Inicio > Firmas > No vuelvas a hacerlo > Once Rocas contra mí
Once Rocas contra mí

Incluso los libros malos son libros y, por lo tanto, sagrados (cita que encabeza la obra)

Pues la poesía viene del cielo, los vates, dicen, tienen como musa tutora a Urania. De ella sabemos, ¡ay!, que ya no corretea cual solía con sus ocho hermanas por las laderas del sagrado Helicón, sino que ha recalado en la isla de Mallorca, en pos de su favorito, del que no consiente en separarse, al que no puede dejar de celar.

Emilio Arnao, ¿habrá quien no lo haya adivinado?, es su nombre. Apenas dedicaremos un párrafo a glosar su peripecia vital, harto conocida por otra parte. Sólo un apunte de actualidad: crípticos comentarios que llegan de Estocolmo intuyen, tras la displicencia de Bob Dylan en aceptar el Nobel, el reconocimiento de una injusticia. Hay, bien lo sabemos, quien lo merece más.

"Dicen de Virgilio que su obra contiene toda la poesía de los poetas que le continuaron… pues bien, de éste, desde luego, ni un adarme."

La obra de Arnao toca todos los registros —novela, ensayo, poesía— sin por ello renunciar a la unidad formal. Tan es así que con frecuencia uno no sabe a qué género corresponde lo que está leyendo, si es prosa o verso; o siquiera a qué sistema idiomático pertenece, pues las fútiles reglas de la gramática quedan amplia y justificadamente sobrepasadas en el torrente de la creatividad. En cuanto al estilo, ha limado tanto su pureza que evita todo lo que no sea juntar palabras inconexas; de manera que el lector, sometido a un frenesí intelectual inigualable, alcanza la beatitud encontrando el sentido a todo gracias a no encontrárselo a nada.

De su producción —cerca de una docena de títulos— no hay restos en las librerías, señal inequívoca de la voracidad de sus lectores. Hemos conseguido este ejemplar del poemario Once rocas contra mí en dura disputa con un caniche que lo tenía entre los dientes, y desde entonces es libro de cabecera que acompaña en las noches de insomnio hasta que dejan de serlo.

portada-once-rocasDicen de Virgilio que su obra contiene toda la poesía de los poetas que le continuaron… pues bien, de éste, desde luego, ni un adarme. Dicen que Horacio abominaba de aparecer como protagonista en sus propios versos… pues en Arnao todo es yo, mi, me, mío, para mí. Claro que dónde va a parar el interés de uno y otro personaje, porque abrir el poemario y descubrir las cualidades que adornan al autor es todo uno: “Escribo este libro…” (así arranca el poema I) indica verismo y precisión; “Pienso solamente en mí…” (III), capacidad de introspección; “business to business” (sic, VI), don de lenguas; “Amor, ven o no vengas…” (XIX) claridad de concepto; “Justamente hoy cumplo 45 años…” (XXIII), habilidad para elegir temáticas interesantes; “No consigo vivir como yo quisiera…” (LXXXVII), afán de superación… y así, en fin, hasta el XCIII donde, en un arrebato de cruda humildad, por lo demás nada justificada, afirma: “¿Acaso soy yo un poeta?” Pues eso.

5/5 (1 Puntuación. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios
reCaptcha Error: grecaptcha is not defined
  • Elogio del amor, el canto a la vida de Rafael Narbona

    /
    abril 17, 2025
    /

    Narbona se ha enfrentado con el dolor, la muerte de su padre, cuando era joven, por un infarto, el suicidio de su hermano, y ahora la enfermedad de su mujer. En la presentación del libro el pasado martes nos habló del dolor, pero también del amor y lo hizo a través de su pasión por sus perros, por la Naturaleza que contempla cuando sale a pasear con su mujer, Piedad, por su pasión docente, cuando era un profesor comprometido con los chicos, donde lo académico pasaba a un segundo plano y triunfaba el humanismo. Esa forma de ser que se…

    Leer más

  • Una normativa veterinaria criminal

    /
    abril 17, 2025
    /

    El nombre del ministro lo he anotado para que no se me olvide: se llama Luis Planas y es titular de Agricultura, Pesca y Alimentación. Lo tengo por si un día debo ir a agradecerle, a mi manera, que mis perros Sherlock y Rumba mueran antes de tiempo.

  • Narrativas Sherezade de Rebecca West

    En la segunda parte de Cordero negro y halcón gris (1941; Reino de Redonda, 2024; Traducción de Luis Murillo Fort), un viaje de (auto) descubrimiento a través de la desaparecida Yugoslavia se convierte en una búsqueda mágica de la alteridad, plena de personajes memorables e ideas reflexivas contra el racismo, la codicia o la explotación: “[El ciego comenzó a cantar] un himno de adoración que no trataba de obtener la salvación mediante el hecho de adorar (…), se regocijaba porque la muerte había sido burlada y el destruido vivía. Una vez más, el sol parecía formar parte de un resplandor…

    Leer más

  • Te elige: El imposible libro que Miranda July no sabía que estaba escribiendo

    /
    abril 17, 2025
    /

    En una estructura anular, el punto de partida es el bloqueo creativo que le impide a Miranda July terminar el guion de lo que posteriormente fue su segunda película, El futuro (2011), cuyo rodaje cierra de manera imprevista el texto. La metacreatividad se erige en el marco narrativo de la obra, debido a que el proceso del making of de esa película hilvana una estructura oscilante entre el documental y la autometaficción, incluyendo un encuentro con el actor Don Johnson. Atrapada entre la rutina y el estancamiento creativo, se adentra, casi por casualidad, en la lectura de los anuncios del…

    Leer más