Solo hay algo más insultante para esta generación —la de quienes tratamos de arrancar carreras profesionales (o a lo peor creativas) en plena traca de la crisis— que la consabida invitación a la paciencia. Es una frase, un consejo: «Deberías buscar algo fuera.» Esto es, una invitación a marcharse.
Noemí López Trujillo y Estefanía S. Vasconcellos, ambas periodistas nacidas en 1988, acaban de ponerle nombre y apellidos a ese sentimiento, o a ese consejo, o a esa circunstancia, en Volveremos, que Libros del K.O. ha publicado en noviembre. Lo han hecho con un giro que convierte a este testimonio en una clave imprescindible en el futuro y en material de reflexión para el presente: ellas no aparecen en ningún momento. Los protagonistas son otros dieciocho nombres, entre jóvenes de su quinta (todos fuera de España salvo una: el contrapeso), padres y parejas.
La alegría, la tristeza, la esperanza y la confusión inherente a verse obligados a un brusco giro de timón se concitan en las páginas de este librito (es de los de bocado) que, se intuye, empezó a gestarse al albur de los recientes vaivenes electorales en España, pero que desemboca en algo de mucho más alcance. Porque, a pesar de un hartazgo político palpable y de muchas preguntas en torno al 15-M, a Podemos y a la nueva política que lo recorren, las autoras también han borrado la culpa y los dedos acusadores, para limitarse a constatar el relato de estas vidas, sus anhelos y sus consecuencias.
Se hace de un modo estrictamente oral, ni siquiera con entrecomillados: las ciento cincuenta páginas, que se devoran deprisa, son la presentación de testimonios transcritos tal cual, lanzados directamente a la hoguera de los miedos y dudas de esta generación y a la conciencia de la anterior. Casi con la condición de instant book (esos libros que se editan a toda prisa cuando ocurre algún acontecimiento relevante), alza el vuelo para tomar perspectiva, de modo que cumple su función de retrato vivo pero también, y sobre todo, de manual de instrucciones sobre un fenómeno arrollador.
Por los siete capítulos transitan las preocupaciones mundanas (¿cómo se usa una cabina en Londres?) y las más altas (¿cómo conviven los personajes con su identidad nacional?): el equilibrio, en fin, es algo más descarnado y vívido que el temible ensayo autobiográfico (un vicio que han querido sortear); y algo mucho más completo que una crónica periodística mecida por la experiencia personal.
Obviamente, subyacen los sentimientos de las autoras para poner en marcha la maquinaria, se accede a voces íntimas con las que de algún modo hay conexión y simpatía, y se retrata todo con los ojos de quien lo ha vivido en carne propia. Pero eso no evita, y este es el gran logro, una ampliación del campo de batalla: en Volveremos no se sostiene una hipótesis, y la estadística no desempeña mucho más que un papel protocolario. Se trata en cambio de poner el foco sobre la frustración de quien ha «hecho su parte» del trato con honradez (que no con tino, necesariamente), estudiando, esforzándose, trabajando, tributando, y se encuentra sumido en un mundo de puertas cerradas.
Esa es la foto fija que queda, sin guarnición ideológica (lo cual en estos tiempos se agradece) pero bien pertrechada de motivos para cerrarse con su título, transformado en interpelación al lector: ¿Volveremos?
Autores: Noemí López Trujillo y Estefanía S. Vasconcellos. Título: Volveremos. Editorial: Libros del K.O. Venta: Amazon, Fnac y Casa del libro
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