Los cuentos compartidos son la mejor manera de construir lectores. Ahí los padres juegan un papel fundamental, creando el hábito necesario de leer y escuchar juntos buenas historias. Sin duda, como ya hemos apuntado en anteriores entregas (libros jóvenes 2 y 3), la mitología greco-latina iría en primer lugar porque en ella está todo: los trabajos de Hércules son una historia épica; la vida y muerte del Minotauro, aterradora; las historias de amor entre dioses, apasionantes; las metamorfosis de Zeus para seducir a sus novias (Ovidio, no lo olvidemos) increíbles…etc. Los Andersen y los Grimm son imprescindibles, pues recrean un universo poblado de personajes inolvidables que todo niño ha de ir incorporando a su imaginario.
En cuanto a la lectura individual, ésta va a depender un poco de los gustos a los que vaya apuntando el joven (nunca forzar a la lectura, sino invitar a que conozca amigos nuevos): Roald Dahl, Durrell, Enid Blyton o Lewis Carroll no suelen fallar. La poesía para niños de Gloria Fuertes, absurda y tierna, riquísima en imágenes y muy juguetona, es deliciosa para la primera edad lectora. Muy recomendable es el escritor alemán Michael Ende, sobre todo sus cuentos para niños. En definitiva, para que un niño se acerque desde muy temprana edad a un libro hay, quizás, que ayudar con alguna trampa seductora.
Para un chico de hoy, acostumbrado a la inmediatez, la conectividad y la ausencia de concentración a cambio de placer, el libro es algo trabajoso. Por eso no debería presentarse en sus vidas como un objeto extraordinario o lejano, ni aparecer por imposición en la mesilla de noche ni como una obligación de conocimiento; ni siquiera, creo, debería constituir una excepción en forma de sorpresa o regalo. El libro simplemente debe estar ahí; ser el paisaje de su infancia en el ámbito doméstico (una pequeña biblioteca en su cuarto o en cualquier rincón de la casa), en el ocio (visitar librerías nuevas o de viejo con niños es una aventura extraordinaria para el niño y para el adulto que lo acompaña) y en la actividad diaria de intendencia familiar: comprar el pan, comprar fruta, sacar al perro, ahorrar para unas chuches, bajar al parque, comprar leche, comprar un libro.
Opciones de lecturas adecuadas existen tantas y tan variadas como jóvenes lectores pueda haber, pero sin duda hay una serie de clásicos que deberían estar en ese listado de la compra cotidiana por miles de razones, siendo la principal el hecho indiscutible de que a ciertas edades, el hambre de aventuras y la sed de curiosidad se encuentran en la categoría de primeras necesidades.
Entre 5 y 12 años
Cuentos de los Andersen y Grimm completos
El Mago de Oz, de L. Frank Baum
Asterix y Obélix, de Goscinny y Uderzo
Mortadelo y Filemón, de Ibáñez
Harry Potter y Animales fantásticos y dónde encontrarlos, de J.K Rowling
Los Cinco, de Enid Blyton
Alicia en el País de las maravillas / Alicia a través del espejo, de Lewis Carroll
Sobre Shakespeare y Cervantes
-Cuentos basados en el teatro de Shakespeare, de Charles & Mary Lamb
Michael Ende
– La historia interminable
– Momo
Roald Dahl
– Charlie y la fábrica de chocolate
– Matilda
– Cuentos en verso para niños perversos
– Relatos de lo inesperado
Carlo Collodi
– Pinocho
– Rimas y Leyendas
ENTRE 12 y 17 AÑOS
Alejandro Dumas:
Arturo Pérez-Reverte
– Todo Alatriste (las siete novelas)
– Cabo Trafalgar
Gastón Leroux:
– El misterio del cuarto amarillo
Anthony Hope:
Walter Scott:
– Ivanhoe
Howard Pyle:
– Las alegres aventuras de Robin Hood
Daniel Defoe
– Robinson Crusoe
– Moll Flanders
Rudolf Erich Raspe
– Las aventuras del Barón Münchhausen
Bram Stoker
– Drácula
– Los crímenes de la calle Morgue
– Narraciones extraordinarias
Robert Louis Stevenson
– La isla del tesoro
– El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde
– Las aventuras de Hercules Poirot
– Las aventuras de Miss Marple
– El mundo perdido
- Emilio Salgari
– El corsario negro
Rudyard Kipling
– Capitanes intrépidos
– El libro de las selvas vírgenes
– Romeo y Julieta
– Mucho ruido y pocas nueces
– El sueño de una noche de verano
– Las Novelas Ejemplares
– Don Quijote de la Mancha, en la edición escolar RAE adaptado por Arturo Pérez-Reverte y editado por Alfaguara
Jonathan Swift
Paul Féval
– El jorobado
– Grandes esperanzas
– La tienda de antigüedades
– Cuento de Navidad
– Oliver Twist
Herman Melville
– Billy Budd, marinero
– Otra vuelta de tuerca
Oscar Wilde
– El crimen de Lord Arthur Saville
– El gigante egoísta (y otros cuentos)
– El retrato de Dorian Gray
H.G. Wells
– La máquina del tiempo
– La guerra de los mundos
– El hombre invisible
– La isla del doctor Moreau
Gilbert Keith Chesterton
– El candor del padre Brown
Franz Kafka
– Carta al padre
– El Hobbit
– El Señor de los Anillos
Ray Bradbury
– Cuentos
Jorge Luis Borges
– Borges esencial, RAE, editado por Alfaguara
Este listado es solo uno de los miles de listados posibles que podrían conformar la primera biblioteca de un joven lector. Sea como fuere, este contiene algunos de los mejores libros de la Historia de la Literatura y quizás lo que es más importante: algunos de los recuerdos inolvidables y felices que han sido posibles gracias a ellos. Tal vez por eso sé que, al compartirlo, estoy incluyendo también trozos de pasión y felicidad lectora propias, así como un buen fragmento de esperanza en el porvenir.
Ahora, jovencitos, no queda sino leer.
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