El Grupo Planeta celebra su setenta aniversario a lo grande, por no decir que declarando una guerra. El titán editorial ha robado a su competidor Penguin Random House dos de sus más potentes autores, Javier Cercas y Manuel Vilas, quienes este martes 15 de octubre han entrado en el palmarés del Premio Planeta. Cercas como ganador, con la novela Terra alta, y Vilas como finalista, con Alegría.
El anuncio se ha hecho en la tradicional cena literaria donde se entrega el premio, que este año se celebró en el Museo Nacional de Arte de Cataluña y con una serie de violentas protestas de grupos vinculados al independentismo en Barcelona y Girona. Tanto la presidenta del congreso de los Diputados, Meritxell Batet, como la vicepresidenta Carman Calvo, se marcharon nada más acabar el acto. También la alcaldesa Ada Colau y el líder del PSC Miquel Iceta. La ciudad echaba humo, literal y metafóricamente.
A pesar del entorno, la noticia del Planeta sigue siendo mayúscula, por lo que significa editorialmente. El Premio Planeta ha retomado así el tuétano más literario con dos autores especialmente potentes. Javier Cercas regresa al grupo tras publicar hace más de 20 años Soldados de Salamina, una novela editada por Tusquets y que lo consagró literariamente. El libro sobrepasó las diez ediciones y fue adaptado al cine por David Trueba.
Tras Soldados de Salamina, en la que narraba el episodio en el cual un miliciano perdona la vida al escritor e ideólogo de Falange Rafael Sánchez Mazas, Javier Cercas comenzó a publicar en Literatura Random House, entonces dirigida por el fallecido Claudio López Lamadrid. Con ese sello editó el conocido y también superventas literario Anatomía de un instante, así como Las leyes de la frontera, El impostor y El monarca de las sombras.
Terra Alta, que debe su nombre a una localidad al sur de Cataluña -«la Cataluña pobre», como dijo Cercas en la rueda de prensa posterior al anuncio-, narra cómo Melchor Marín, un es delincuente convicto, actual Mosso d’esquiara en Gandesa y héroe en los atentado yihaddistas de Cambrils de 2017, se enfrenta a la resolución de un triple asesinato.
“Esta novela no trata del procés, ahora bien, sin lo que ha ocurrido estos años en Cataluña, no habría escrito este libro. Lo más profundo que tengo que decir sobre eso lo he escrito en este libro”, aseguró Cercas. El ganador explicó ademas la presencia de un «diálogo entre el pasado y el presente» un rasgo de su obra, aunque en ésta ha buscado hacer algo completamente distinto.
«Escribir un libro es tentar la suerte», ha dicho en rueda de prensa. Y lleva razón Manuel Vilas, que viene de cosechar un éxito editorial y literario rotundo con Ordesa, y abandona en esta ocasión el sello Alfaguara y se hace con el reconocimiento de finalista gracias a una novela que intenta, también, cerrar un ciclo.
En Alegría, Vilas narra la vida de un hombre de mediana edad atormentado por sus propios demonios (la depresión, el paso de los años o la muerte de sus seres queridos) y que se abre paso al sentimiento que da título al libro, a través de una exploración que incluye el viaje y se incrusta en la idea de la familia como territorio de reflexión.
Con sede en Barcelona, Penguin Random House comparte el mayor peso del mercado editorial español junto con el Grupo Planeta. Estos dos se reparten el mercado casi de manera simétrica: apenas unas décimas separan al grupo español del conglomerado internacional. Esta situación, sin duda, adquiere el tono de una ofensiva.
El premio Planeta es el mejor dotado económicamente que se concede a obras escritas en español: 601.000 euros para el ganador y 150.250 el finalista. Fundado por José Manuel Lara con la intención de promover nuevos escritores, se convocó por primera vez en 1952 y desde entonces acumula 68 ediciones. Esta en concreto coincide con el 70º aniversario de la editorial.
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