El 20 de agosto de 1940, hace hoy 82 años, el comunista español Ramón Mercader, agente encubierto del NKVD soviético, asesinó al líder bolchevique León Trotski en el domicilio de este último en la localidad de Coyoacán, en su exilio mexicano, por orden directa de Stalin.
¿Cómo llegó Trotski a México?
Fue una de las figuras prominentes de la Revolución de Octubre. Exiliado en numerosas ocasiones a lo largo de su juventud, comenzó pronto a relacionarse con movimientos contrarios al régimen zarista y que absorbían ideas procedentes del marxismo más ortodoxo con la vocación de ponerlas en práctica en Rusia tras el derrocamiento del sistema vigente. Aunque originalmente vinculado a los mencheviques, Trotski se unió a las filas bolcheviques lideradas por Vladímir Lenin en 1917 y tuvo a su cargo al Ejército Rojo, convirtiéndose, tras el final de la Guerra Civil y la fundación de la Unión Soviética, en el número dos del politburó. Tras la muerte de Lenin, y a pesar de que Trotski se presumía como el hombre a sucederlo a la cabeza del proyecto de la URSS, fue finalmente Iósif Stalin quien se ganó adeptos suficientes para hacerse con el poder tras una dura lucha interna que acabó con el exilio de Trotski, expulsado de la Unión Soviética en 1929. Tras pasar diferentes temporadas en Francia y Noruega, el antiguo ideólogo de la revolución acabó viviendo en México a partir de 1936, protegido por los artistas Frida Kahlo y Diego Rivera. En el exilio mantuvo una política constante de crítica contra el régimen estalinista, publicó La revolución traicionada y alzó la voz en numerosas ocasiones contra el totalitarismo burocrático impuesto por el líder de la URSS durante los años 30.
¿Cómo se planificó su asesinato?
En 1939, ante el recrudecimiento de las críticas que Trotski dirigía desde el exilio al régimen estalinista, el propio Stalin ordenó su ejecución. Después de un intento fallido, el NKVD —Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos, servicio secreto soviético— puso en marcha su plan B, que implicaba al comunista español Ramón Mercader, quien había llegado al radar de la URSS de la mano de su madre, Caridad del Río, también agente del NKVD e implicada en el plan para el asesinato de Trotski. Tras seducir a la trabajadora social Sylvia Algeloff, cercana al círculo de Trotski —quien trataría de suicidarse al conocer las verdaderas intenciones de Mercader—, consiguió establecer una relación de relativa intimidad con el líder comunista en México. Aprovechándose de esta circunstancia, logró que Trotski lo recibiese a solas en su domicilio en Coyoacán con la excusa de llevarle unos documentos. Cuando éste se acercó a la ventana para leerlos con mayor luz, Mercader aprovechó para asestarle un machetazo en el cráneo con un piolet. El golpe, sin embargo, no acabó con la vida de Trotski instantáneamente: no sería hasta doce horas más tarde, ya el 21 de agosto de 1940, cuando acabaría por fallecer. Ramón Mercader, encarcelado por asesinato, acabaría sus días en La Habana en 1978, reconocido por Stalin como Héroe de la Unión Soviética.
Otras efemérides históricas del 20 de agosto
El 20 de agosto de 1000 se crea el estado de Hungría bajo el rey Esteban I. Hoy es el Día Nacional del país.
El 20 de agosto de 1866 el presidente Andrew Johnson declara formalmente el final de la Guerra de Secesión estadounidense.
El 20 de agosto de 1920 en Detroit empieza a emitir la primera radio comercial de la historia, 8MK.
El 20 de agosto de 1960 Senegal rompe con la Federación de Mali y declara su independencia.
El 20 de agosto de 1993 en Washington DC (Estados Unidos), después de una serie de negociaciones secretas, representantes de Israel y Palestina firman los Acuerdos de Oslo en una ceremonia pública.
Como es el fanatismo que, hasta entre ellos mismos se mataban como gorrinos. Bueno, quizás es que, realmente, la ideología no importa; la ideología es solamente adoctrinamiento para los demás; realmente, estas élites revolucionarias no creian en nada. Opio del pueblo. Realmente, a su nivel, solo era una lucha por el poder… Quizás, excepto los asesinatos, hoy no ha cambiado nada.