Poemas (de urgencia) de Fernando Beltrán

Zenda recupera ocho poemas de El gallo de Bagdad, libro editado en 1991 por la mítica colección de poesía Endymion. Está escrito durante los primeros once días de la Guerra del Golfo, según iban llegando las noticias. Beltrán los llamó ‘Poemas de Urgencia’, y con esa misma urgencia y con idéntico dolor vuelven 31 años después para constatar que el ser humano es capaz de seguir cometiendo idénticos errores. Fernando Beltrán los dedica al recuerdo de César de Vicente Hernando, teórico de la literatura y figura fundamental del teatro político en España, director de escena y profesor de la Universidad de Almería, fallecido el 21 de enero a los 59 años. Hace sólo unos meses le había propuesto a Beltrán reeditar El Gallo de Bagdad, en una edición crítica que él mismo le haría, junto al texto A cold coming, del poeta inglés Tony Harrison.

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Gallos de pelea

Cantó el gallo en mitad del bombardeo.
Como si no supiera
que esta guerra es un duelo entre dos dioses
y quisiera ser él el tercero en discordia.
como si el muy necio intentara
convencerse a sí mismo
que a las cinco amanece
a pesar de los hombres

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Arenga

La guerra es dolorosa, absurda, necesaria.
sin ella
no se puede vencer,
ni cambiar cada mes
el abrigo de piel de la moqueta,
ni comprar un cartón de tabaco escocés
una copa de llantas parabólicas
o un condón de ternura ultrasensible
para hacer el amor y no la guerra

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Con los cinco sentidos

Nuestros aviones llegan
sin ser vistos ni oídos.
Nuestros aviones bombardean
sin ser vistos ni oídos.
Nuestros aviones matan
sin ser vistos ni oídos.
Sólo el tacto, el olfato y el sabor
de la sangre en la boca,
les hace sentir frío y les devuelve
el sentido común a los que han muerto

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Dios

No nos gusta matar.
somos
por fortuna creyentes,
por fortuna ricos
de corazón, por fortuna dueños
de artefactos que matan por fortuna
solamente al pobre
hombre que cruce infortunado
un lugar estratégico

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Teletipo

El enemigo
será borrado en breve
de la paz de la tierra

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Panorama

Desde el aire
la tierra es un inmenso óleo,
el radar una lupa
y un pincel la metralla
restaurando la tela.
Desde el aire
los hombres sólo son
naturalezas muertas

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Epitafio

Murió como una bala.
Aún no sabe que ha muerto

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Enviado especial

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Poemas de El Gallo de Bagdad de Fernando Beltrán. Editorial: Endymion, 1991. Dibujo de portada de Ginés Liébana para la primera edición.