Lepisma Saccharina
Lepisma y los focos
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Mandarinas. Pimientos. Guacamole… …pisma sospecha que dibujo cómics sobre ella, como yo tengo la intuición de que mi psiquiatra publica esas mismas viñetas y...
Lepisma y el tiempo pasado
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Pues en estas cosas me dio por pensar tras ver un perro atado a una corta y pesada cadena: porque posiblemente hace 30 años...
Lepisma o el moderno Prometeo
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Ese mueble era la morada de los Saccharina desde que uno de sus ancestros llegó oculto entre los legajos que el poeta John Milton trajo consigo durante...
Lepisma y el Dopelganger, o como se escriba
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—¿Éste soy yo? —exclamé con una mezcla de repelús y vergüenza— esto debe estar mal, mi voz no es así, ¿a que no? ¿A...
Lepisma y los principios marxistas
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—Decía Cecil B. DeMille que una película debe empezar con un terremoto y a partir de ahí debe ir hacia arriba. —¿Con eso quieres...
Lepisma y el jeroglífico
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—¡La colmena! —acerté a la primera el jeroglífico que me mostró, y que es el mismo que ilustra la entrada de esta semana. Aún...
Lepisma y la irresistible somnolencia
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— Ya está dormido, aprovecha y pon la segunda —me decía mi hermana mayor, ya que el mando a distancia de la casa era...
Lepisma y el contador
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—Buenos días, venía a hacer la lectura de su consumo, ¿me permite pasar? —y al escucharle supe quién era. —Sí, sí, claro, adelante —Alfredo...
Lepisma y el Necronomicón
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—He escrito el Nuevo Necronomicón, y a diferencia del antiguo, de éste va a haber miles de copias que ya se están empezando a...