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Recuerdos habitados

Recuerdos habitados

«Los recuerdos solo tienen valor para quienes los habitan». Y de esos recuerdos —habitados, deshabitados y, sobre todo, reconstruidos— trata Lo que sé de ti, la primera y recomendable novela de Éric Chacour.

Su autor nos propone un viaje a través de tres personas gramaticales: el “tú” que constituye la mayor parte del relato, el “yo” que confiesa su identidad y sus motivos para perseguir la verdad de ese tú, y el “nosotros” que queda en suspenso y que apenas es el epílogo en esta historia de búsqueda de verdades que han sido ocultadas por el miedo, la vergüenza y la presión social.

"Algo hay de homérico en este viaje donde un singular Telémaco busca el rastro de su Odiseo, un viaje que no nos conduce a certezas, sino a dudas e interrogantes"

A pesar de cierto exceso de aforismos —muchos de sus capítulos se abren con frases, por momentos, grandilocuentes—, la historia de Tarek, el joven médico que vive en constante lucha con su destino, nos atrapa pronto por la capacidad de Chacour para construir la psicología de sus personajes, ahondando en sus contradicciones, en sus miedos y en la compleja naturaleza de sus vínculos familiares, sentimentales y sexuales.

La historia de Tarek —y de ese narrador agazapado tras sus líneas y cuya identidad, pese a que podamos intuirla, no confirmamos hasta el último tercio del libro— es también la de un amor imposible en un contexto social, el Egipto de las últimas décadas del XX, que el autor describe con gran precisión, permitiendo que nos asomemos al contraste del que son víctimas los personajes entre la realidad más tradicional y los intentos de una modernidad que no acaba de consolidarse.

"El artificio literario habría requerido que la duda ensombreciese más la narración, tal y como sucede a partir del momento en que el yo nos confiesa quién es"

Algo hay de homérico en este viaje donde un singular Telémaco busca el rastro de su Odiseo, un viaje que no nos conduce a certezas, sino a dudas e interrogantes que ni el protagonista ni el narrador que cuenta (o inventa) su vida son capaces de responderse. Ahí radica, al mismo tiempo, el mayor interés y el punto tal vez más discutible de la novela. Por un lado resulta muy interesante esa reflexión sobre cómo se tejen nuestras vidas y hasta qué punto nuestras decisiones se basan en el azar, en la ignorancia (fortuita o voluntaria) de algunas circunstancias o en verdades que dimos por hechas y que, en realidad, nunca lo fueron. Sin embargo, cuando se desvela la identidad de ese narrador que nos ha contado la vida de Tarek en segunda persona, es un tanto tramposo que esa voz no haya titubeado nunca antes de hacerse explícita y que su relato haya estado presidido por una omnisciencia más propia de una segunda persona que fuera un trasunto de un yo desdoblado. El artificio literario habría requerido que la duda ensombreciese más la narración, tal y como sucede —de manera algo brusca— a partir del momento en que el yo nos confiesa quién es y entendemos que todo lo que hemos leído no es más que lo que ha inventado a partir de los testimonios que ha podido recopilar o incluso imaginar.

"El amor prohibido entre Ali y Tarek en un contexto evidentemente homófobo. El amor zigzagueante y, finalmente, envenenado entre Tarek y Mira. El amor fraternal entre Nesrine y Tarek"

Entre los hallazgos de esta novela, que no son pocos, destaca la creación de personajes secundarios tan magnéticos como Ali, Mira, Fatheya o Nesrine. Es imposible no sentir curiosidad por conocerlos más conforme avanza esta historia en la que su autor demuestra una gran destreza a la hora de dosificar la información y un hábil dominio estilístico, siempre atento a las emociones de sus personajes, a quienes evita juzgar en todo momento: al revés, se agradece la mirada adulta y humanista que preside el relato, así como el intento constante de entender las motivaciones de los protagonistas incluso cuando sus acciones resultan crueles o reprobables.

Toda la novela se sustenta sobre los ejes de la identidad —¿somos quienes otros decidieron que fuéramos?—, el recuerdo —¿tergiversamos nuestro propio relato para que la vida no nos duela tanto?— y el amor, salvación improbable frente a ese destino marcado por la familia, el contexto social o hasta el azar.

"Lo que sé de ti es una poderosa y emotiva historia que, como sugiere su título, nos interroga sobre lo que sabemos de cualquier tú. De la otredad"

El amor prohibido entre Ali y Tarek en un contexto evidentemente homófobo. El amor zigzagueante y, finalmente, envenenado entre Tarek y Mira. El amor fraternal entre Nesrine y Tarek. El amor filial hacia unos padres que sellan, de motivos muy diferentes pero igualmente obvios, su camino. Y el amor de un yo desarraigado que siente que no podrá sentirse pleno hasta que conozca —y escriba— la verdad de ese otro hombre al que se dirige y que necesita conocer.

Lo que sé de ti es una poderosa y emotiva historia que, como sugiere su título, nos interroga sobre lo que sabemos de cualquier tú. De la otredad. De quienes nos rodean y hasta de nosotros mismos. Porque quizá lo que creemos saber no sea más que el resultado de habitar recuerdos para los que nos hemos acabado inventando un argumento.

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Autor: Éric Chacour. Título: Lo que sé de ti. Traducción: Iballa López y Luisa Lucuix. Editorial: Dos Bigotes. Venta: Todos tus libros.

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