relato
Rapunzel
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LOS TRECE ESCALONES, XXXVI: RAPUNZEL El forastero frunció el ceño, molesto con el bullicio de la atestada taberna. Plantado en el umbral,...
El afán de las hormigas
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LOS TRECE ESCALONES, XXXV: EL AFÁN DE LAS HORMIGAS Lucrecia siempre tuvo la habilidad de saber cuándo iba a morir la gente....
Vecinos
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LOS TRECE ESCALONES, XXXIV: VECINOS En Torneros 26 nunca había habido conflictos de importancia. Los chiquillos del 5º Derecha resultaban un tanto...
Ático
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LOS TRECE ESCALONES, XXXIII: ÁTICO Di la entrada para mi primer piso en propiedad a los veintiocho años. Fue una sensación agridulce...
Náyade
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LOS TRECE ESCALONES, XXXII: NÁYADE —Abuela, cuéntame lo de la niña Doria. —¿Otra vez? Pero, criatura, ¿es que no te cansas nunca...
Lobo
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LOS TRECE ESCALONES, XXXI: LOBO Si lo hubiera sabido, claro, ni se habría bajado del coche. Pero si algo tenía bien asumido...
9C
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LOS TRECE ESCALONES, XXX: 9C —Listo —anunció Teresa con gesto triunfal, tras cerrar con cinta americana la última caja—. Por Dios, qué...
Bailarina
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LOS TRECE ESCALONES, XXIX: BAILARINA El horario de visitas empezaba a las cinco en punto de la tarde, los martes y los...
Idéntica
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LOS TRECE ESCALONES, XXVIII: IDÉNTICA —Eres idéntica a tu madre, Susana. Pero idéntica. Eso le decían siempre, desde que tenía uso de...
La prima Ugarte
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LOS TRECE ESCALONES, XXVII: LA PRIMA UGARTE A las cuatro de la tarde el sol caía como plomo derretido sobre el pueblo....