Inicio > Libros > Narrativa > Taxi Driver en Córdoba
Taxi Driver en Córdoba

Álvaro Gálvez ha escrito una bofetada literaria, un relato descarnado, narrado por una voz dañada por una herida invisible, pero también incurable. Sin embargo, sigue adelante porque no hay otra opción. Tal vez la causa de su dolor, casi mudo, no sea tan inexistente. No olvidemos esa primera página: “El parto salió mal: la que murió fue mi madre, así que todo lo que sé de ella son los recuerdos de quienes la conocieron”.

La historia la cuenta un narrador en primera persona, que no se molesta en maquillar sus pensamientos, aunque tampoco los exhiba. Desde el principio, queda claro que algo dentro de él no está bien. No es un héroe, ni siquiera un antihéroe. Es un tipo al borde, que intenta nadar en un mundo que no entiende y tampoco hace el más mínimo esfuerzo por comprenderle. Tiene algo del Meursault de El extranjero de Camus, de protagonista de otra época, entre nihilista y existencial. Mientras avanza la lectura, sientes cómo la tensión crece en su conciencia: un monólogo interno lleno de reproches, dudas y un desprecio sutil, pero constante, hacia sí mismo y lo que lo rodea. No es la suya una perspectiva precisamente optimista; más bien tira hacia lo hobbesiano. Es el signo de los tiempos.

"Todo parece ser parte de un decorado que ya no soporta. Cada esquina es un recordatorio de lo que no tiene, de lo que no es, de lo que nunca será"

Como Travis Bickle mira Nueva York desde su taxi, el narrador observa Córdoba, con la misma sensación de alienación, aunque su desesperanza sea menos obvia. Los callejones, los bares, las plazas… Es un lugar que aplasta, un espacio que se siente más pequeño en cada paso que da. La Córdoba de Gálvez no es esa ciudad de patios y flores, llena de simpatía y cerveza. El narrador la describe con una mezcla de familiaridad y desprecio, como alguien que lleva toda la vida allí, aunque no quiera seguir ni un día más.

El narrador siempre mantiene cierto pudor, incluso en sus confesiones más íntimas. Si algo lo caracteriza es un autocontrol, una rigidez absoluta. La rabia no se desborda; se contiene, se acumula, y en ese proceso se vuelve cada vez más peligrosa. Su problema es que no quiere estar en ningún otro sitio. No hay un reemplazo. Todo parece ser parte de un decorado que ya no soporta. Cada esquina es un recordatorio de lo que no tiene, de lo que no es, de lo que nunca será. Como él mismo dice: “Mi vida consiste en buscar distracciones para esquivar el vacío que siento. Suena muy grandilocuente, pero ahora mismo me parece muy acertado. Todos somos un poco cursis de vez en cuando”.

"Algo cambia y lo hace por un hecho terrible, cuya respuesta proviene no solo de su contenido, sino de todo lo acumulado, tal vez desde su nacimiento"

La verdadera fuerza del libro está en cómo Gálvez construye la tensión. No hay explosiones ni grandes giros argumentales. Es un goteo constante, una acumulación de emociones que se filtran en cada página. El narrador no se enfurece, aguanta y aguanta. Y eso le hace tan inquietante. Parece a punto de estallar, pero que nunca pierde del todo el control. Hasta que, como el antihéroe de Scorsese, toma la justicia por su mano.

Conforme las páginas avanzan, Gálvez no solo encuentra el horror, sino que solo se fija en el horror. Sabes que está al límite, pero ignoras cuándo va a romperse, ni si lo hará. Ni siquiera lo hace cuando sufre la violencia que, como tantas veces, proviene de donde menos se espera. Tampoco cuando su pareja lo trata como si fuera un peso muerto, ni cuando se encuentra cara a cara con la miseria humana. Pero, al final, algo cambia y lo hace por un hecho terrible, cuya respuesta proviene no solo de su contenido, sino de todo lo acumulado, tal vez desde su nacimiento. El acto no redime, pero sí corta la inercia en la que estaba atrapado.

"Cuando todo estalla, el impacto no solo se siente en el protagonista, sino también en el lector. Si buscas algo ligero, este no es tu libro"

El estilo de Gálvez es tan seco como el narrador. No hay adornos innecesarios ni grandes despliegues líricos. Pero en esa austeridad hay una fuerza, una verdad incómoda, que atrapa. El lenguaje refleja perfectamente el estado mental del narrador: cansado, desencantado, pero incapaz de dejar de observar y analizar cada detalle. Hay momentos en los que el libro duele. No porque sea trágico, sino porque te obliga a mirar el transcurso de tus días. Te empuja a cuestionarte si realmente estás viviendo o solo estás pasando los días esperando que algo cambie.

Cuando todo estalla, el impacto no solo se siente en el protagonista, sino también en el lector. Si buscas algo ligero, este no es tu libro. Pero si tienes ganas de enfrentarte al lado más crudo de la existencia moderna, entonces prepárate. Este libro no te hará feliz, pero sí te hará sentir. Y, a veces, eso es suficiente.

—————————————

Autor: Álvaro Gálvez Medina. Título: No sabéis vivir. Editorial: Sr. Scott. Venta: Todos tus libros.

4/5 (10 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios
reCaptcha Error: grecaptcha is not defined
  • Vivir, viajar, escribir

    /
    abril 24, 2025
    /

    A Marco Ottaiano Tanto me gusta viajar que mientras lo hago no echo de menos escribir, no necesito hacerlo, seguramente porque ya tengo la sensación de estar llenándome por dentro, llenándome para escribir. Como le oí una vez al escritor José Calvo Poyato se puede escribir sin escribir, y yo creo que cuando viajamos ya escribimos, interiormente, y cuando leemos también lo hacemos. De otro modo. Nos estamos preparando claramente para hacerlo. A mí me preguntan mucho cuánto tiempo escribo al día, y yo siempre digo que escribir es la fase final de un proceso, un proceso en el que…

    Leer más

  • Una antología reúne todos los poemas, cuadernos, un guion y las canciones de Jim Morrison

    /
    abril 24, 2025
    /

    El libro ha sido editado, según ha explicado Libros del Kultrum, en colaboración con el Estate of Jim Morrison y desarrollado a partir de las directrices que el propio líder de The Doors esbozó en Plan for Book, un documento que se incluye entre las reliquias exhumadas póstumamente de los cuadernos de Morrison. La edición bilingüe de esta antología recopila en un solo volumen la obra del artista en sus diversas vertientes como creador, que hasta ahora estaba dispersa. El volumen se acompaña de una miscelánea de 160 fotografías que incluyen extractos de sus veintiocho cuadernos, escritos todos de su…

    Leer más

  • Escribir desde el margen

    /
    abril 24, 2025
    /

    Una mirada sobre la lengua, la exclusión simbólica y la posibilidad de seguir escribiendo sin permiso. Ni siquiera desde un lugar claro. Algunos lo hacen desde una fisura. Una zona intermedia, sin linaje ni blindaje institucional. Sin la promesa de pertenecer. Sin una ciudad que respalde ni un canon que nombre. Escribir desde el margen no es un acto de heroísmo. Es una consecuencia. A veces biográfica. A veces política. A veces simplemente geográfica. Hay territorios que no son centro de nada. Ni cultural, ni literario, ni simbólico. En sus mapas, el idioma se quiebra, la identidad se difumina y…

    Leer más

  • Un problema que nos compete a todos: Adolescence

    /
    abril 24, 2025
    /

    Ante los quince minutos de fama warholianos que actualmente se disputan desde el formato audiovisual los distintos programas, surgen constantes propuestas perdedoras y victoriosas que normalmente sucumben al pozo del olvido; sólo algunas permanecerán en la memoria de quienes las visionan, por su indiscutible calidad. Una de las series que actualmente está obteniendo gran éxito de público es Adolescence. Creada para Netflix por Jack Thorne y Stephen Graham, está dirigida por Philip Barantini. Un reconocimiento que ha obtenido gracias al boca a boca y no precisamente a la publicidad desplegada, que ha brillado por su ausencia. Sus creadores han tenido…

    Leer más