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Ser valiente es de fascistas

Ser valiente es de fascistas

Los Reyes de España, en Paiporta. 

El 3 de noviembre, sólo unas horas después de que el presidente Sánchez diera la espantada en Paiporta, quitándose de en medio mientras los Reyes de España, con entereza y gallardía, se mezclaban de tú a tú con los vecinos encolerizados, medios de comunicación simpatizantes del Gobierno, o vinculados a él, empezaban una campaña simultánea de justificación de la actitud presidencial, que en sólo una semana pasó por cuatro interesantes fases.

La primera, la inmediata, fue incluir a los Reyes en los improperios e insultos que en realidad no iban dirigidos a ellos, sino a las autoridades -Pedro Sánchez y Carlos Mazón- que los acompañaban. La segunda, pocas horas después, consistió en el mágico escamoteo, visto y no visto, del presidente del Gobierno, del que no aparecían imágenes y ya ni siquiera se le mencionaba, a fin de dar la impresión de que la cólera y la desesperación iban dirigidas hacia los monarcas. Sin embargo, ni uno ni otro lavado de cara pudieron borrar las imágenes, ampliamente difundidas por las redes sociales y algunas televisiones, de Pedro Sánchez retirándose, cabizbajo y derrotado -consideren ambos adjetivos como delicados eufemismos- entre los escoltas que lo protegían; así que la fase siguiente fue atribuir el incidente a un hostigamiento preparado por elementos de extrema derecha venidos de fuera. Tampoco ese argumento tuvo éxito, desmontado por la realidad; así que se pasó a la cuarta fase, la más interesante de todas. Y es la que motiva esta reflexión. Este artículo.

El 9 de noviembre, coincidiendo con otras manifestaciones similares en medios informativos y redes sociales, el escritor Antonio Muñoz Molina -académico de la RAE y ex director (con el PSOE) del Instituto Cervantes en Nueva York- difundía un largo artículo titulado Todos los valientes en el que, con un acusado tono de pedantería moral que habría hecho sonrojarse a Catón el Viejo, criticaba tanto a quienes alabaron el coraje personal de los Reyes de España en Paiporta como a quienes, en otros asuntos y ámbitos, elogian -o elogiamos, permítanme incluirme en el plural, ya que se me incluía en el texto- el valor en general, el coraje de quien da la cara y en vez de escudarse tras guardaespaldas, fugas o pretextos, hace frente con firmeza a los embates de la vida.

Para el autor de ese artículo y para quienes en otros medios y lugares expresaban su acuerdo o lo jaleaban con entusiasmo, el valor personal no es en absoluto una virtud, sino un rasgo sospechoso que invita a desconfiar de quien lo posee. La testosterona —escribía Muñoz Molina— es como aquel brandy Soberano que veíamos anunciado en los televisores del paleolítico franquista. Y acto seguido vinculaba el asunto, en hábil juego de manos, con los guardias civiles con bigotazos, tricornios y exabruptos de bebedores de coñac que asaltaron el Congreso el 23-F, dándole de paso un puyazo al escritor y poeta Manuel Vilas, que se ha sumado estos días a la glorificación del coraje físico, por recordar el valor de Santiago Carrillo y Adolfo Suárez al mantenerse erguidos en aquella jornada. Elogiarlos, según Muñoz Molina, rebaja la dignidad o pone en duda la entereza de quienes sí se escondieron bajo sus escaños. Lo que lleva, naturalmente, a una conclusión ineludible: en España o fuera de ella, ser valiente es de fascistas.

Lo de menos —o no tan de menos— es que, torpemente, con tanto guardia, tanto coñac y tanta testosterona, Muñoz Molina asocia, y ahí le salta sin darse cuenta el automático, el valor físico, y de rebote la entereza moral, con el lado masculino de la vida; olvidando el fino moralista —está casado con la escritora Elvira Lindo, que le dé explicaciones a ella— que con frecuencia las mujeres, como se ve a diario en Valencia y en todas partes, incluida la Casa Real, manejan dosis de coraje y entereza que convierten a muchos hombres en tímidos muñequitos de feria. En cualquier caso, la idea de cobardía progre y coraje masculino y rancio no es nueva, aunque estos días vuelva a utilizarse como herramienta útil en manos de paniaguados y palmeros de la izquierda más servil. No hace muchos años, un notable intelectual —ya fuera de combate, no procede ahora su nombre— afirmó en un programa de radio de gran audiencia que ya es hora de reivindicar la cobardía. Y con más o menos fortuna, el argumento de la enternecedora y admirable dignidad del cobarde frente a la rancia, casposa y franquista chulería del valiente ha sido manejado hasta ahora a conveniencia de cualquier interesado, contundente y oportuno cual pedrada en ojo de boticario. Ser valiente no es obligatorio, naturalmente, y el respeto debido a quien no puede o no quiere serlo es incuestionable; pero algo muy distinto es glorificarlos frente a quienes sí lo son, y que a menudo pagan altos precios por ello.

Porque lo de Paiporta no es la primera vez, ni será la última. Ni tampoco la inefable derecha se priva de recurrir a esa estúpida falacia. De un extremo a otro del paisaje ideológico, aqueos y troyanos —disculpen la comparación clásica con estos cagamandurrias de aquí, pero es que es muy bonita— van a insistir en convencernos: ser pusilánime es de izquierdas y mostrar coraje es de derechas: paradójicamente, en esa estupidez van a coincidir en el futuro unos y otros; lo hacen ya, arrogándose cada cual el papel correspondiente. Y también, claro, puestos a etiquetar, mostrarse partidario del aborto, suscribirse a El País, ver películas de Almodóvar, usar bici o patinete, defender la acogida de inmigrantes o leer a Sergio del Molino seguirán siendo para la derecha cosas de rojos; mientras que para los de izquierdas será impensable que un progresista maltrate a mujeres, viole a niños, eructe en la mesa, vea El Hormiguero, investigue a Begoña, se niegue a decir ellos, ellas y elles o critique con ecuanimidad lo más infame de toda nuestra clase política, sin la precaución de diferenciar por siglas. Eso, según recoge la periodista Natalia Junquera —que también ha intervenido con admirable tesón en la antes mencionada cuarta fase—, puede parecer crítica política, ese ejercicio sano y necesario (…), pero es antipolítica, que daña la democracia. Lo que pone en idéntico saco ideológico, y por supuesto al otro lado del tristemente famoso muro de buenos y malos levantado por Pedro Sánchez y sus socios, un editorial de EL MUNDO, un comentario en la tele o un artículo del arriba firmante, equiparándolos con la derecha más idiota o a la ultraderecha más cerril, incluidos el payaso de Alvise Pérez, Vox, Falange de las JONS (¡!), Desokupa o Victoria Federica.

Y de ese modo, para los palmeros blanqueadores de la arrogancia y la cobardía, cualquier discrepancia con las consignas de rigor —no hacen falta todas a la vez, con un poquito basta— delata, por supuesto, una obvia ideología fascista, sólo a medio palmo de distancia de Elon Musk o Donald Trump. Calculen ustedes la de timoratos, pusilánimes, oportunistas y ratas de alcantarilla que pueden escudarse, y en realidad lo hacen, tras semejante burladero.

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Publicado el 14 de noviembre de 2024 en El Mundo.

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ricarrob
ricarrob
1 mes hace

Inmejorable artículo, don Arturo. Impresionante. A mi modo de ver, refleja hasta la última coma mi modo de pensar al respecto.

Y cuando usted habla de medios de comunicación simpatizantes del gobierno (y de la izquierda cutre) hay que ser claros: sobre todo, el líder de todos ellos el Pravda o el Granma (El País) que jalean cualquier incalificable actuación del Bachiller Trapaza y de la Garduña de Sevilla (ya saben ustedes a quienes me refiero).

Desapruebo totalmente a Antonio Muñoz Molina a pesar de leer algunos de sus libros y considerarle buen escritor (una cosa no quita para la otra). Me ha defraudado totalmente. El pesebre manda, sobre todo en la izquierda de este país.

Porque la cobardía siempre será la cobardía. Comportamientos inicuos de personajes inicuos. Con esta forma de pensar, estos son los Neville Chamberlain modernos, ante la valentía y el coraje de Winston Churchill.

Y, lo que usted dice, aqueos y troyanos o lo mismo da: los «hunos» y los «hotros». La falta de valentía de la derecha cobarde al no cesar y expulsar de inmediato al Mazón de los coj…, ante su inoperancia y sus comidas de placer opuestas al deber. El señor Feijoo es tan cobarde como el «Hotro». Se debe hacer y se hace lo que hay que hacer. Y punto. Lo demás, relatos relativistas. Y, lo de siempre, aquí no dimite nadie… Deleznable personal político tenemos. El barro, al final nos podremos desembarazar de él, de este otro barro que lo impregna todo, no.

De nuevo, ya lo he expresado anteriormente, mi admiración por los reyes, por su valentía y por su coraje. Es lo único que nos queda.

Mi enhorabuena por el artículo.

Santiago Ahibe
Santiago Ahibe
15 ddís hace
Responder a  ricarrob

Leo el comienzo de su comentario y me pregunto si alguna vez estaría usted en «desacuerdo» con Don Arturo…??
Nado sincronizado que le dicen..

Aguijón
Aguijón
1 mes hace

Pedro levantó un muro…y en un muro valenciano rodeado del desastre alguien escribió con barro «Pedro HDP» una reportera de Telecinco que estaba contando una crónica al más puro estilo de reportero de guerra…paso frente a la pintada y dijo que los vecinos acordándose de los fallecidos habían escrito «Pedro descanse en paz»

El Pedro descanse en paz
Que lee la reportera…
Es la forma torticera
De su información falaz.
Hace falta tener faz
Antena 3, Telecinco,
Para mostrar con ahínco
De Mazón la incompetencia
Sin tener mala conciencia
Para ver si luego trincan.

Son furcias mediáticas don Arturo, como dice don César,
Y en este caso no vale la batidora que todo lo mezcla.
Recuerde el Potez derribado en Pastrana…no quiera ser un Delapree más… quien le insulta ahora a usted fue quien disparó entonces….

Desheredado
Desheredado
1 mes hace

Las verdades del barquero, como siempre. Y con nombres y apellidos, como casi siempre, que es el condimento que le da más gustito al guiso.

Raoul
Raoul
1 mes hace

Parece evidente que el valor no tiene signo político: valientes, y mucho, lo fueron un personaje de la catadura de Franco y alguien tan admirable como Jean Moulin. Lo curioso es que un tipo al que se le supone una cierta agudeza intelectual no haya caído en que, como señala Pérez-Reverte, él mismo está asociando el valor con el lado masculino de la vida, algo de una simpleza (y un machismo, dicho sea de paso) sonrojantes. Muñoz Molina, escritor mediocre (eso es lo único en lo que no coincido con la opinión expuesta por don Ricardo en su comentario) de estilo relamido y plúmbeo, y moralista de pacotilla experto en nadar y guardar la ropa, se lía con el coñac, la testosterona y los picoletos de bigotazo y tricornio, y parece ignorar que a menudo el valor consiste, como afirma Pérez-Reverte, en hacer frente con firmeza a los embates de la vida.

basurillas
basurillas
1 mes hace

Ya no defiendo -imposible con la catadura moral de los que mandan aquí y ahora- que sea una cuestión de honor -no lo conocen- o ética. Simplemente defiendo, tras comprobar tragedias, mentiras, falseos e incumplimientos monumentales, que en este reino de taifas llamado España…DIMITIR es de valientes.
Porque dimitir significa perder la majestuosa paguita mensual, sus dietas y sus compensaciones por gastos supuestamente extraordinarios. Significa perder viajar gratis total en avión y/o helicóptero y/o coche oficial. Significa perder que de venticinco a cien periodistas -unos comprados y aleccionados y otros menos- dejen de seguirte y preguntarte y te tomen en cuenta o en serio por cada tontería que se te ocurra. Significa que, en muchas ocasiones, casa, vestido, traje, vacaciones, contactos con gente o gentuza importantes y bellos y bellas y hasta algún que otro encuentro viciosillo te salgan gratis total sin esfuerzo o mínimo por tu parte. Significa comer, cenar y desayunar, alternar en suma, que te salga o pueda salir gratis, invitado en todas las ocasiones por gente que considera una popularidad impagable, más barata que apoquinar por una campaña publicitaria, codearse con el mandamás o mandamasa de turno. Sí ese o esa que no dimite ni en broma.
Significa codearse con líderes mundiales, viajando hasta las chimbambas muchas veces y conocer diferentes países y culturas sin pagar un sólo euro. Y, para no aburrir con infinitos ejemplos, significa que un séquito de ciudadanos te aplauda, te persiga, quiera estrechar tu mano, coree tu nombre y repita consignas a tu favor como si fueras un actor, escritor o músico de moda.
Pero por encima de todo, para bien o para mal, significa poder pasar a la histora de este país y/o del mundo por hacer o mandar hacer cosas que se pagan con el dinero de otros, si, y no sólo de los que te han votado, que sería lo lógico.
¿Y encima aún se preguntan ustedes por qué no dimite alguien?

Francisco Brun
1 mes hace

Es muy impresionante observar cómo muchos políticos han conseguido colocar títulos, hechos y situaciones ante la opinión pública, a conveniencia de ellos, con una hipocresía sin igual.
Aquí en mis tierras una manada de voraces delincuentes, en su mayoría dirigentes peronistas kirchneristas, quieren continuar imponiendo la idea que ellos son la única garantía posible del bienestar de los pobres…siendo ellos los responsables con sus atracos, de sumergir a la mitad de los argentinos en la más lamentable situación de pobreza e indigencia, sumada a una profunda falta de educación que convierte a miles de jóvenes en hombres y mujeres de descarte.
A estos hipócritas se suman una gerontocracia de dirigentes sindicales como los Moyanos, en su condición de brutos sublimes, que se la dan de “machos”… pero siempre están resguardados por cuarenta guardaespaldas; cobardes hijos de mil puta.
La valentía en una mujer o en un hombre público, no se puede demostrar con discursos grandilocuentes; sólo con hechos concretos es posible hacerlo.
Enfrentar cara a cara a un pueblo desesperado; como lo hizo la pareja real de España, es una demostración cabal de una mujer y un hombre con mayúscula, dignos representantes de todo un pueblo.

Cordial saludo

Franz. J.
Franz. J.
1 mes hace

Sumisión, cobardía, palmeros paniaguados, periodistas vendidos a este gobierno infame y traicionero… son algunos de los ingredientes para una perfecta dictadura bananera que nos lleva a la ruina económica, a la miseria intelectual y a un creciente conflicto social, por supuesto, cainita.

Aberrante como algunos supuestos intelectuales justifican la cobardía, la ignorancia y la mentira adrede que defienden como algo normal.

Don Arturo, usted se baja en la próxima, pero a mi me queda un ratito que estar aquí. Que nadie diga que usted no avisó. Que nadie se atreva a decirme a la cara que usted fue un embustero.

Fritango
Fritango
1 mes hace

Un rey arremangado y paleando barro tres semanas. Eso sería un líder. Lo demás es pose y tonterías baratas.
Es cosa manifiesta cuan poco se valora lo que poco cuesta.
Somnium, de Jorge Vedovelli. Lee y maravíllate.

ricarrob
ricarrob
1 mes hace
Responder a  Fritango

Hay quien nunca ve lo bueno que haces,
porque están enfocados en el lado negativo de la vida,
en consecuencia, sólo ven lo que no haces…

Javier
Javier
24 ddís hace
Responder a  Fritango

Y un presidente del gobierno arremangado y cogiendo barro también pero demostró ser una gallina al marcharse corriendo, eso sí una gallina muy bien pagada

José María Bergés
José María Bergés
1 mes hace

Quien haya leído con atención y sin prejuicios el artículo de Muñoz Molina podrá atestiguar que ni denigra la valentía, ni encumbra la cobardía, ni señala adscripción política alguna a aquéllos que critica, los bravucones y los que se encumbran una vez ha pasado el peligro. Los ejemplos que pone son variados.
Gracias por permitirme disentir ante tanta unanimidad.

Última edición 1 mes hace por José María Bergés
Aguijón
Aguijón
1 mes hace

Disienta usted cuanto quiera,
Don José María Bergés,
Mas no califique usted
De unánime la pecera…
Cada pez, a su manera,
Remonta aquí la corriente
Con un proceder valiente.
Si usted prefiere nadar
En dirección hacia el mar
Lo veo estupendamente.

José María Bergés
José María Bergés
26 ddís hace
Responder a  Aguijón

No se me ocurre mejor manera de corresponder a su gentileza que hacerle ver que, si habla usted de una pecera, buscar el sentido de la corriente, sea éste el que sea, a favor o en contra, no es otra cosa que dar vueltas al rededor del recipiente.
Un saludo

Última edición 26 ddís hace por José María Bergés
Aguijón
Aguijón
26 ddís hace

La metáfora pecera
Se refiere aquí al PC,
Ese personal computer
Como dicen en inglés.
Los «peces» caen en las redes
Y esta red, gentil amigo,
Es diversa en pareceres
Y no un contubernio fijo…
Eso era más del PCE.
Sin querer ser reincidente,
Don José María Bergés,
Desde este recipiente
Un saludo muy cortés.

Ricarrob
Ricarrob
29 ddís hace

Hoy, dïa para rememorar, visita de los reyes a Chiva. El pueblo. La gente. Compartir la desgracia y el sufrimiento.

Toma por c… a Antonio Muñóz Molina. Toma por c… al gobierno, al pechoe…

Tomo por c…

Bien por los reyes.

Javier
Javier
27 ddís hace

La clase política española es despreciable hasta el Infinito. Y los que les han elegido y les siguen manteniendo en el poder se merecen todo lo que pase y más. Dan ganas de que venga un dictador y arrase con todo solo por ver a toda esa morralla barrida del mapa.

Juan
Juan
27 ddís hace

Don Arturo, no conozco su patria ni a sus políticos actuales, pero sí conocí a izquierdistas y comunistas que, puestos en el trance de dar la vida por lo que creían (correctos o equivocados), supieron cagarse en la madre de sus torturadores u asesinos. Y usted perdone mi francés. Así que eso de que la valentía es fascista, lo inventaron los que no tienen los huevos (u ovarios) puestos donde se debe, o ni los tienen. Mis respetos.

Eddy
Eddy
25 ddís hace

Fantástico, potente y además elocuente, me puedo ir a dormir contento.

M Angeles
25 ddís hace

Una vez más artículo impecable y como sólo A Perez Reverte sabe escribir . El es un académico de la RAE que ejerce su función , y que deberían emularle todos los demás , q casi desconocemos .
Que pena q Muñoz Molina se haya quedado a ese nivel.

JUAN MANUEL GONZALES
JUAN MANUEL GONZALES
24 ddís hace

Tengo que discrepar Don Arturo.

A veces es obligatorio ser valiente y no es opcional ser cobarde. Claro, a menos que quien se merezca el calificativo de cobarde no le importe ser identificado como tal.

¿En que momento la valentía dejo de ser una virtud y la cobardía algo que merezca ser reivindicado? ¿En alguno momento la lealtad dejará ser una virtud y se reivindicará los traidores?

Un afectuoso saludo.

Javier
Javier
21 ddís hace

Lo de que el Rey se quedara, y Sánchez saliera huyendo, tiene fácil explicación: al Rey le va la vida en ello y a Sánchez se la refanfinfla. De todos modos, a los defensores reales sólo decirles que tanto el Rey como Sánchez, en algunos eventos oficiales suelen lucir en el ojal (No en el ojete, por ahora) de la chaqueta el símbolo de la agenda 2030, cual escarapela ocual clavel reventón. Así pues pertenecen ambos al mismo club,y besan ambos la misma mano; esa mano que mece la cuna de la pérdida de soberanía, valores, y hasta de papeles. Así pues a los cortesanos de Felipe VI, sólo darles un pequeño consejo: Lévantense y piensen.

Ricarrob
Ricarrob
21 ddís hace
Responder a  Javier

A don Javier, el pensador o pensante, el único pensante de casi 50 millones de cerebros. Los demás quizás no pensemos pero algún retazo neuronal tenemos. Mi enhorabuena de que el producto tan exquisito de su pensar, tan sumamente sofisticado, sea merecedor de un Nobel. ¡Qué capacidad deductiva! ¡Qué ímpetu neuronal! Merece ser usted uno de los 250.000 asesores de presidencia.

Y, hoy, levantado me he, ya que según don Javier todos permanecemos postrados, y pienso que el rey precisamente lejos está de que le vaya la vida en ello, la vida, ¡por Dios!

Muchas manos y muchas cunas. Hay cunas mecidas por manos maduras y otras por manos zapateras. Manos que remueven la mierda.

Y, diferencias. A esto lleva pensar aunque sea de vez en cuando. Yo y muchos, ni somos ni nos sentimos cortesanos. Solamente respetamos al Jefe del Estado. Por el otro lado… no hay nada digno de respeto.

Un respetuoso y admirado saludo.

Óscar
Óscar
14 ddís hace

Estoy de acuerdo en muchas de las cosas que escribe el señor Reverte, no con este artículo. No veo lucidez en la interpretación de lo que hizo el presidente y los reyes. Incluso creo posible que lo que ocurrió estuviera acordado para mejorar la imagen del rey.

Trulymay
Trulymay
14 ddís hace

Como usted sabe don Arturo, en nuestro querido Madrid, recuerdo en los 70’s en la Uní., y en las calles, cuando repartían leña los grises a caballo, o a pie, y se llevaban a ostias a algunos que asomaban algo más la cabeza., o repartían una octavilla; la gran mayoría de aquellos y aquellas corajudas personas valientes, que se jugaban muchas veces una soberana paliza y varios días en una celda en la DGS, y a veces un puesto de trabajo, eran del PC, o colaboraban con el partido prohibido. En ese tiempo, no conocí a ningún militante del PSOE, ni aficionado siquiera, que tuviera los redaños de aquella gente, lo suyo era militancia de bar, por algo se fundó ese partido en una taberna. Siempre hemos entendido que de raza le viene al galgo. Para mí lo lamentable es el actual cutre nivel de cultura del ejerciente al voto, a este paso acabaran votando a algún famosete de tertulia cotilla del famoseo. No tengo todavía su edad, don Arturo pero comparto al 100 por ciento, su opinión, las nuevas generaciones, tendrán que aguantar su vela, o reaccionar, y echar al psicótico al banquillo. Después de una p. dictadura ver reeditadas aquellas Cortes del Claudillo, es muy lamentable, y cabreante, a algunos/as de las derechas y la simpática progresía de chiste y moqueta, sólo les falta el fino bigotito sobre el labio superior. A mí en el 82 un taxista me advirtió, “Que quiere que le diga, hasta que estos “Felipe & Cía.” Se coloquen y coloquen a la familia, y a los amigos… a mí me da miedo” Aquél Séneca sabía de la vida y de nuestro país, yo no le creí, e incluso en mi ignorancia llegue a pensar que era un facha.