Pasamos la vida con libros de poemas en las manos, citamos versos que dicen mejor que nosotros mismos aquello que ha sufrido nuestra piel. La poesía, los poemas y los poetas forman parte de nuestra existencia, nos definen y vertebran; son, sin duda, la mejor herramienta para vencer la orfandad a la que nos expone el día a día.
Sin embargo, algo ocurre —como en todos los misterios del arte— cuando nos imponemos la necesidad de buscar definiciones: ¿qué es la poesía?, ¿cuándo un poema es un poema?, ¿qué hace al poeta? Preguntas que el osado contestará en apenas unas palabras, pero ante las que el lector consciente del alcance de estos elementos en su vida, en la vida, guardará un respetuoso silencio.
Ni ellos mismos, ni los poetas, tan hábiles en el oficio de escribir lo «inescribible», son capaces, a veces, de dar respuesta a estas preguntas. “Poesía es todo lo que no puede abarcar la definición de poesía”, dejaría escrito Jean Tardieu, casi un oxímoron que impacta en la frente de cualquiera para iluminar, con esa imprecisión, la precisión más perfecta sobre qué es una poesía.
¿Y un poema? “Una aventura, una búsqueda, como el que se interna en un oscuro bosque y va abriéndose camino con la luz y el cuchillo de la palabra”. Lo firma la cordobesa Ángeles Mora, en una invitación al misterio y la odisea.
Otras, como Aurora Luque, han trazado el perfil de la sombra del escritor de versos: “Todos los poetas somos, de alguna manera, camaradas de Ícaro: fabricamos nuestras alas con las partículas doradas que flotan sobre las horas de placer”.
La editorial Hiperión ha abierto una nueva puerta en el debate sobre estos misterios. Lo ha hecho hace unas pocas semanas con la publicación de Poesía ¿eres tú?, un volumen en el que Fermín Herrero y Jesús Munárriz acumulan más de 3.000 citas sobre la poesía, el poema y el poeta de centenares de autores universales.
De Platón a Houellebecq, de Roger Wolfe a Dionisia García, de Kavafis a Goethe… los compiladores han atesorado esos millares de citas (y no solo de poetas) en torno a las tres inabarcables palabras —recuerden: poesía, poema, poeta— durante años de intensas y necesarias lecturas con el objetivo de “dar con la naturaleza última y esquiva de la poesía”, pese a tener claro, ambos, que nunca lo van a conseguir: “No nos encontraremos con ella jamás, y nos resta buscar consuelo en los intentos”, explica Herrero en el prólogo de un libro que casi alcanza las 350 páginas.
Así, el lector que busque esa luz última que ofrezca una definición exacta de poesía, poema o poeta, encontrará en el volumen un punto de partida, la voz de cientos de escritores y escritoras que han fracaso antes, pero que ofrecen bellísimas, interesantes, superficiales, crípticas, amorosas… formas de acercamiento a este arte y sus misterios.
Invitan los compiladores a que sean ahora los demás los que engrosen la lista de citas, y advierten que habrá más volúmenes, pues la metapoesía —si así puede llamarse— es quizá la intriga última del poeta que se sabe entregado a un oficio que jamás cumplirá en su plenitud.
“No hay poesía sin poema” —Gabriel Celaya
“La poesía es un vicio, y de los más entrañables y deliciosos” —Luis Alberto de Cuenca
“No escribes el poema / sino su nostalgia, / su última penuria” —Ana María del Re
“La poesía es secreto hablado” —María Zambrano
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Título: Poesía ¿eres tú?: Aproximaciones a la poesía, el poema y el poeta. Editorial: Hiperión. Venta: Amazon
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