Hay historias que trascienden más allá del formato en que aparecen. El Sheriff de Babilonia (ECC Ediciones, dos tomos, 2017) podría ser una estupenda película de espionaje y guerra, o una novela que nada entre el thriller y realismo más desgarrador. Sin embargo ha llegado a nuestras manos en forma de cómic, y el resultado no puede ser más satisfactorio.
La trama nos traslada a Irak en el año 2004. El régimen de Saddam ha caído y los americanos controlan Bagdad. O eso creen. En realidad se mueven dentro de la denominada Zona Verde, uno de los pocos lugares donde pueden garantizar una mínima seguridad. Chris Henry trabaja allí entrenando a la nueva policía del país, en su mayoría reclutas inexpertos. Sin embargo, uno de ellos aparece muerto y a nadie parece importarle. Con la ayuda de Nassir, un expolicía iraquí, y de Sofía, una agente doble con lazos con la diplomacia, Chris irá tirando del hilo para descubrir que lo que parecía un muerto más en el contexto de una guerra guarda muchos secretos.
Tom King, su creador, es un guionista y escritor americano, pero antes trabajó casi una década para la CIA. Y se nota. Vaya si se nota. En historias de este tipo a veces prima la acción sobre el verismo, pero este caso es distinto. No es que King se haya documentado hasta el extremo, sino que lo ha vivido en sus carnes, y eso dota a toda la narración de una verosimilitud pasmosa incluso en sus momentos más increíbles.
El sheriff de Babilonia te sumerge de lleno en la problemática social y política de Bagdad. Por ejemplo, en un momento dado los americanos encargan a Sofía que acabe con unas protestas ciudadanas. Al hablar con las autoridades locales, le explican que la gente se manifiesta porque no hay suministros para el hospital. Eso le lleva a otro problema: el proveedor afirma que ha desaparecido un camión con todo el material y no puede hacer nada. Mientras, el dueño del camión asegura que no tiene con qué alimentar a su familia y por eso se lo ha llevado ¿Solución? Ejecutar al propietario del camión. Muerto el perro, se acabó el problema de suministros y cesan las protestas. Todos contentos, menos una familia pobre que probablemente morirá de hambre.
Este tipo de encrucijadas sin solución correcta son frecuentes durante toda la obra. En una charla íntima con otro personaje Chris pregunta si celebraron el 11S. Y le contestan que sí, claro que lo celebraron, era una victoria contra el imperio americano. King trata de no tomar parte y cuenta torturas y ejecuciones sumarias por parte de los americanos, pero también hace una descripción desoladora del pueblo de Irak y del fanatismo religioso.
King se apoya en el dibujante Mitch Gerards para realzar esa sensación de verosimilitud que impregna sus páginas. Con un estilo realista y muy documentado el artista recrea una ciudad de Bagdad dolorosamente creíble, llevándonos desde las calles más sucias hasta los despachos más lustrosos.
En definitiva, estamos ante una novela gráfica sorprendente, muy bien narrada y con una documentación extraordinaria. Una historia de detectives en un lugar inhóspito y salvaje con unos personajes tridimensionales como pocas veces se ha visto. Eso sí, abstenerse corazones sensibles, porque es difícil salir ileso de una lectura así.
—————————————
Autor: Tom King. Título: El sheriff de Babilonia. Editorial: ECC Ediciones. Venta: Amazon, Fnac y Casa del libro
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: