Desde que Beatriz guio a Dante hasta las puertas del Paraíso, la fuerza invencible que ha impulsado el mundo (y a la literatura) no son los amores felices, sino los contrariados.
En una Valencia invernal la protagonista, una escritora en horas bajas, se encuentra bloqueada en su proceso creativo hasta que su editora le manda la correspondencia entre el filósofo Albert Camus y la actriz María Casares. Al leer esta legendaria historia de amor, una de las más impresionantes del siglo XX, en ella se prende una chispa. Este es el argumento de Sólo un día más (Planeta, 2025), la nueva novela de Susana Fortes.
Este miércoles, Susana Fortes responde a las preguntas del cuestionario de Zenda.
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—¿Qué libro, película, serie, disco y obra de arte salvaría en un diluvio o un incendio?
—Hummm… Libro: Huracán en Jamaica, por razones puramente sentimentales. Película: Érase una vez en América, de Sergio Leone. Serie: The Crown. Disco: The Freewhelin’, de Bob Dylan, además me encanta la carátula. Y obra de arte: cualquier cuadro de Velázquez, el retrato de la infanta Margarita, por ejemplo. Así rescataríamos de una toda la historia de la pintura.
—Puestos a salvar, elija una actriz, un actor, un personaje histórico y un político actual.
—Me cae muy bien la actriz Sigourney Weaver; me encantó El año que vivimos peligrosamente. Después de ver El 47, tengo el corazón dividido entre Paul Newman y Eduard Fernández. Personaje histórico: Napoleón tiene poca competencia, me parece, y un político actual… Está el nivel muy bajo, pero creo que el presidente Obama hizo todo lo que pudo.
—¿Qué aventura real o literaria le gustaría haber vivido?
—La de la Sociedad Geográfica de Londres en los años treinta, cartografiando el desierto de Libia, buscando el oasis de Zerzura, como cuenta Michael Ondaatje en El paciente inglés.
—¿Y qué recuerdo personal le gustaría que jamás se perdiera en el tiempo, como lágrimas en la lluvia?
—Una vez de cría, que iba con todos mis hermanos en el asiento trasero del Renault 4L, muy temprano, todavía dormidos, en pijama, tapados con una manta, por una carretera de montaña. Estaba empezando a amanecer y mi padre paró el coche en el arcén para que viéramos una manada de caballos salvajes.
—¿Cuál es su primer recuerdo lector?
—Peter Pan. Lo releo muchas veces cuando pintan bastos.
—¿Cuál es el último libro que ha leído?
—La mala costumbre, de Alana S. Portero.
—¿Puede recomendar un libro clásico?
—El viejo y el mar, de Hemingway.
—¿Y uno actual?
—No digas nada, del periodista, Patrick Radden Keefe. Me dejó absolutamente K. O.
—¿Qué libro no ha podido acabar?
—El Ulises, de Joyce. Me quedo con el de Homero.
—¿Puede recitar de memoria un poema?
—De niña aprendí en el colegio la “Canción del pirata” de Espronceda y ya no la olvidé más. También puedo recitar unos cuantos de Machado, de Campos de Castilla, algún verso suelto de Anne Sexton y poco más.
—¿Cuál es la canción más hermosa del mundo?
—Una de mis favoritas es “Girl from the North Country”, la versión de Bob Dylan y Johnny Cash. Es una de las bandas sonoras de mi última novela.
—¿Puede decirnos una heroína y un héroe —literarios o cinematográficos— imprescindibles?
—Mi héroe preferido es Corto Maltés y una heroína simpática Scarlett O’Hara.
—¿Y un personaje malvado que le fascine?
—No se me ocurre… Salvo el conde Drácula, por supuesto.
—¿Tiene una editorial y una librería preferidas?
—La editorial Reino de Redonda, de Javier Marías, era una idea genial. La librería Lello de Oporto, con su escalinata roja, es preciosa, pero mis favoritas son las londinenses de Charing Cross, y Foyle’s, que más que una librería es una selva para perderse.
—¿Cuántos libros hay en su biblioteca? ¿Qué porcentaje, aproximadamente, ha leído?
—Tengo los libros repartidos entre la casa de mi infancia, la casa en la que vivo, y el ebook, que, como viajo bastante, siempre llevo encima y cada vez uso más. Unos dos mil y pico, calculo. Digamos que habré leído el 75%.
—¿Con qué libro se ha emocionado más? ¿Ha llorado tras la lectura de alguno?
—Me conmovió mucho La perla, de John Steinbeck, todavía me acuerdo del nombre del bebé indio, Coyotito. Y de pequeña recuerdo haber llorado bastante cuando se murió Beth, en Mujercitas.
—¿Se ha excitado alguna vez leyendo? Si es así, ¿con qué libro?
—Con Las novelas ejemplares, de Cervantes.
—¿Cuál es el rasgo principal de su carácter?
—La tendencia a ir por libre. No soy muy sociable que digamos.
—¿Y su principal defecto?
—En casa me dan bastante caña por mi manía de anticiparme siempre. Y no soy nada generosa a la hora de regalar mi tiempo. Encima no sé bailar.
—¿Qué aprecia más de sus amigos?
—La lealtad, el sentido del humor, que no necesiten muchas explicaciones.
—¿Cuál es su ocupación preferida?
—Leer. Mucho más que escribir.
—¿Y su sueño de felicidad?
—Una casita en la campiña inglesa.
—¿Cuál es el estado actual de su espíritu?
—Expectante… como todos, supongo.
—¿Qué detesta más?
—El victimismo me carga un rato.
—¿Qué faltas le inspiran la mayor indulgencia?
—La fanfarronería a veces me hace bastante gracia.
—Ojalá que no tenga que ir nunca a una isla desierta, pero si así fuera, ¿qué libro se llevaría?
—Pues La Biblia del Oso, que es una biblioteca entera en si misma.
—¿Y a qué persona?
—Si pudiera ser, me llevaría a Guillermo de Baskerville. Pero ya quedan tan pocos…
—Si todas sus respuestas han sido sinceras, diga ahora una mentira.
—Vale: la Historia siempre va hace adelante, nunca retrocede.
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Autor: Susana Fortes. Título: Sólo un día más. Editorial: Espasa. Venta: Todostuslibros.
No puedo estar más conforme con todo lo que dice. Bravo.