Inicio > Libros > Narrativa > Sobre ucronías
Sobre ucronías

Siempre me han gustado las ucronías. Me parece que es la gran herramienta que la ficción ha añadido a la reflexión histórica. Esa pregunta mayéutica: “¿Qué hubiera pasado si…?”, nunca deja de aportar perspectivas históricas inauditas y nos permite, como lectores, experimentar lo que habría sido el mundo de haberse tomado otro camino.

Quizás mi ucronía favorita sea El hombre en el castillo, la novela de Philip K. Dick. En ella, Dick se imagina un mundo en el que ha triunfado Hitler, y las imágenes que propone la reciente serie de Amazon, siguiendo la novela, son impactantes: un mapa de Estados Unidos dividido en dos, la costa oriental para los nazis, la occidental para los japoneses; una Quinta Avenida con gigantescas esvásticas colgando de las fachadas, militares americanos con uniforme de las SS, o una bandera de EEUU con una esvástica en lugar de las estrellas.

"La brillantez de Dick radica en imaginar además que dentro de ese mundo hay un hombre solitario escribiendo en alguna parte que este universo no es real"

Por supuesto, imaginar un mundo así es razonablemente sencillo. La brillantez de Dick radica en imaginar además que dentro de ese mundo hay un hombre solitario escribiendo en alguna parte que este universo no es real, que en realidad fueron los aliados quienes ganaron la Segunda Guerra Mundial… con la perturbación ontológica correspondiente. Esta vuelta de tuerca dickiana, a mi entender, es maravillosa.

Otra ucronía brillante es Civilizations, de Laurent Binet. En ella, el autor recrea un mundo en el que no han sido los españoles quienes han descubierto América —Colón se murió en su expedición— sino que los incas de Atahualpa, empujados por Huáscar, se han visto obligados a cruzar Suramérica, a embarcar y huir primero a las Antillas y, cuando son acosados in extremis, hacia el oriente desconocido. Y llegan a nuestro mundo.

A partir de ahí, los incas, con la ayuda de moriscos y judíos, conquistan la Península Ibérica, y Atahualpa llega a hacerse con el poder tras haber hecho prisionero en la Alhambra a Carlos V, y a la muerte de este impera en Europa como regente del príncipe Felipe. La fantasía continúa con Erasmo reflexionando sobre la situación del cristianismo a raíz del impacto de la extraña religión que traen los nuevos dueños del continente, etcétera.

Lo más importante de estos experimentos mentales es que nos obligan a mirar la realidad histórica con ojos más relativistas de lo habitual, y a comprender que las cosas sucedieron como sucedieron, pero que pudieron perfectamente haber sucedido de otra manera. Eso es algo que los buenos historiadores siempre tienen en mente. En palabras de John Elliot: “Los historiadores tenemos que mostrar la complejidad de cualquier momento histórico importante: probar que había varias opciones abiertas, que hay que entender por qué se escogió una y no otra” (El País, 12/03/22). Leer ucronías vale para esto.

"En un mundo político cada vez más hostil, la lucha por la libertad cobra unas connotaciones totalmente diferentes y dramáticas, que nos obligan a valorarla bastante más"

Todo lo dicho viene a cuenta de la última novela de Leandro Pérez, en la que nos presenta una de las ucronías más interesantes que he leído últimamente en España (y tan es así que parece increíble que nadie la hubiera planteado todavía): el golpe del 23F ha triunfado, Juan Carlos de Borbón ha muerto, y los militares han vuelto a tomar el poder. Esa es la premisa de su ficción.

A partir de ahí, el autor juega un doble juego. Por una parte, desarrolla una reflexión histórica sobre cómo hubiera sido España de haber triunfado el 23F y, sobre todo, qué hubiera significado la lucha por la libertad en ese nuevo contexto. En un mundo político cada vez más hostil, la lucha por la libertad cobra unas connotaciones totalmente diferentes y dramáticas, que nos obligan a valorarla bastante más.

Esa seguramente es la parte más estimulante, en lo intelectual, para quienes disfrutamos con los juegos de la imaginación histórica. A través de diversos extractos de prensa, Pérez va dando suaves pinceladas de cómo habría sido ese mundo alternativo. Es un juego bonito, con muchos guiños a la actualidad, que deleita al lector.

Fuera de ese trasfondo de política ficción, la novela es de un clasicismo absoluto y seguramente tranquilizador para los lectores menos inquietos.

Se trata de una novela muy completa literariamente, quizás la más completa de las tres que ha publicado Leandro Pérez hasta la fecha, en la que una protagonista, la periodista Libertad Guerra, narra sus avatares en este contexto tan peculiar en el cual las archiconocidas referencias de la época —canciones de Serrat, Sabina, los mítines, las células políticas— cobran una nueva significación.

La historia de amor ayuda sabiamente a mantener la atención del lector y a darle tintes emocionales, también muy sabios, a la novela. Esa trama sentimental se alterna con las reflexiones histórico-políticas, y de la alternancia de lo uno y lo otro, en un texto elaborado con gran minuciosidad, resulta una novela altamente satisfactoria y recomendable.

4.5/5 (19 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

3 Comentarios
Antiguos
Recientes Más votados
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios
Bixen
2 años hace

En México, es casi lema nacional “el si hubiese… no existe”. Parece simplón, pero es tan complejo, que hasta todos los de allí lo entienden. Por eso pocos utilizan la palabra ‘habría’ o ‘hubiera’.

Pepehillo
Pepehillo
2 años hace

La historia indaga lo que pasó, la ucronía lo que podía haber pasado. Es una verdad a medias. El historiador trabaja con una realidad no evidente, pero que va descubriendo por la investigación. El historiador no inventa, interpreta, pero interpreta la realidad. Ralidad pasada, sì, pero no lo que le da la gana. El escritor de ucronías no emplea el mismo método. Una cosa ea literatura, otra ciencia (ciencia equivale a saber). El saber sobre el pasado está ‘fuera’, está escrito o fijado en sus vestigios, no en una vulgar especulación personal sobre algo que no hemos vivido. La historia exige objetividad, salir de nuestro ‘yo’, la ucronía no. La historia puede demostrarse, la ucronìa no. Ambas están separadas la realidad. Los historiadores son enemigos de las ucronías (no así de las buenas novelas históricas), como es normal, porque en la ucronía la posibilidad de adulteración de la realidad es enorme y porque carece de utilidad el comparar realidad con ficción, a no ser que el objetivo sea manipular la realidad. No nos distraigamos con paparruchas. El tiempo es limitado, el estudio es arduo y las ciencias sociales no deben confundirse con los juegos.

Ricarrob
Ricarrob
2 años hace

Las ucronías o distopías son muy interesantes pero, en mi opinión, van siempre en la misma dirección. Qiiero decir, ¿por qué no se imaginan que el marxismo hubiera vencido en EEUU y en el resto del mundo y qué hubiera sucedido al respecto? ¿Qué hubiera pasado si la República vence a Franco y la revolución anarquista y comunista se adueña del país y hubiéramos entrado en la IIGM, cayendo bajo la influencia del telón de acero?
Es muy curioso que nadie imagine esas situaciones que también podrían haber sido posibles y que pertenecen al mundo de lo que no ha pasado pero podría haberlo hecho. Creo que hay mucho buenismo izquierdista en la configuración de las ucronías y una tendenciosidad evidente para imbuir en la gente el miedo a la multirrepetida palabra: fascismo. Opino que hay que tenerlo, por supuesto, pero también a la otra tendencia ultra: el marxismo.

  • Españolas en el Nuevo Mundo, de Daniel Arveras

    /
    abril 17, 2025
    /

    Daniel Arveras reúne en este trabajo las pequeñas y grandes historias de algunas de las miles de mujeres españolas que viajaron y se instalaron en América a partir de 1492. Una realidad escasamente tratada y conocida, pese a su importancia. En ágiles y amenos capítulos, el autor escribe sobre virreinas, gobernadoras, adelantadas, soldados, escritoras y religiosas que dejaron una mayor huella en las crónicas y documentos, pero también nos acerca fragmentos de las vidas de otras mujeres mucho más anónimas que vivieron diferentes realidades en América. En Zenda reproducimos el primer capítulo de Españolas en el Nuevo Mundo: Historias de mujeres…

    Leer más

  • Antonio Machado ingresará simbólicamente en la RAE con casi un siglo de retraso

    /
    abril 17, 2025
    /

    También intervendrá en el encuentro Alfonso Guerra, comisario de la exposición Los Machado: Retrato de familia, dedicada a Manuel y Antonio Machado, que recalará en Madrid desde ese mismo día, tras su paso por Sevilla y Burgos. Y Joan Manuel Serrat ofrecerá un recital con poemas de Antonio Machado para cerrar el acto. “Hemos organizado un acto simbólico, de fuerte significación, considerando que don Antonio Machado ha sido uno de los grandes poetas de nuestra historia, de los más profundos y más conocidos también, es una nueva ocasión de homenajearlo”, ha señalado a Efe el director de la RAE, Santiago…

    Leer más

  • Elogio del amor, el canto a la vida de Rafael Narbona

    /
    abril 17, 2025
    /

    Narbona se ha enfrentado con el dolor, la muerte de su padre, cuando era joven, por un infarto, el suicidio de su hermano, y ahora la enfermedad de su mujer. En la presentación del libro el pasado martes nos habló del dolor, pero también del amor y lo hizo a través de su pasión por sus perros, por la Naturaleza que contempla cuando sale a pasear con su mujer, Piedad, por su pasión docente, cuando era un profesor comprometido con los chicos, donde lo académico pasaba a un segundo plano y triunfaba el humanismo. Esa forma de ser que se…

    Leer más

  • Literatura al habla

    /
    abril 17, 2025
    /

    Para Javier Huerta Calvo Aparte de todo, si esto denota algo, me temo, es la importancia y presencia que tiene en mí la literatura, desde hace muchos años, tantos que ésta ya se confunde y funde con toda mi vida. Quizá mi propia vida no sea otra cosa que literatura. El contacto para llamar a Umbral para entrevistarlo —cosa que me costó muchísimo— fue mi querido profesor, y gran escritor, Antonio Prieto. Me acuerdo que a Umbral, con voz temblorosa, le tuve que llamar varias semanas porque siempre me decía: “Llama la siguiente semana”. Me lo dijo muchas veces, no…

    Leer más