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Una historia de Europa (LXVII)

Aunque las guerras y otras puñetas del siglo XVI (que sobre todo fueron religiosas) no modificaron demasiado el paisaje territorial de la Europa Occidental, ya más o menos definido como lo conocemos ahora (excepto la secesión de los Países Bajos, la presencia de España en Italia y el mediosiglo largo de anexión de Portugal), en el norte y el este continentales sí se estaban produciendo cambios importantes, porque tres potencias locales apretaban fuerte para cortar el bacalao en aquellas poco soleadas tierras. Una era la católica y tridentina Polonia, que durante una temporada fue el chulo de barrio de esos parajes, hasta que empezó a perder territorios a causa de las dentelladas que le daban sus vecinas y rivales, las pujantes Suecia (luterana) y Rusia (iglesia bizantino-ortodoxa), cada vez más poderosas y con más ganas de zamparse el mundo próximo. En Rusia, Iván IV, alias Iván el Terrible, aunque por el oeste no llegó todavía demasiado lejos (los mordiscos a Polonia vendrían más tarde), por el otro lado emprendió la conquista de Siberia y puso los pavos a la sombra a los tártaros de Kazán, Astracán, el bajo Volga y el Caspio; aunque lo más comentado de lo suyo fue la estiba que repartió entre la aristocracia tradicional (los boyardos), sustituyéndola por otra nobleza más dócil (los oprichnik), a la que a cambio de apoyo concedió tierras y un férreo dominio sobre los campesinos que duraría trescientos y pico años, hasta que la Revolución de 1917 (la Historia siempre pasa factura) los hizo a todos, incluido el zar del momento, picadillo bolchevique. En cuanto a la rubia y escandinava Suecia, a finales del XVI estaba a punto de volverse árbitro indiscutible del Báltico y de la Europa septentrional. Regidos por la dinastía Vasa, los suecos empujaban sin complejos en todas direcciones, acojonando a sus vecinas Dinamarca, Noruega, Polonia y Rusia, a las que acabaron dando leña hasta en el carnet de identidad. El rey Carlos IX inauguró en 1604 el nuevo siglo por todo lo alto, su hijo Gustavo Adolfo II mantuvo la buena racha, y su interesantísima hija Cristina, que según el historiador Mommsen era mujer de carácter masculino y de excelsas dotes intelectuales y morales (Greta Garbo la interpretó en el cine), acabaría convirtiendo a Suecia en gran potencia política y militar, antes de abdicar en 1654 para convertirse al catolicismo y retirarse a morir en Roma. Tal era, en líneas generales, el panorama de la Europa nórdica y oriental en los albores del siglo XVII; que también iba a ser, para no perder la costumbre, una centuria movida, interesante y sangrienta. Y si el papel de España había sido fundamental hasta entonces (y aún lo sería durante mucho tiempo), el nuevo período histórico terminó por llevar a Francia a lo más alto de su historia. Tras una larga temporada de conflictos internos con vaivén de reyes incapaces y nobles insolentes y ambiciosos, emputecido todo por el conflicto entre católicos y calvinistas hugonotes que acabó en guerra de religión interior, el país había vivido una jornada de horror en la llamada Noche de San Bartolomé (vean la peli La reina Margot o lean la novela de Dumas), organizada por la reina regente Catalina de Médicis, que fue una señora de armas tomar: como su hijo Carlos IX era un poco indeciso y mierdecilla y los hugonotes le discutían el poder e influían en él, la señora (nacida en Italia, escuela política de Maquiavelo) decidió cortar por lo sano: 20.000 protestantes, que se dice pronto, con su jefe el prestigioso almirante Coligny, fueron masacrados en agosto de 1572 (massacre es una palabra gabacha) con un baño de sangre iniciado en París por los agentes de la reina y completado en provincias por el populacho, encantado de mojar pan en tan divertida salsa. El papa de Roma, que también iba a lo suyo, no vio con mal ojo la carnicería, pues una Francia protestante habría sido para el catolicismo un serio problema. Y la suerte acabó por echar una mano: casi con el siglo se extinguió la dinastía francesa reinante, sin descendencia, y la corona quedó a tiro de piedra de un chaval joven, guaperas, ligón, hábil, bien aconsejado y más listo que los ratones colorados. A la gente le caía simpático y era muy querido y popular. Se llamaba Enrique de Navarra (Enrique el Bearnés para Alejandro Dumas) y era de religión hugonote, o sea, protestante. De la Noche de San Bartolomé se había escapado por los pelos; y ahora, en la extraña tómbola de la vida y la política, le tocaba ser rey de Francia, siempre y cuando se convirtiese al catolicismo, que era condición sine qua non para acceder al trono. Así que adivinen ustedes lo que hizo, o sea. Ni lo pensó. Y fue entonces cuando, chico práctico como era, pronunció una frase que todos aplaudieron y el tiempo haría inmortal: París bien vale una misa.

[Continuará].

____________

Publicado el 17 de noviembre de 2023 en XL Semanal.

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Ricarrob
Ricarrob
1 año hace

Hasta que otro rey, absoluto él, dominador de todos los poderes, cuando ya se habían inventado por Montesquieue, el judicial, el legislativo y el ejecutivo, enmendándole la plana a Enrique el cuarto, borbón para más señas, dijo eso de «La Moncloa bien vale una amnistía y un referendum».

Y la historia sigue…

Francisco Brun
1 año hace

Pareciera que la constante búsqueda por parte de hombres ambiciosos de conquista y poder, más la poderosa cuña de la religión, tiñe toda la historia de color rojo sangre. Hasta que el hartazgo provoca una revolución en donde no queda títere con cabeza, y nuevamente derramamientos de sangre cambian la historia, para que una vez más todo empiece de nuevo.
Me pregunto en qué preciso punto nos encontramos en este siglo XXI, ¿cómo se escribirán las páginas de este momento nuestro?. Permítanme imaginar:
Un joven estudiante en el siglo XXIII enciende su teléfono y escribe el tema que tiene como tarea para la universidad, Historia del siglo XXI, y esto lee:
Un débil equilibrio de cuatro potencias mantenían una cierta tranquilidad, en donde los avances de la ciencia no lograban responder la pregunta trascendental que la filosofía se hacía desde siempre: ¿Cuál es el sentido de la vida?.
La irrupción de un descubrimiento, hallazgo o consecuencia lógica, la inteligencia artificial, produjo un sismo en toda la civilización con consecuencias de más sufrimiento y hambruna.
Una de las herramientas que se utilizaba para entretener y contener a las masas era un deporte conocido como fútbol, el cual se había convertido en el mayor negocio de todos los tiempos con la increíble capacidad de derrocar incluso a gobiernos constituidos.
Otro flagelo que no se pudo resolver fue la droga y sus cárteles que dominaban regiones enteras del planeta.
El principal objetivo sin resolver, era cómo poder garantizar un sistema de vida digno para las 8000 mil millones de personas que ocupaban el planeta.
El calentamiento global no se pudo controlar y el agua de los océanos en todo el planeta invadió cien kilómetros tierra adentro desde las costas. Las tierras altas aumentaron su valor cien veces.
En las grandes ciudades, hordas de desesperados invadieron poblaciones sin respetar absolutamente nada; el famoso museo del Louvre, fue destruido con saña y sus obras de arte apiladas para después quemarlas sin remedio.
Algunas potencias pudieron resguardar millones de libros, en refugios subterráneos muy bien ocultos.
Cuando el agua comenzó a escasear, la situación se descontroló de tal modo que nadie estaba seguro en ningún lado.
Una empresa privada aeroespacial pudo construir un barrio sostenible en el planeta Marte, pero solo para veinte familias.
Un laboratorio que fabricaba armas químicas sufrió una inexplicable fuga, y la bacteria artificial en dos años exterminó a la tercera parte de la población mundial…
Después de leer esto, nuestro amigo estudiante del futuro, apagó su teléfono y se puso a jugar con su perro Juancho, que era un robot muy simpático.

Cordial saludo

Ricarrob
Ricarrob
1 año hace
Responder a  Francisco Brun

Excelente distopìa ha descrito ested, sr. Brun. Y nos podrìa deleitar con la continuación del relato ya que ceeo que puede dar mucho de sí.

Francisco Brun
1 año hace

AJEDREZ, LA GRAN HISTORIA (quinta entrega)

El rey, después de la corrida, llegó al castillo sin mojarse.
El castillo era una fortaleza de piedra que poseía dos enormes torres…o tres, no recuerdo, las cuales, habían soportado durante miles de años, innumerables tormentas, vientos, granizo y también ataques. Todas estas inclemencias, fueron soportadas por las enormes y nobles masas de piedra, que a pesar de estar resquebrajada, se mantenían en pie, porque sus cimientos se construyeron por expertos artesanos albañiles, para poder soportar su enorme peso.
El patio principal estaba rodeado por una galería con estructura de madera, y al final de la misma se podía llegar a los corrales. Por fortuna después de la gran contienda algunos animales, aún compartían el lugar. Un caballo, dos cabras, cinco gallinas ponedoras, un gallo viejo algo desplumado, una vaca de enormes ubres, y una pequeña tortuga, que se perdía con frecuencia.
Por aquellos tiempos los animales tenían la capacidad de hablar entre ellos, pero no lograban encontrar alguna forma de comunicación con los humanos, lo intentaron, pero llegó un momento en el que se aburrieron y no se preocuparon más.
El gayo desplumado le dijo al grupo de animales.

—Llegó el rey, pero a la reina no la veo.

El viejo caballo, que durante su vida útil fue campeón de carreras, y pudo recorrer el mundo entero, ahora se conformaba charlando en el corral, recordando proezas, premios, y siempre recurría a contar una famosa competencia, en la que fue ovacionado por un público entusiasta que gritaba su nombre; siempre por costumbre, Hidalgo, así se llamaba; agregaba sutiles cambios, para que su historia fuese más entretenida; a pesar que todos la conocían de memoria, los atrapaba esa forma de contar, que parecía siempre una historia distinta.

—Lo que a mí me preocupa es no verlo a IA, que es el que nos da de comer y saca el agua del aljibe, el rey no tiene la más pálida idea de cómo se hace, ni qué decir de limpiar el corral. —dijo Hidalgo, mirando por sobre la tranquera con cara preocupada.

—Tienes razón —dijo la vaca—, yo necesito que me ordeñe todos los días, si no lo hace; mis días están contados.

Una de las gallinas, que corría a picotazos a una cucaracha, dijo:

— yo espero que llene el comedero con maíz hoy mismo, porque solo quedan tres granos.

—Yo espero que ni se le ocurra, comer carne de cabra. —dijo Elisa muy preocupada.

La tortuga se llamaba Carolina, y su pasión era meterse en los rincones menos pensados, solo aparecía cuando le daba la gana.
Dentro de todo, la convivencia en el corral era pacífica, sólo se alteraban los ánimos cuando la vieja reina aparecía por allí; a nadie le gustaba su cara. Iba muy poco por suerte. Otro de los momentos difíciles era cuando el caballo Hidalgo, se tiraba una de sus acostumbradas flatulencias que eran memorables, no por lo estruendosas; lo peor venía después.

Continuará

Francisco Brun
1 año hace

no saber si era, ella…o él.

Pie de página, o letra chica:

Las tortugas (Testudines) o quelonios (Chelonia) forman un orden de reptiles (Sauropsida) caracterizados por tener un tronco ancho y corto, y un caparazón que protege los órganos internos de su cuerpo.

El rey cuando llegó después de correr casi cuatro leguas, estaba exhausto, pero al menos no se mojó. Después de subir a lo alto de su torre, se tendió boca arriba en su camastro; pero surgió el primer inconveniente, la lluvia, se convirtió en temporal, y exactamente una gotera, interrumpió su dulce descanso. la única posibilidad era correr el camastro de lugar, pero la cama Real era pesadísima. En aquellas épocas las camas reales pesaban tanto como la responsabilidad que debían llevar sobre sus espaldas los verdaderos reyes. Ante este problema el rey que era muy inteligente comprendió inmediatamente que sin ayuda, ciertas tareas serían imposibles de realizar. Entonces tomó una decisión, en cuanto dejara de llover iría a la casa de IA. Tenía que convencerlo para que trabajara, solo para él.

Continuará

Francisco Brun
1 año hace

AJEDREZ, LA GRAN HISTORIA (sexta entrega)
La intención de la reina era convencerlo, pero definitivamente sabía que IA, no le temía, por lo cual debería de adoptar otra estrategia para engañarlo, y de ese modo convencerlo, para que esté de su parte, y no del lado del rey.
—IAITO, que hermosa casita tienes, tan limpia, tan blanca. Como me gustaría vivir en un lugar así; estaba pensando en remodelar el castillo, pintarlo de blanco, realizar un jardín hermoso, también me gustaría construir una pajarera gigante, digna de reyes…si te interesa hacer algo así, te puedo asegurar que estás contratado de por vida; tendrás muchísimo trabajo; y desde ya te digo que podrás tener tu propio reino. ¿Qué opinas? —dijo la reina con una amplia sonrisa benévola.
IA, la miró con su cara inexpresiva, y después dijo tuteandola:
—¿Me estás hablando en serio?…quiero suponer que si, lamentablemente debo decirte que estoy trabajando en algo muy grande que me ocupa todo el tiempo, no obstante, te puedo evitar el esfuerzo y decirte lo que puedes hacer. En primer lugar, lo más importante es que aprendas a cocinar, es muy importante, salvo que te gusten comer raíces crudas; es una posibilidad, pero te recomiendo practicar realizar platos simples, como por ejemplo: huevos duros, zanahorias y papas hervidas, polenta es otra posibilidad muy sana y nutritiva, lentejas; también puedes cosechar frutas como las manzanas, las uvas; los cítricos o las uvas, te advierto, que para cosechar frutos de árboles necesitarás subir a una escalera o contar con una herramienta y saberla usar. Pero también te conviene usar ropa cómoda de trabajo y te cortes esas larguísimas uñas, tu pelo también debes de cortarlo, o si quieres sujetarlo, porque trabajar con rulos es peligroso, te puedes tropezar.
La reina por poco le salta encima a IA para arañarlo pero se contuvo, y tratando de mantener la calma le dijo:
IAITO, tu no te das cuenta de lo que te estoy proponiendo
—¿Que cosa reina?—le respondió IA, con deseo de que la reunión terminara.
—Si quieres, —le dijo la reina con su mejor cara de simpatía— podemos compartir mi reino para siempre.
IA, se la quedó mirándola un largo rato y después le dijo:
—Debo decirte reina, que tu reino, ya me pertenece; pero no lo quiero ni tampoco lo necesito.
La cara que puso aquella mujer mayor, es indescriptible, era una mezcla de odio, venganza, e intolerancia, jamás visto en todo el universo conocido. Sin decir nada más, salió de esa casa, y comenzó a caminar para el castillo.
En las proximidades de la casa de IA, en un enorme campo sembrado con un yuyito insignificante, había un espantapájaros que custodiaba que los pájaros no se comieran las semillas recién sembradas, pero que ahora se había dado cuenta, que su honorable tarea no tenía sentido alguno, porque ya no quedaba quien podía comer semillas…bueno, ni semillas, ni hojas, ni yuyos; ni nada.
En aquellas épocas los espantapájaros tenían la capacidad de pensar, pero no podían hablar.
El sufrido y tosco muñeco, el cual nadie recordaba, tenía puesto un saco azul descolorido y roto, un sombrero de paja y su cuerpo también…era de paja obviamente. La reina pasó frente a esa marioneta sin alma, sin mirarlo, y por estar tan enojada se resbaló de nuevo y cayó sentada sobre el barro aún fresco. La furia la dominó y empezó a insultar en todos los idiomas que conocía…sánscrito y jeringoso.
—¡La putape mapedrepe que mepe repaperiope!.
Por aquellos tiempos el jeringoso era un idioma que se utilizaba muchísimo.
El espantapájaros al verla tan descontrolada, no podía parar de reír, pero justo la reina lo vio. Y entonces, con una furia que se la llevaba el viento, tomó un palo y se abalanzó sobre el muñeco y empezó a golpearlo como una loca. Después de destrozarlo, estaba tan agotada y excitada que se desvaneció, el pobre espantapájaros quedó esparcido por el suelo; pensando que sus días de gloria habían terminado.
Una ágil liebre que pasaba por allí, se quedó mirando ese estropicio de trapos y paja y pensó: que curioso tanto tiempo espantando pájaros para terminar de ese modo. Esta liebre en particular era muy astuta y observó como la reina demolía a palos al pobre espantapájaros; y no podía entender tanta ira contra algo que solo cumplía con su labor cotidiana. Por su instinto investigativo, la libre que se llamaba Gertrudis decidió averiguarlo.
Gertrudis se ocultó entre unos troncos a esperar que la reina despertara para ver a dónde se dirigía.
Si buscamos en el sitio Wikipedia encontraremos esta información:
Pie de página, o letra chica:
«Liebre es el nombre común de los lepóridos pertenecientes al género Lepus. Las liebres se clasifican en la misma familia que los conejos. Son parecidas en tamaño y forma a los conejos y tienen la misma dieta. Son generalmente herbívoros y de orejas largas, corredores rápidos, y típicamente viven en solitario o en parejas. Las especies de liebre son nativas de África, Eurasia, Norteamérica y el archipiélago japonés.»
No obstante la liebre Gertrudis tenía un defecto demasiado evidente; en la comarca era muy conocida por sus mentiras del tamaño de… una galaxia.
Pie de página, o letra chica:
IC1101 es una galaxia elíptica supergigante en el centro del cúmulo de galaxias Abell 2029. Está a 1,05 mil millones de años luz de distancia, en la constelación de Virgo y está clasificada como una galaxia de clase CD. Fue descubierta el 19 de junio de 1790 por William Herschel.
IC1102, Es enorme. Pero otros también dicen que UGC 2885 que ha estado alimentándose del hidrógeno que emana la estructura filamentosa del espacio intergaláctico, es igual o más grande. Pero en definitiva; a la liebre Gertrudis nadie le creía ni una sola palabra.
Mientras esto ocurría, en el castillo todos los animales en el corral comenzaron a preocuparse. El caballo Hidalgo con su cabeza apoyada sobre la tranquera y moviendo su cola para espantar las cargosas moscas, mirando hacia el patio, le dijo al grupo:
—Me temo estimados contertulios que se nos aproximan días difíciles; si el rey hoy no viene a vernos, me pregunto que vamos a hacer. La cabra Elisa que siempre decía las palabras justas, les dijo:
—,Cuando venga a buscar huevos para comer, lo estaremos esperando; y entonces, debemos pensar una estrategia para que se acuerdo que se tiene que preocupar por nosotros.
Una de las ponedoras, después de tragarse dos cucarachas, dijo:
—Espero que no se le ocurra comer puchero de gallina.
Las ponedoras en el reino tenían cuatro funciones muy importante, la primera y principal era; poner huevos, la segunda satisfacer al gallo…en todo lo que diga, la tercera no pensar, y la cuarta no opinar. Tenían un defecto, si se alborotaban por algún motivo, salían corriendo y cacareando al campo, y el gallo tenía que ir a buscarlas.
Pie de página, o letra chica
Los gallos y gallinas se crían principalmente por su carne y por sus huevos. También se aprovechan sus plumas y algunas variedades se crían y entrenan para su uso en peleas de gallos y como aves ornamentales.
Es un ave omnívora. Su esperanza de vida se encuentra entre los cinco y los diez años, según la raza.

La tortuga se llamaba Alfonsa, era muy escurridiza, a veces aparecía de improviso, y otras veces no se la veía durante semanas enteras. Se decía que se ocultaba en su biblioteca, la cual poseía miles y miles de libros, que lamentablemente nadie leía, los tiempos habían cambiado, por algún motivo. Lo curioso era que nadie jamás pudo saber dónde la tortuga Alfonsa escondía su biblioteca. Muchos admiraban la sabiduría de ese ser superior que con tanta simplicidad podía llevar su casa a cuesta; se podía decir que su hogar era el mundo entero, pero muy pocos entendían su filosofía sencilla pero eficientes. Otra curiosidad de ella, era…no saber si era, ella…o él.
Pie de página, o letra chica:
Las tortugas (Testudines) o quelonios (Chelonia) forman un orden de reptiles (Sauropsida) caracterizados por tener un tronco ancho y corto, y un caparazón que protege los órganos internos de su cuerpo.
El rey cuando llegó después de correr casi cuatro leguas, estaba exhausto, pero al menos no se mojó. Después de subir a lo alto de su torre, se tendió boca arriba en su camastro; pero surgió el primer inconveniente, la lluvia, se convirtió en temporal, y exactamente una gotera, interrumpió su dulce descanso. la única posibilidad era correr el camastro de lugar, pero la cama Real era pesadísima. En aquellas épocas las camas reales pesaban tanto como la responsabilidad que debían llevar sobre sus espaldas los verdaderos reyes. Ante este problema el rey que era muy inteligente comprendió inmediatamente que sin ayuda, ciertas tareas serían imposibles de realizar. Entonces tomó una decisión, en cuanto dejara de llover iría a la casa de IA. Tenía que convencerlo para que trabajara, solo para él.
Continuará

Basurillas
Basurillas
1 año hace

Buenas noches. Simplemente añadir algunas informaciones adicionales a las, creo, escuetas notas referidas a la potencia sueca de estos años, citadas por don Arturo, y extraidas directamente de la Wikipedia:
«Durante el siglo XVll emergió como una potencia europea. Antes del surgimiento del Imperio sueco, era un país muy pobre, escasamente poblado, y con poca participación en asuntos internacionales. Fue repentinamente convertido en una de las naciones líderes en Europa por Axel Oxenstierna y el rey Gustavo II Adolfo de Suecia, gracias a la conquista de territorios de Rusia y Polonia-Lituania, pero también gracias a su participación en la Guerra de los Treinta Años, la cual la convirtió en el líder continentaldel protestantismo hasta el colapso del imperio en 1721.
La guerra de Gustavo II Adolfo en contra del Sacro Imperio Romano-Germánico tuvo un alto costo para este último, donde un tercio de la población murió y casi la mitad de los Estados que lo componían fueron ocupados por los suecos. El plan de Gustavo II Adolfo era cobrar ventaja en el conflicto armado para expandir los límites de su reino. Sin embargo, Gustavo II Adolfo murió después en la batalla de Lützen de 1632, dejando el trono a la menor Cristina de Suecia. Después de la batalla de Nördlingen Suecia se retiró porque se cansó de las penurias de la guerra y perdió su poderío en la zona sur de la actual Alemania, y las provincias conquistadas se separaron del dominio sueco una a una, dejándola con solo un par de territorios en el norte: Pomerania Sueca, Bremen-Verden y Wismar.​
A mediados del siglo XVll, era el tercer país más extenso en Europa, solo superado por Rusia y España.»
No fue moco de pavo Suecia en esta época, poniendo en jaque a las potencias católicas de la época.
Saludos