En diecisiete capítulos cortos, una lectura para una tarde de sábado, Wolfram Eilenberger navega en la mente de su hija de cinco años a través de las preguntas y conversaciones que mantienen. Entabla un doble diálogo, uno real con ella, donde la lógica aplastante de su hija le interpela y él como padre le contesta, y otro personal, donde intenta explicarse y explicarnos los motivos de ciertos acontecimientos o preguntas sobre la vida. Diserta sobre la existencia de un amigo imaginario, la enfermedad de un niño, la propia existencia como niña, Dios, el por qué de limpiar o recoger, quién siente y quién no, la disculpa, el deseo de jugar, la muerte…
Cuando Pablo, con tres años, me dice: “Las personas mayores no madrugan porque no piensan en jugar” o “Papá, tienes que ir a la guardería, no al instituto, porque no entiendes nada”, o con tres años y medio, mientras le lavas los dientes antes de la ducha nocturna, pregunta: “Mamá, ¿por qué las personas nacen buenas y de mayores se vuelven malas?”, y con cuatro y medio, tres días antes de Reyes, te deja atónito cuando dice: “¿Cómo van a venir los Reyes en camello desde tan lejos si los camellos son muy lentos?”, cuando te interpelan con esa lógica aplastante, ¿mientes o dices la verdad, rompiendo su niñez?, como dice Wolfram Eilenberger: “Hace años que me esfuerzo sinceramente por mentirte con el más alto sentido de la responsabilidad”.
La vida con niños es “un largo juego de preguntas y respuestas”, que sin embargo se convertirá en un “recuerdo del paraíso infantil de tu eternidad que quedará borrado para ti”. Nunca sabrás si las respuestas que les das a tus hijos son las mejores para ellos, porque hay respuestas que pueden ser válidas para unos pero no para otros.
Los padres de niños pequeños han mutado sus vidas para dejar de ser otra cosa que no sea padres, y en ocasiones te preguntas si vale la pena todo ese esfuerzo cuando al año siguiente no recuerdas más que leves pinceladas de tu vida pasada, y para cuando te llegue la adolescencia querrás prescindir de nuestra presencia como padres. Pero como dice Pablo y posiblemente la hija de este autor: “La vida es así”.
—————————————
Autor: Wolfram Eilenberger. Título: ¿Sufren las piedras? Pequeño manual filosófico. Traducción: Carlos Fortea. Editorial: Taurus. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
-
Día del Libro 2025 en la Cuesta de Moyano
/abril 23, 2025/El 23 de abril, la iniciativa “Leer y oler”, en colaboración con el Real Jardín Botánico-CSIC, implica que, con la compra de un libro a los libreros de la Cuesta de Moyano se regalará una entrada para recorrer ese día el Real Jardín Botánico-CSIC.Completando la actividad, el jardinero, paisajista, profesor e investigador, Eduardo Barba, dedicará ejemplares de sus libros El jardín del Prado, un ensayo que recoge la flora de las obras de arte de ese museo, así como de Una flor en el asfalto (Tres Hermanas) y El paraíso a pinceladas (Espasa). Además, desde las 10 h, los alumnos…
-
La maldición del Lazarillo
/abril 23, 2025/Al acabar la contienda mi abuelo purgó con cárcel el haber combatido en el Ejército Rojo: su ciudad quedó en zona republicana. Al terminar su condena se desentendió de mi abuela y su hijo y formó una nueva familia. Esto marcó a fuego, para mal, a mi gente. Hasta entonces mi abuela y sus hermanas regentaban un ventorrillo en el que servían vino y comidas caseras. Harta de soportar a borrachos babosos que, por ser madre soltera, la consideraban una golfa y se atrevían a hacerle proposiciones rijosas, cerró el negocio. Trabajó en lo que pudo: huertos, almacenes de frutas,…
-
3 poemas de Marge Piercy
/abril 23, 2025/*** La muñeca Barbie Esta niñita nació como de costumbre y le regalaron muñecas que hacían pipí y estufas y planchas GE en miniatura y pintalabios de caramelo de cereza. En plena pubertad, un compañero le dijo: tienes la nariz grande y las piernas gordas. Era sana, probadamente inteligente, poseía brazos y espalda fuertes, abundante impulso sexual y destreza manual. Iba de un lado a otro disculpándose. Pero solo veían una narizota sobre unas piernotas. Le aconsejaron que se hiciera la tímida, la exhortaron a que se animara, haz ejercicio, dieta, sonríe y seduce. Su buen carácter se desgastó como…
-
La galería de los recuerdos inventados
/abril 23, 2025/Cugat se situaba entre lo cañí y lo kitsch. Lo digo por el bisoñé que llevaba puesto y con el que incluso jugaba a que se le caía durante la actuación, entre el mambo y la rumba con decorados fucsia y pistacho. Lo que yo no sabía en aquellos primeros noventa es que Cugat venía de vuelta ya de casi todo: de los excesos, del lujo, de las luchas, de la vida interminable en hoteles, de varios matrimonios fracasados, de lucirse por toda la geografía estadounidense tocando sin cesar. Fue el hombre que desde el principio de su carrera tuvo…
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: