Con la derrota y liquidación política de Napoleón III en la desastrosa guerra franco-prusiana (desastrosa para Francia, se entiende), Alemania, con su férreo canciller Bismarck al mando y con el emperador Guillermo I en segundo plano, se había convertido en la potencia militar absoluta; pero es que, además, poseedora de la mayor siderurgia del continente (los Krupp y compañía, que vendían armamento hasta a los enemigos), incluso le mojaba la oreja a Inglaterra en ciencia, artes y tecnología. La cosa, que iba muy bien, sólo cojeaba en lo político, porque ahí el progreso era escaso. Ocurría en el Reich alemán y prusiano lo que en el resto de Europa a excepción de Rusia (reducida a un asunto de amos reaccionarios y esclavos sumisos): los propietarios, grandes industriales y otros privilegiados, que tenían todas las sartenes por el mango, estaban cada vez más mosqueados con los de abajo. Veían venir el nublado, por supuesto, aunque los tranquilizaba saber a la chusma incapaz todavía de organizarse de una manera eficaz para la violencia revolucionaria; y cuando tales pasos se daban, solía salir el cochino mal capado. El sangriento fracaso de la Comuna en Francia (de eso hablaremos en el próximo capítulo, porque tiene candela), por ejemplo, echaba a muchos para atrás. Dicho en corto, la breva de materializar las aspiraciones de las masas todavía no estaba madura, y ni siquiera las propias masas se aclaraban al respecto. Por esto resulta interesante, sobre este particular, fijarse en la Alemania de Bismarck. Dispuesto a prusianizar por el morro a todo cristo, el canciller boche (para situarnos ideológicamente, señalemos que detestaba con toda su alma el sistema político británico) se dedicó durante sus veinte años de poder indiscutido a torear por los dos pitones a los dirigentes parlamentarios. Incluso a la Iglesia Católica, minoritaria desde la reforma protestante, le puso los pavos a la sombra, o quiso hacerlo, puteándola con el poderoso aparato del estado (Kulturkampf se llamó aquello, ya se iban definiendo deliciosas palabritas del futuro); aunque en eso no tuvo éxito, y un partido católico independiente y disciplinado se mantuvo como fuerza opositora, lo que tuvo su mérito. Todo eso lo hizo Bismarck con bastante desahogo, consciente de tres cosas. Una, que la mayoría de los presuntos opositores del Parlamento no aspiraba a quitarles el poder a él y al káiser, sino sólo a gozar de la suficiente libertad y derechos personales y, naturalmente, trincar lo más posible. El segundo factor manejado por el hábil canciller (que conocía a sus paisanos como si los hubiera parido) fue comprobar que era posible buscarse la vida al margen o por encima de los partidos políticos, manejándolos a favor o en contra según las necesidades de cada momento, y que los electores, almas benditas, podían ser llevados al huerto mediante una propaganda estatal eficaz (experiencia que resultó bien aprendida para un futuro más o menos próximo). Y en tercer lugar, tanto Bismarck como el monarca estaban seguros de contar con el aplauso de la mayoría de la población, lo mismo los de arriba que los de abajo. Y es que al patriota alemán medio, al de toda la vida, se le hacía el ojete agua de limón con el paternalismo feudal del káiser y el Reich. Hay un viejo refrán que sostiene que sarna con gusto no pica, y eso es precisamente lo que pasaba: que a la mayor parte de los alemanes de la época no les picaba en absoluto aquella sarna totalitaria, sino que marcar el paso de la oca los ponía calientes (como luego los pondría con Hitler, estirando un poquito más el brazo). La monarquía era respetadísima, como digo, y sólo el tiempo y la torpe gestión del siguiente káiser, Guillermo II (un idiota redondo, compacto, sin poros), con trágicas consecuencias que desembocaron en la Primera Guerra Mundial, harían derrumbarse tan desaforada veneración. Por lo demás, otro factor destacable era el ejército alemán, tan prestigioso que resultaba casi sagrado: virtudes militares, obediencia, disciplina, suscitaban respeto y entusiasmo, todo buen alemán suspiraba por obtener títulos y condecoraciones, muchos eran capaces de vender a su hija por conseguir un von delante del apellido, había uniformes militares o civiles hasta en la sopa, y el más mísero funcionario de provincias se paseaba orgulloso con sus aires de mando, sus insignias y su gorra. Para visitar el ambiente recomiendo una divertida película alemana, El capitán de Köpenick, que cuenta el caso real de cómo un audaz estafador, por el simple hecho de vestirse con uniforme del ejército, puso un pueblo entero a su disposición, se hizo obedecer por todos y robó la caja del ayuntamiento.
[Continuará].
____________
Publicado el 24 de enero de 2025 en XL Semanal.
Entregas de Una historia de Europa:
- Una historia de Europa (I)
- Una historia de Europa (II)
- Una historia de Europa (III)
- Una historia de Europa (IV)
- Una historia de Europa (V)
- Una historia de Europa (VI)
- Una historia de Europa (VII)
- Una historia de Europa (VIII)
- Una historia de Europa (IX)
- Una historia de Europa (X)
- Una historia de Europa (XI)
- Una historia de Europa (XII)
- Una historia de Europa (XIII)
- Una historia de Europa (XIV)
- Una historia de Europa (XV)
- Una historia de Europa (XVI)
- Una historia de Europa (XVII)
- Una historia de Europa (XVIII)
- Una historia de Europa (XIX)
- Una historia de Europa (XX)
- Una historia de Europa (XXI)
- Una historia de Europa (XXII)
- Una historia de Europa (XXIII)
- Una historia de Europa (XXIV)
- Una historia de Europa (XXV)
- Una historia de Europa (XXVI)
- Una historia de Europa (XXVII)
- Una historia de Europa (XXVIII)
- Una historia de Europa (XXIX)
- Una historia de Europa (XXX)
- Una historia de Europa (XXXI)
- Una historia de Europa (XXXII)
- Una historia de Europa (XXXIII)
- Una historia de Europa (XXXIV)
- Una historia de Europa (XXXV)
- Una historia de Europa (XXXVI)
- Una historia de Europa (XXXVII)
- Una historia de Europa (XXXVIII)
- Una historia de Europa (XXXIX)
- Una historia de Europa (XL)
- Una historia de Europa (XLI)
- Una historia de Europa (XLII)
- Una historia de Europa (XLIII)
- Una historia de Europa (XLIV)
- Una historia de Europa (XLV)
- Una historia de Europa (XLVI)
- Una historia de Europa (XLVII)
- Una historia de Europa (XLVIII)
- Una historia de Europa (XLIX)
- Una historia de Europa (L)
- Una historia de Europa (LI)
- Una historia de Europa (LII)
- Una historia de Europa (LIII)
- Una historia de Europa (LIV)
- Una historia de Europa (LV)
- Una historia de Europa (LVI)
- Una historia de Europa (LVII)
- Una historia de Europa (LVIII)
- Una historia de Europa (LIX)
- Una historia de Europa (LX)
- Una historia de Europa (LXI)
- Una historia de Europa (LXII)
- Una historia de Europa (LXIII)
- Una historia de Europa (LXIV)
- Una historia de Europa (LXV)
- Una historia de Europa (LXVI)
- Una historia de Europa (LXVII)
- Una historia de Europa (LXVIII)
- Una historia de Europa (LXIX)
- Una historia de Europa (LXX)
- Una historia de Europa (LXXI)
- Una historia de Europa (LXXII)
- Una historia de Europa (LXXIII)
- Una historia de Europa (LXXV)
- Una historia de Europa (LXXVI)
- Una historia de Europa (LXXVII)
- Una historia de Europa (LXXVIII)
- Una historia de Europa (LXXIX)
- Una historia de Europa (LXXX)
- Una historia de Europa (LXXXI)
- Una historia de Europa (LXXXII)
- Una historia de Europa (LXXXIII)
- Una historia de Europa (LXXXIV)
- Una historia de Europa (LXXXV)
- Una historia de Europa (LXXXVI)
- Una historia de Europa (LXXXVII)
- Una historia de Europa (LXXXVIII)
- Una historia de Europa (LXXXIX)
- Una historia de Europa (XC)
- Una historia de Europa (XCI)
- Una historia de Europa (XCII)
- Una historia de Europa (XCIII)
- Una historia de Europa (XCIV)
- Una historia de Europa (XCV)
- Una historia de Europa (XCVI)
- Una historia de Europa (XCVII)
-
Chris Whitaker: “Fui un niño con un trauma y me he pasado la vida reconduciéndome”
/febrero 19, 2025/Whitaker, que reconoce en este sentido que él fue “un niño con un trauma”, marcado por la separación de sus padres, la violencia que ejercía el posterior compañero de su madre y el abuso del alcohol y las drogas durante su adolescencia, asegura que ha pasado la vida “reconduciéndome”. La trama de Todos los colores de la oscuridad (Salamandra) se sitúa en Monta Clare, Misuri, en 1975, donde la desaparición de varias niñas quiebra la sensación de seguridad característica de esta pequeña comunidad, que se agrava cuando Joseph Patch Macauley, más conocido como Patch, es secuestrado al intentar salvar a…
-
David Grann, el escritor favorito de Scorsese: “La verdad es más extraña que la ficción”
/febrero 19, 2025/Foto de portada: © Rebecca Mansell “Es una historia con muchos giros sorprendentes (…), a veces la verdad es más extraña que la ficción”, ha dicho Grann en rueda de prensa telemática, coincidiendo con el lanzamiento en español de Los náufragos del Wager (Random House). Referente de la novela histórica de no ficción en Estados Unidos, Grann es también periodista en The New Yorker y el rigor es su máxima a la hora de escribir historias como esta, a la que dedicó dos años solo en la fase de investigación —fueron cinco en total—. Estaba recabando información general sobre los motines…
-
8 poemas de Piro Jaramillo
/febrero 19, 2025/*** Mochilas pintadas con liquid paper Están tocando música sarpada en una sala húmeda y oscura. El batero toca su bata como si quisiera enterrarla en el núcleo terrestre. Tratan de sonar igual que su banda favorita. Están bien sin presiones. No quieren sellos ni demos. Quieren partir el riff al medio con un solo que hace BRRR. Piensan que va a quedar bien con los movimientos del cantante, un chico que fue al industrial y perdió un brazo en el torno. Ensayan todos los sábados frente a unas chicas que los admiran. Siempre andan con mochilas pintadas con liquid…
-
Atravesando esferas
/febrero 19, 2025/Al Corpus hermético (Poimandres), compuesto por 17 textos que hoy datamos entre el 100 y el 300 AD, esta edición añade el Asclepio (“libro sagrado de Hermes Trismegisto dedicado a Asclepio”), el más largo y complejo de los tratados herméticos, cuya traducción al latín circuló durante la época medieval en la Europa occidental. También se incorpora una selección de los Extractos de Estobeo, erudito del siglo V, y las muy breves pero no menos importantes aportaciones del Manuscrito de Oxford, el Papiro de Viena y La Ogdóada y la Enéada. Este último texto, procedente del Códice VI de la Biblioteca…
El eterno retorno. Desde los estoicos, desde las religiones induistas, desde Schopenhauer y, sobre todo Nitzsche, muchos han pensado en esta teoría de la repetición incesante de la historia. El eterno retorno.
Alemania volvió a repetir la desastrosa experiencia. Los escudos, las banderas, las medallas, los cánticos y los símbolos de grandeza, los eslóganes simples, parecen enervar a las masas. Desde los años veinte del pasado siglo, un sarpullido de autoritarismo, militarismo y totalitarismo invadió poco a poco Europa. No nos acordamos. No. Y eso es desmemoria. En qué desemboca la falta de democracia.
De nuevo estamos en los años veinte, del siglo XXI en este caso. Sólo cien añitos han pasado. Y, de nuevo han aparecido los “KAISERS”. Y el gusto por la guerra. ¡Qué peligro! Como hongos han salido de esta sociedad enferma: el putinismo, el trumpismo, el lepenismo, el neonacismo en Alemania y Austria, el orbanismo húngaro, el melonismo, etc. Y de nuevo los nacionalismos como en el XIX. Los nacionalismos. Intrínsecamente unidos al totalitarismo, al supremacismo, a la exclusión del “otro”.
Todos los “ismos” reunidos de nuevo, una vez más. Eterno retorno.
Se han modernizado las técnicas. Ya no son las águilas imperiales, los cascos rematados en punta, las banderas nacionalistas, las esvásticas. Ahora son los relatos, la posverdad, las extravagancias electorales, los pretendidos disparos a la oreja, el sometimiento del poder judicial, los parlamentos inoperantes con minorías mamandurrionas y carguísticas, los eslóganes repetitivos y absurdos, internet, etc.
Por lo tanto, el siguiente texto de don Arturo, referido a la Alemania del Segundo Reich:
“… al margen o por encima de los partidos políticos, manejándolos a favor o en contra según las necesidades de cada momento, y que los electores, almas benditas, podían ser llevados al huerto mediante una propaganda estatal eficaz…”,
se puede perfectamente aplicar hoy en día a muchos de los pretendidos países democráticos incluido el nuestro.
Las plagas. El Covid. Mucho peor que el Covid, la sarna totalitaria ha invadido en una inmensa plaga, de la que no somos conscientes, casi todas las sociedades.
La sarna totalitaria. Acabará picándonos, claro que nos picará, tarde o temprano. Eterno retorno.
Quizás tenemos que sobrellevar, admitir y quedarnos a observar. Quizás no nos quede otra. Quizás, a los que somos conscientes, solamente nos queda rascarnos… el picor. Nos quedan épocas de rascar y rascar…
El eterno retorno.
Saludos a todos.
Se olvidó usted del sanchismo
Lleva usted razòn. Me he olvidado de varios. También del madurismo, del petrismo del orteguismo, del lukhasenskismo… … …
Una forma de desinformación es mezclar verdades con mentiras. Podría evitarlas, son muy evidentes; a menos que solo recurra a sus cojones y le valga poco la verdad. Ejemplo: cuando refiere a que han surgido como hongos los promotores de la guerra en esta sociedad enferma (sus ideas, aclaro). Pone putinismo y trumpismo. Ambas referencias falsas. Para la primera, está una y otra vez las evidencias de diferentes fuentes, de que Rusia no inició la guerra, la iniciaron los gringos con intención de expandir la OTAN. ¿Requiere una fuente profesional? Va: “Why is Ukraine the West´s Fault? Es de un politólogo de la U de Chicago. Ahora, creer que hay diferencias profundas entre trumpismo y otras versiones gringas, es candidez; solo cambian la forma, nunca el fondo. Los gringos son un estado criminal, narco, ya histórico. Las guerras (en todas sus versiones modernas o tradicionales) emprendidas por los gringos están ahí: Ucrania la penúltima. En lo de narcos, es también historia. Nunca hay nada que se produzca si no hay una demanda (drogas), y son más de 30 millones adictos en Gringolandia, con una estructura interna de distribución de todo tipo de drogas siempre intacta, signo de que sus políticas de combate no pretenden acabar con el negocio.
¡Guerra!, ¿Qué guerra?. Lo que los gringos iniciaron en Ucrania fue una operación militar especial.
Muy señor mío, estimado, lo soez no quita lo valiente. Diferencias de opiniòn, haberlas haylas. Siempre. Usted piensa una cosa y yo pienso otra. Es así de sencillo. No es necesario descalificar al otro ni sacar los cojones al aire. Que se enfrían. Cada uno da su opiniòn y listo. Luego, el tiempo dirá quién llevaba razòn. O no. Sin cojones, que no van al caso.
Pero permírane decirle dos cosas que he deducido de su diatriba. Una es que usted tiene un sesgo muy acusado de dogmatismo podemita, cosa que no le coloca a usted dentro de lo psicològicamente equilibrado. Otra es que mis opiniones creo que son bastante moderadas y que critico tanto a los “hunos” como a los “hotros”.
Pero bueno, hay que asumir que las posiciones centradas y equilibradas son objeto siempre del ataque de los extremos màs extremos.
Por favor, señor mío, aprenda y asuma que hay posturas y posiciones dustintas a las suyas. Un mundo homogéneo, lleno solamente de podemitas, serìa muy aburrido. Tremendamente aburrido.
Le digo esto, por mis cojones.
Saludos nana, nada, cordiales.
Buenos días Sr Pérez Reverte.
La descripción que hace en su artículo del pueblo alemán se mantiene en la actualidad, parece que no han cambiado mucho.
Mis nietos van al Colegio Alemán y la disciplina que aplican es quasi militar comparada con la de los colegios españoles. Son muy cuadriculados y se quejan de lo indisciplinados que son los niños hispanos.
Me recuerdan un poco a la rigidez de mi colegio del siglo pasado, aunque a mí no me parecía mal.
Me castigaron varias veces, en alguna ocasión de forma humillante, pero esos castigos no hicieron mella en mi espíritu, más bien salí reforzada y guardo un magnífico recuerdo de mi paso por las Calasancias.
Hace unos días me enteré de que se puede visitar el refugio de Hitler, aunque los alemanes no hacen ninguna propaganda.
Creo que se llamaba El nido del águila o algo así y está en un sitio privilegiado con un extraordinario paisaje, lo sabía?
Como siempre, un artículo muy interesante.
En la década del 60, yo comencé con mi enseñanza primaria en un colegio alemán, aquí en Argentina. Hace ya mucho tiempo, pero aún recuerdo que el ambiente siempre fue excelente. Puedo asegurar que se fomentaban las reuniones familiares; recuerdo a mis maestras con muchísimo cariño; me prestaban la atención debida tanto a mi como a mis otros compañeros y lo hacían, viéndolo desde la distancia, ahora como un adulto, con muchísima vocación.
Tenía un profesor de gimnasia que también llevaba adelante la hora de música, y nos enseñaba canciones tocando su acordeón.
Otra de las actividades que se desarrollaban una vez al año, era la fiesta de la juventud, consistía en desarrollar entre varios colegios alemanes competencias deportivas, esto duraba un día y se hacía en clubes realmente enormes, con una extensión de verde impecables en donde se competía en diversas disciplinas, como: carrera de velocidad, de posta, salto en largo, jabalina, entre otras. Íbamos con nuestros padres, y cada familia hacía su picnic, mientras disfrutaban de las competencias.
Es curioso como aún me quedan grabados aquellos momentos de mi infancia; puedo asegurar que en esa época fue muy feliz.
El porqué
Por qué Francia fracasó
Mientras triunfaba Alemania?
Así lo interpreto yo
Desde la vecina España:
Tocar un poco de todo
Es como no tocar nada…
Donde Bismarck acertó
Su homólogo divagaba.
Alemania floreció
Entre acerías y fábricas
Y Francia se disolvió
Nadando en un mar de lágrimas.
Luego la cosa cambió,
Porque cambió la batalla,
La guerra fue comercial
Buscando un mercado en alza.
Ahí la pérfida Albión
Quería cortar la tarta,
Ya provocó la traición
De toda América Hispana.
Al sobrarle su excedente
La laboriosa Germanía
Fue buscando lo emergente
Y enfadó a la Gran Bretaña.
En mutación de papeles,
Propio de su propaganda,
Francia, con sus aranceles,
Pasó de enemiga a aliada.
El choque estaba servido,
Después se vendió la farsa…
Las guerras son por dinero,
Nunca por la democracia.
“Poderoso caballero es don dinero…”
Francisco de Quevedo y Villegas.
Nace en el BCE honrado,
Donde Europa le acompaña;
Viene a morir en Moncloa,
Y es en las Caimán enterrado.
Y pues los Koldos de al lado
Es mafioso, aunque sea indigno,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Muy bueno… Eso diría hoy Quevedo
El por qué. Fundamenta E. Todd (politólogo, sociólogo, historiador): ganaron en general los países protestantes por optar por una sociedad más abierta y educada, y en contra de la opción de la iglesia católica de optar por lo contrario. Bien pudo poner de ejemplo a Francia o a España. E. Todd fue el primero en predecir la caída de la Unión Soviética, y ahora la caída de Occidente.
No creo que tenga nada que ver la religión que se profese mayoritariamente en un país con el éxito o fracaso que pueda obtener ese país en el concierto de las naciones del mundo.
Son sus gobernantes, los que aciertan o fallan a la hora de ejercer la acción de gobierno, quienes pueden impulsar a su nación hacia un lado u otro de la balanza.
En cuanto a guerras ya sean militares o comerciales las católicas Francia y España ganaron la guerra de sucesión española frente al candidato austracista apoyado por las protestantes Inglaterra y Holanda, o Reino Unido y Países Bajos sí usted prefiere, eso sí dejándonos en la gatera Gibraltar y Menorca, que se recuperó.
Francia dominó Europa varias décadas después de esa guerra y si al final colapsó fue por motivos diferentes a la religión.
Además siendo un poco imaginativo quienes más veces suelen ganar las guerras, y no siempre de forma muy educada, en lo que a religión se refiere son los judíos.
Una antisemita Francia perdió contra Prusia, una antisemita Alemania perdió dos guerras mundiales, la URSS, fundada por judíos, se hizo antisemita y desapareció, y España, que fue la última en expulsar a los judíos, integrando más del 80 por ciento de su población en España, sigue padecimiento su leyenda negra.
Así lo veo yo.
Por cierto no sé quién es ese Tood, seguiré en mi ignorancia.
El sr. Todd, interesante personaje, es tachado por la mayoría de academicos reputados como un gran reduccionista. Su público, sus lectores, son mayoritariamenre no académicos. Algunas de sus teorías, salvando las distancias, me recuerdan a los desvaríos zapateristas.
Concretamente, a mi me parece mucho más creible la teorìa de Max Weber sobre el por qué de la preeminencia de la cultura protestante y calvinista sobre las culturas catolico-romanas. Las claves son el trabajo versus molicie. A la sociedad puritana inglesa del XVII se le puede llamar de todo menos abierta. Fueron el origen, el germen de USA. Cerrados, dogmáticos, quema-brujas, fanáticos…
Respecto a las predicciones… ¡son tan relativas! Unas veces se acierta y otras no, como le pasó al “final de la historia” de Fukuyama. Yo puedo predecir hoy que la Otan desaparecerá en breve y tengo un 50% de posibilidades de acertar. Es totalmente imposible que el sr. Todd conociera a priori, en su tiempo, la multitud de circunstancias y parámetros que conllevaron a la caida de la U. Soviètica.
Respecto a la caìda de Occidente, creo que son más los deseos del sr. Todd (y de muchos otros) que efectivas realidades. Pero, bueno, a lo mejor suena la flauta… quizàs el sr. Todd es descendiente directo de Nostradamus…
Creo que fue el canciller Bismark, que alguien me corrija si me equivoco, el que esbozó el primer sistema de protección social de Europa al decretar la creación de un seguro de pensiones para la vejez.
Alemania; la Alemania de finales del XIX y principios del XX, se parece mucho a la actual República Popular China. Un país con una fuerza laboral y demográfica imponente, con un capital que se puso a invertir como loco en innovación y desarrollo, pero con un acceso muy limitado al mar y con muy pocos recursos naturales y materias primas, lo cual le promocionó para ser el rival perfecto contra la “anglosajonia” global.
Por cierto, si el bueno del canciller viera ahora su solar patrio a buen seguro calaba balloneta y corría a más de uno strasse abajo.
Todo un personaje el bueno de Don Otto.
Excelente artículo Don Arturo. Sólo una apreciación por mi parte: yo siempre creí que la ruina de Alemania empezó con Hitler, pero no es cierto, estaba equivocado. La ruina empezó precisamente con Bismarck puesto que perdió la I Guerra Mundial dando lugar a una catástrofe económica, social y política sin precedentes. El caldo previo y perfecto para el ascenso de Adolf (NSPD) al poder. Cosas de la Historia.
Perdone la corrección pero la IGM la perdieron Hindemburg y Guillermo II. Hindemburg, el que luego coronaría canciller a Hitler.
Eso sí, Bismarck sentó las bases ideològicas para los posteriores desastres, repartió África, y fue cabeza familiar de la conquistadora de Marbella. Sus descendientes siguen viviendo del cuento y de p… madre.
Saludos.
Bueno, aprovechando la sorna, el sarcasmo, la ironía y la gracieta del artículo de esta semana de don Arturo: y lo real y fantástico al mismo tiempo del mundo actual lleno de salvajismos, mentiras, peligros y líderes medio pensionistas de la inutil y patente locura, deseosos de liarla de una forma u otra…he decidido, como buen funcionario de la pluma y la tecla, tomarme por mi cuenta y riesgo el día libre por asuntos propios que me corresponde por el Convenio Colectivo de nuestro club de poetas muertos. Me retiro, cual Carlos V de Alemania al Yuste mediático, a meditar y cuidarme el ataque agudo de gota (no se si fría, caliente o templada) que me aqueja desde hace casi una semana. Que San Gila, San Mister Bean y la cofradía del santoral de Monty Phyton, de Tip y Col y Martes y Trece les sean clementes y afilen nuestra percepción y talento para el largo peregrinaje por lo absurdo que nos espera. Un abrazo compañeros de lecturas y escrituras. Y recuerden que lo de Ein Volk, ein Reich, ein Führer nunca ha sido derogado del todo…ni parece que lo será en un tiempo prudencial.
Que se mejore señor B.
Un saludo.
Muchas gracias y un fuerte abrazo. Hoy al fin pude andar sin dolor al apoyar el pie y pude acudir a la reunión mensual de amigos.
Ánimo pues, poco a poco se llega lejos.
Que se mejore, sr. B. Yo sufrí a finales del pasado año una extrema gotosidad, primero en un pie y luego en el otro. Me duró mes y medio y con medicación. El problema es la lista de comidas prohibidas para los que tienen gota. Es un horror. Al final parece que tiene purinas y produce ácido úrico hasta el pan. Si fuera por los médicos, los gotosos nos mantendríamos de pan y agua. Además, la incalificable colchicina produce unos efectos desatascadores lamentables. Pero, bueno, mejor es tener diarrea de este tipo que no mental…
Que se mejore y un abrazo.
Muchas gracias. Usted entiende bien este calvario. Cuando piensas que comer cualquier cosa además de verduras poco hechas y sin sal es un riesgo inasumible. La compañera Colchi trato de mantenerla en dosis pequeñas para obviar lo más posible los efectos secundarios y para evitar los más demoledores. Y como le dije al amigo Aguijón, ya veo algo de luz al final del tunel. Del de la situación mundial no tanto, con ese espejismo de haber dejado la conducción del mundo a unos cuantos locazos, y sin que se hayan leído antes el manual de instrucciones del vehículo.
Un fuerte abrazo.