La historia de Anna Sorokin ha sido llevada a la pantalla por su enorme repercusión en la alta sociedad neoyorkina, no tanto por el fraude económico provocado, sino por el engaño que sistemáticamente llevó a cabo gracias a una personalidad y comportamiento especiales. En este artículo se pretende analizar, de forma breve, los comportamientos desviados de Anna Sorokin desde un punto de vista criminológico.
Tal y como la periodista del New York Magazine describió en la última página de su artículo titulado How an Aspiring ‘It’ Girl Tricked New York’s Party People—And Its Banks (Pressler, 2022) publicado en el suplemento de The Cut el 28 de mayo de 2018, Anna “Delvey” Sorokin comprendió el alma de Nueva York recién llegada desde París como enviada especial de la revista Purple. Anna observó rápidamente que, si lograba entretener a las personas influyentes que pululaban por las calles de Manahattan con objetos relucientes, cantidades ingentes de dinero y apariencia de rica heredera, no podrían ver más allá. Y ese sentimiento de “facilidad” para la obtención de su objetivo puso en marcha una red de estafas que engañó a la alta sociedad neoyorquina hasta su arresto en octubre de 2017.
Para entender este comportamiento desviado debemos comenzar aplicando la teoría del aprendizaje (Riviére, 2013:32). Anna nació en 1991 en un pueblecito de Rusia y se trasladó a Alemania en 2007. Pasó sus estudios de primaria en la escuela de la pequeña ciudad de clase trabajadora de Eschweiler donde sus compañeros no declararon comportamientos anómalos. El origen humilde de su familia y el trabajo de su padre (camionero y posterior empresario de dispositivos de refrigeración) tampoco ofrece pistas de que fuera en su familia (grupo de referencia) donde Anna aprendiese los atajos que la llevaron a defraudar en EE. UU. Entendemos que las definiciones que su grupo familiar la ofrecían se pueden englobar en los estándares de equilibrio entre lo que realmente es apropiado e inapropiado. Sin embargo, en 2011 se observa que el grupo de pares se modifica por personas cercanas al mundo de la moda ya que Anna se muda a París como pasante de la revista Purple, un puesto muy codiciado. Es ahí donde el grupo de referencia se actualiza debido a la frecuencia, duración e intensidad de relación con este tipo de mundo y sus prioridades cambian. Durante su empleo en Purple, Anna es enviada a la semana de la moda de Nueva York y es allí donde el refuerzo diferencial que obtiene alrededor se ve incrementado pues observa el valor del dinero, la frecuencia con que este cambia de manos y la probabilidad de que ella pueda ser parte de esa subcultura. En este momento, la imitación ejerce su mayor influencia pues son ejemplos conocidos como “las Kardashian”, que Anna debió observar durante su estancia en Nueva York, los que le hacen tomar la decisión que cambiaría su vida.
Si echamos la vista atrás, vemos que el mismo origen humilde de Anna, así como la situación socioeconómica donde creció, la situó más cerca del cuadrante de “rebelión” que de “innovación” estando su modus operandi siempre entre estos dos, según la teoría de la anomia-tensión (cuadrante de Merton sobre las tipologías de respuestas, Riviére, 2013:22). El valor del éxito ciega a Anna y la anomia aparece en ella como un sentimiento tangible al contraponer sus propios fines (la fundación que quiere crear) y los medios que la sociedad provee para conseguirlos. Anna comienza a innovar para obtener sus objetivos, rechazando los medios legales y creando diferentes vías ilícitas para llegar a ellos.
Anna observa durante las fases de aprendizaje continuo y rebelión, manifiesta la ausencia de control social alrededor, pues el entorno favorece este tipo de comportamientos (control directo mediante premios como reputación, afecto, invitaciones a fiestas, etc.), al menos en apariencia. Las estructuras y tecnologías de control permiten, gracias a su escasez, que Anna por ejemplo se invente el personaje llamado Peter Hennecke y lo presente como asesor de la familia, además de obtener fondos constantemente mediante operaciones económicas. El control indirecto de Anna no es funcional ya que ella no se identifica con la población convencional y trabajadora de Nueva York, sino con pares iguales que admira y pertenecen a la alta sociedad. Como colofón encontramos una carencia total de control interno en Anna, pues no llega a demostrar arrepentimiento o culpa ya que su consciencia se encuentra totalmente polarizada hacia el hecho de que, en el fondo, estaba haciendo las cosas bien.
Anna fue condenada a entre cuatro y doce años en 2019 por ocho cargos, además de a una cuantiosa multa que cubrió con los derechos obtenidos por la serie de Netflix pese a la ley “los hijos de Sam”, que prohibía que los beneficios de criminales por películas, libros o series acabaran en sus propios bolsillos. Fue liberada en 2021 por buen comportamiento y al haber caducado su visado, ahora se encuentra en espera de deportación a Alemania (¿Quién es Anna Delvey y que hizo?, 2022).
*******
Referencias:
- Pressler, J. (2022, febrero 8). How an Aspiring ‘It’ Girl Tricked New York’s Party People—And Its Banks. The Cut. https://www.thecut.com/article/how-anna-delvey-tricked-new-york.html
- Riviére, J. (2013). Interpretación del comportamiento desviado y control social. FUOC.
- ¿Quién es Anna Delvey y que hizo? La verdadera historia de la falsa heredera alemana. (2022, febrero 21). Independent Español. https://www.independentespanol.com/entretenimiento/inventing-anna-delvey-historia-verdadera-b2020106.html
Un claro ejemplo, muy bien explicado, del daño que puede hacer el entorno en una joven que lo quiere todo de manera fácil y rápida. La sociedad a veces es un buen caldo de cultivo para crear delincuentes.
No sé porqué condenan a esta chica tan mona por hacer lo mismo que los políticos, estafar y vaciar los bolsillos de los ingenuos que creen en ellos.