Rosa Montero

Hoy en #Mibiblioteca estamos con Rosa Montero. Obviamente conocía su trabajo literario, pero no había tenido el placer de hablar con ella hasta ahora. Es una de esas personas que te conquista rápidamente con su amabilidad y cariño. No comentamos en ningún momento sobre su trabajo o trayectoria. Para este tipo de fotografías me interesa mucho más la persona que el “personaje”. Descubrí a una Rosa encantadora y una gran amante de los perros. Compartimos un buen rato charlando sobre Teckels, los dos tenemos perros de esta misma raza, y coincidimos en su carácter noble, terco, pero humanamente cariñosos y su fidelidad.

Aquí os dejo algo más sobre esta gran mujer:

Rosa Montero nació en Madrid. Desde principios de 1977 trabaja de manera exclusiva para el diario El País. Ha publicado, entre otras, las novelas: La Loca de la casa (2003), Premio Qué Leer 2004 al mejor libro del año, Premio Grinzane Cavour al mejor libro extranjero publicado en Italia en el 2005 y Premio “Roman Primeur” 2006 (Francia);  Historia del rey transparente (2005), Premio Qué Leer 2005 al mejor libro del año, y Premio Mandarache 2007; Instrucciones para salvar el mundo (2008), Premio de los Lectores del Festival de Literaturas Europeas de Cognac (Francia, 2011); Lágrimas en la lluvia (2011); y La ridícula idea de no volver a verte (2013), Premio de la Crítica de Madrid. Su último libro es La carne (2016). Su obra está  traducida a más de veinte idiomas y es Doctora Honoris Causa por la Universidad de Puerto Rico.

Nos trae una gran recomendación para Zenda: Lolita, de Vladimir Nabokov. La conserva en varias ediciones, con sus notas, con la solera y uso que merecen los grandes libros.

“Lolita es un artefacto literario sofisticadísimo, un maravilloso juego de prestidigitación. El lector, arrebatado por el poderoso punto de vista del narrador, llega a irritarse con esa niña estúpida incapaz de apreciar el sublime amor que le están ofreciendo. Solo salimos del engaño al final, cuando Nabokov desvela la desnudez del horror que hemos visto y comprendemos de pronto toda la novela en un estallido de descarnado sufrimiento. Es un texto divertidísimo y doloroso, cruel y tierno, original y de una belleza abrumadora. Una de las mejores novelas del siglo XX”.