El día que Virgil entiende que todo en el pueblo de Blizzard, desde los cerros a los arroyos y, sobre todo, las personas, esperan que vengue la muerte de su hermano Boyd, sale de su casa y empieza a cortar el césped. Porque eso era lo que hacía Boyd, que era el primero en todo, también en dejarse matar. Pero cuando un tranquilo basurero de los Apalaches que sólo era la sombra de su hermano y que hubiera preferido tener “la perfecta existencia de una piedra” se convierte en un asesino, ¿puede seguir siendo Virgil Caudill? Nadie puede fiarse de los espectros, “se pegan a las personas como la corteza al árbol”, escribe Chris Offutt, y cuando Virgil intenta huir del suyo, su hermano Boyd lo hace suplantando la identidad de un muerto. En una huida desde la neblinosa Kentucky hasta los ranchos de Montana, para descubrir que todo el mundo necesita pertenecer a una comunidad y que aquellos que te rodean también son tu destino.
Ni cuentas en el banco, ni carnés de conducir, ni nada ni nadie que los controle y los someta. Sólo Dios. Y sólo las armas como extensión de su ideal de libertad. Y muy al contrario del estereotipo del cretino con tirantes, el modo en que Offutt plantea sus ideas —su racismo tribal y francamente repulsivo, teñido de miedo al diferente—, haciéndolos dialogar de un modo brillante (¿alguien dialoga mejor que Chris Offutt?), nos ayuda si bien quizás no a empatizar con ellos, sí a colocarlos en un lugar que no es el de la mofa, sino en el de la pobreza estructural y todo lo que uno se cuenta para que algo “encaje” por fin. Como cuando Ty, un erudito contrabandista de armas, le dice a Virgil: “Somos el país más libre de la historia y el que más gente mete entre rejas”. Y también: “El odio es el placer más barato que existe”, refiriéndose, por ejemplo, a la mentalidad “búnker” heredada de la Guerra Fría e incluso comparando la radicalidad militarizada de los Panteras negras y estos nuevos forajidos rednecks como “detonadores del cambio”.
Más allá de su indiscutible valor literario (Chris Offutt talla el paisaje de los Montes Apalaches con la misma navaja con la que talla a sus personajes, todo rezuma y refleja), tanto El buen hermano (Sajalín, 2023) como el resto de sus obras, especialmente sus relatos, son absolutamente necesarios en tiempos tan canceladores como los que vivimos. Comprender el contexto del olvidado cinturón del carbón de Estados Unidos, sus cordilleras acribilladas por la minería, la especulación de la tierra, el fácil acceso a las armas cuando no hay más ley que la de tu barrio, la conspiranoia y el rencor al Otro larvado en la desesperación y tan oportunamente utilizado por las élites políticas y económicas es, a la luz de la actualidad, uno de los puntales del universo de Offutt.
¿Alimenta la grit-lit la llamada “cultura de la pobreza”? ¿O, por el contrario, nos invita a entender a las personas y sus contextos desde otro lugar? El odio, sí, es un placer muy barato pero, ¿para quiénes?
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Autor: Chris Offutt. Traductor: Javier Lucini. Título: El buen hermano. Editorial: Sajalín. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
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