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Sentir los sonidos

La primera novela de Adèle Rosenfeld tiene un fuerte componente de autoficción cuando nos presenta a Louise, que ha sufrido una severa pérdida auditiva y escucha las alternativas médicas a su condición. Y si esta es la trama, la autora nos deja claro el juego de realidades y posibilidades que vamos a encontrarnos al realizar una pirueta imposible y, en un libro que versa sobre la falta de audición, le otorga a la protagonista un nombre que al oído se parece incluso demasiado a “l’ouïe”, el oído en su idioma original, el francés. Darle a la protagonista este nombre no es un hecho casual ni un juego elegido como curiosidad, es más bien un adelanto del mundo en el que nos adentramos, el de Louise, que no es sorda pero tampoco oye bien. Su problema auditivo la deja en un limbo de palabras incomprendidas, labios que se mueven y gestos de manos que le muestran el énfasis del interlocutor pero no sus palabras. Las miradas hablan, dice la gente, pero ella solo encuentra en ellas un interrogante sobre si está prestando atención o comprendiendo lo que le dicen. Louise atraviesa etapas; se queda en casa, después sale a un lugar que ha sido el suyo y que ahora percibe distorsionado, encontrándose con días confusos y palabras que recrean una realidad imaginada en su cabeza, incapaz de descansar por la noche como debiera por culpa de los acúfenos.

"Algo que puede parecer una solución cuando a uno no le afecta se convierte en una forma definitiva de despedirse de una parte de la vida como la ha conocido hasta ese momento"

La protagonista es consciente de su discapacidad, sí, pero eso no hace que no trate de camuflarla, de inventar palabras, fingir que no ha entendido lo que le dicen. A fin de cuentas no es una sordera traumática, así que lleva poco más de dos décadas viendo su llegada y fingiendo que todo estaba bien, un proceso que sin saberlo la ha ido aislando de un mundo cuyo significado se le escapa entre sonidos ininteligibles.

Ahora, además, tiene que enfrentarse a una decisión que mostrará a los lectores la necesaria sensibilidad para comprender estos casos, y es que cuando el médico le ofrece un implante coclear la protagonista ve abrirse un dilema a sus pies, cuyas soluciones no terminan de encajarle. Con la sensibilidad de la primera persona enfrentada a una realidad dura y unos miedos que se trasladan directamente al lector, Louise entiende que si acepta el implante su cerebro dejará de procesar los sonidos, porque tendrá una nueva forma de escuchar. Algo que puede parecer una solución cuando a uno no le afecta se convierte en una forma definitiva de despedirse de una parte de la vida como la ha conocido hasta ese momento, e incluso hablan de duelo por la pérdida de uno de esos cinco sentidos esenciales con los que casi todos nacemos. Porque ¿es la escucha mecánica la misma que la natural? A fin de cuentas, hablamos de sentidos dando un valor más profundo al acto de oír y escuchar: como las medusas elegidas para el título que, careciendo de oído, sienten los sonidos.

"A fin de cuentas, qué sería de nosotros si perdiéramos esa capacidad para comunicarnos. Una primera novela que apela a la sensibilidad del lector"

Rosenfeld no abusa del sentimentalismo, de hecho mantiene una prosa lírica y delicada acorde con el estado de ánimo de la novela, incluso acude a la ironía aligerando así el sentimiento de pesar que se va adueñando del lector.

Las medusas no tienen orejas es una novela sobre una discapacidad casi invisible para la sociedad, escrita desde la sensibilidad de quien la padece, pero también es un juego de realidades fragmentadas en el que la imaginación se convierte en un muro defensivo que evita el naufragio de su protagonista: una armadura protectora contra esos sonidos que se transforman, hasta convertir la palabra impresa en el único lugar seguro para albergar el lenguaje. A fin de cuentas, qué sería de nosotros si perdiéramos esa capacidad para comunicarnos. Una primera novela que apela a la sensibilidad del lector.

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Autora: Adèle Rosenfeld. Título: Las medusas no tienen orejas. Traducción: Isabel González-Gallarza. Editorial: Seix Barral. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.

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