México
Yo zopilote (Arresto domiciliario 81)
/
Tuve durante un tiempo la costumbre de arrimarme a mirar de cerca las desgracias. Observaba a la gente atropellada, ahogada o simplemente muerta, presa...
Bésame, cuarentena (Arresto domiciliario 80)
/
Como todo convicto tendría que saberlo, carecer de un futuro acreditable es otra forma de encontrar la paz. Hace un rato llegó la mercancía...
Cavernarios del mañana (Arresto domiciliario 79)
/
Si hace tres meses alguien me hubiera sugerido que comprara uno de esos estuches para cortarte el pelo en tu casa, le habría preguntado...
Otros ornitorrincos (Arresto domiciliario 78)
/
Llevar más de una vida es apostar en diferentes mesas, de manera que puedas cambiar de aires según te convenga, o en todo caso...
Rejas de mi corazón (Arresto domiciliario 77)
/
—Esta va a ser tu cama —señaló con el índice un trabajador social, mientras tomaba la toalla mojada y la tendía sobre la cabecera...
Alma gorda (Arresto domiciliario 76)
/
A lo largo de poco menos de una hora (lo que le tomaría una cena en dos tiempos), mi correclusa engulle con los ojos...
Cabeza con gorro a rayas (Arresto domiciliario 75)
/
El primer despropósito está en la tentación de discutir con gente que padece ideas fijas. A preguntas como “¿cree usted en Dios?” o “¿qué...
Esperando al chaparrón (Arresto domiciliario 74)
/
Pocas cosas recuerdo que me gustaran tanto como volver empapado a la casa, con la ilusión de pescar un catarro y con suerte faltar...
¿Y si me quejo, qué? (Arresto domiciliario 73)
/
No está de más decir que a mi ombligo le faltan cualidades para pretender ser el centro del mundo, pero desde mi humilde perspectiva...
Sangre en la alcoba (Arresto domiciliario 71)
/
Nadie está listo para ver correr la sangre. No es algo que te puedas tomar con calma, aun si en el fondo sabes que...