PERROL FLYNN:
Miembro del Olimpo de los actores del Hollywood clásico, y según cuentan, menudo miembro, puesto que con él era capaz de tocar el piano. Aunque vivió multitud de aventuras, tanto en la pantalla como fuera de ella, fracasó en su intento de mantener una con Olivia de Havilland, su partenaire en muchas de sus películas, como Robin de los bosques, Capitán Blood, La carga de la brigada ligera o Murieron con las botas puestas. Es escuchar su nombre y, cual magdalena de Proust, varias generaciones se retrotraen a otros tiempos, a una infancia con sabor a pan con chocolate y buen cine los sábados por la tarde; un poso que los actuales telefilms alemanes de sobremesa de fin de semana no podrán dejar jamás.
Buena semblanza del gran Perrol. Te ha faltado contar que fue chico educado de casa, que sabía poner una letra detrás de otra y que tiene por ahí unas memorias que alguien con criterio tradujo al español como «Gallardo y calavera». Me permito recomendártelas porque intuyo que has de disfrutarlas.