Hace unos meses saltó la noticia. Fundación, una de las obras maestras de Isaac Asimov, va a tener su propia serie de televisión. Tras algún que otro intento fallido, como los de Warner Bros y Sony, por fin la productora Skydance Televisión, tras cerrar un acuerdo con los herederos del escritor, trabaja ya en la adaptación de una de las grandes sagas de ciencia ficción de la historia.
Hasta ahora, y, principalmente, debido a la complejidad de su argumento, nadie había apostado en serio por realizar la transposición cinematográfica de, al menos, la trilogía clásica: Fundación, Fundación e Imperio y Segunda Fundación, publicadas en 1951, 1952 y 1953 respectivamente. Y es que no es nada fácil producir un guion basado en una historia en la que no existen protagonistas en el sentido estricto y clásico, al margen del personaje conocido como El mulo, el mutante con capacidad para influir en las emociones humanas y, por lo tanto, modificar el comportamiento de las personas, lo cual puede hacer tambalear las predicciones psicohistóricas de Hari Seldon, el otro personaje recurrente de la saga.
La ciencia ficticia conocida como psicohistoria es la base de la trama. Fundada por Hari Seldon, esta disciplina científica se ocupa del análisis del comportamiento de masas sociales de cientos o miles de millones de seres, de tal manera que sería así posible para los psicohistoriadores vaticinar la evolución de un país, planeta o imperio. Las siete novelas de la serie de la Fundación, el también conocido como Ciclo de Trantor, y no únicamente la trilogía clásica, giran en torno a esto. Así, el psicohistoriador Hari Seldon predice la decadencia y caída final del Imperio Galáctico, formado por millones de planetas, en un futuro lejano. Con el objetivo de acortar el período de 30.000 años de barbarie previsto tras el colapso imperial, éste propone un refugio de científicos, la Fundación, en un planeta sin desvelar situado en los límites de la galaxia con el propósito de elaborar una Enciclopedia Galáctica que contendrá los principales conocimientos humanos permitiendo así reducir esa etapa de salvajismo y anarquía a un único milenio.
Este proyecto ha sido puesto en manos de David S. Goyer, guionista, entre otras cosas, de la trilogía del murciélago más famoso de DC: Batman begins, The dark knight y The dark knight rises, todas ellas dirigidas por el británico Christopher Nolan en 2005, 2008 y 2012 respectivamente y de Josh Friedman, autor, también entre otros muchos guiones, de La guerra de los mundos (War of the worlds), dirigida en 2005 por Steven Spielberg y basada en la obra homónima de H.G. Wells publicada en 1898 y en la actualidad trabajando junto a James Cameron en Avatar 2.
Atendiendo a los seleccionados para el guion de la serie, parece que, a todas luces, la apuesta va en serio. Ahora solamente nos faltan los nombres de los responsables de la dirección. Algunas ideas o sugerencias podrían ser, a tenor de sus currículos y la dimensión de la tarea, las siguientes: Steven Spielberg, Ridley Scott, George Lucas, Paul Verhoeven, Zack Snyder, Christopher Nolan, J.J. Abrams, James Cameron, Peter Jackson o Roland Emmerich. Mi apuesta personal, Juan Antonio Bayona. Su trabajo en los dos primeros capítulos de Penny Dreadful, amén de su constatado prestigio internacional como director, avalan con creces su capacidad para trabajar en formatos televisivos de este calibre.
¿A alguien se le ocurre algún nombre más?
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