Un teseracto es un cubo en cuatro dimensiones. Un cubo desfasado en el tiempo. Su nombre en griego, τέσσερεις ακτίνες, significa «cuatro rayos».
Los rayos de Zeus dejaban una hendidura celeste llamada Caos que permitía a los hombres acceder a los misterios que habitan entre el cielo y la Tierra. El rayo como transmisor de conocimiento y el caos como principio creador.
Christopher Nolan representa el centro de Gargantúa, el agujero negro que rige el paso del tiempo de Interestelar, como un teseracto que es también un aleph borgiano y una biblioteca. Aleph por su infinitud, porque contiene todos y cada uno de los momentos acaecidos en el cuarto de Murph, y porque estos se suceden de forma simultánea. Y biblioteca, que enciende la imaginación de una niña con las antiguas lecturas paternas, acondicionada ahora en dormitorio y en la que se pueden distinguir entre volúmenes de enciclopedias, el Moby Dick de Herman Melville como metáfora del viaje iniciático al interior de uno mismo; el Mundo Plano de Edwin Abbott, una paradoja dimensional en la que sentirnos atrapados; El Castillo de Cristal de Jeannette Walls; o el Manantial de Ayn Rand como guiño a toda la arquitectura moderna; y La Tierra Baldía de T.S. Eliot, crónica de las consecuencias de un individualismo exacerbado.
Encontramos también autorreferencias a la granja de Cooper en We Were the Mulvaneys, de Joyce Carol Oates, con el Mundo de Cristina de Andrew Wyeth en la portada; y a la superposición generacional atemporal de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.
Podría incluso contarse la película leyendo tan solo los lomos que asoman en la librería. Y entre todos ellos destaca Labyrinths (1962), el primer libro que se publicó de Borges en Estados Unidos.
Labyrinths contenía una recopilación de relatos de El Aleph y Ficciones, ensayos de Discusión y Otras Inquisiciones y algunas parábolas de El Hacedor, entre los que destacan, cómo no, La biblioteca de Babel, Funes el Memorioso, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, El Jardín de Senderos que se Bifurcan, La Muerte y la Brújula o La Casa de Asterión, que relata la soledad del minotauro dentro de su laberinto. Y la Nueva Refutación del Tiempo. “Enumeración, siquiera parcial, de un conjunto infinito”.
Biblioteca con la que Cristopher Nolan nos manda más de un mensaje y en la que nos hubiera gustado demorarnos algo más. El Stay que se autoenvía en morse Cooper desde el otro lado de los anaqueles es también un mensaje para que permanezcamos más tiempo sentados junto a nuestra biblioteca en un mundo asediado por el polvo de la zafiedad que todo lo anega.
Por mucho que el presente se empeñe en mostrarnos que el pasado es impredecible, Tars a su llegada al Teseracto recuerda a Cooper que «no estamos aquí para cambiar el pasado«. Solo se cambia el pasado mediante el olvido si es que este existe, y las bibliotecas son el mejor invento del hombre para combatirlo.
Excelente articulo Aresio! Lo primero que pense despues de leer el Aleph fue el teseracto de Interestellar. Me desperto un gran interes leer los titulos que estan en la biblioteca de Murph.
Saludos!