Después de la batalla de la tilde del solo, agotadas las fuerzas, como los argumentos, y calmadas las aguas y las ansias lingüísticas, un colega cervantino me manda un correo diciéndome: «Aquí te mando un texto que parece un poema de amor, pero es —tan solo— un juego, como la vida misma».
Así que, anonimado, innominado, anónimo, este colega de cuyo nombre no debo acordarme me permite que envíe su texto a Zenda para ver si a bien tiene publicarlo. Aquí está:
***
SOLO
(escrito solo para que el lector solo ponga si quiere las tildes)
No diré que estoy solo esperando que vuelvas,
que hablo solo esperando hablar contigo un día.
No diré que no supe estar solo contigo,
ni que solo estoy triste ni que solo sabía
que me querías solo a mí que solo digo
la verdad que me quiere solo sin alegría.
Me quedo, no me voy, me siento solo,
y escribo lo que siento solo, lo que no digo.
Yo solo necesito tu amor, tu compañía.
No puedo estar sin ti, ni estar solo contigo.
No digo que estoy solo aguardando que vuelvas,
que hablo solo esperando que un día hables conmigo.
Sé que me quieres solo a mí, que solo espero.
Vivo solo por ti, solo me quieres, solo con mi vida.
Hoy soy un niño solo y cuando muera
morirá un hombre solo. Nada más. Qué alegría
siento al sentirme solo deseando que vuelvas
como un búho que solo quiere que llegue el día.
No digo que estoy solo esperando a que vuelvas.
Digo que solo solo estoy y soy tranquilo.
Digo que solo sé lo que ahora me falta,
que solo ahora sé lo que solo he perdido.
Solo espero paciente a quien me espera.
Solo digo que solo solo escribo.
Digo solo que estoy solo esperando.
Solo solo consigo saber lo que me pasa.
Que solo pienso en ti, que solo espero.
Solo sé lo que quiero, y solo no sé nada.
Solo le hablo al espejo, le digo lo peor,
y el amor lo hago solo por la noche en mi casa.
No diré que estoy solo esperando que vuelvas.
Solo veo venir lo que me espera solo.
Solo quiero cantar mi sola despedida.
Me voy. Mis vacaciones serán agosto solo.
Este poema solo es yo solo diciendo
que solo solo no me siento solo.
Pues… a punta de acentos y una que otra coma, tenemos unos cuantos poemas. Muy ingenioso.