y una trituradora de pensamiento y sentido críticos; destructoras de amistades y de buenas relaciones de camaradería. Un abrazo