Thomas Wolfe, sus cuentos y novelas breves publicados en español por primera vez

Así lo ha indicado este miércoles la traductora Amelia Pérez de Villar en la presentación de este volumen, que incluye 43 textos que no habían sido traducidos hasta el momento al español.

Son un total de 58 cuentos y novelas cortas los que abarca este libro, el primero de ellos publicado en 1929 con el título «Un ángel en el porche», y el último en 1987, «La carta española».

Thomas Wolfe, con su personalidad única, conflictiva y adictiva, tuvo, según el editor de Páginas de Espuma, Juan Casamayor, una trayectoria marcada por su escritura desbordante, la relación indispensable con su editor Max Perkins, y su muerte prematura con 38 años.

Una vida que reflejó la película El editor de libros, de Michael Grandage, en 2016, y que fue protagonizada por Jude Law y Colin Firth.

En orden cronológico, los cuentos reunidos de Wolfe muestran la creación del mito de América, desde sus orígenes salvajes y rurales, hasta la construcción de los rascacielos y el tráfico de Nueva York.

Las tierras poco habitadas de las que procedía (nació en Asheville, Carolina del Norte), la construcción del ferrocarril a lo largo y ancho de América, sus estancias en Europa, donde asistió al ascenso del nazismo, su relación con el mundillo literario de la época o su visión de Nueva York, que en época de Wolfe era todavía una ciudad en construcción, aparecen en estos relatos, ha indicado la traductora.

Sus narraciones cortas son «el ensayo continuo de un escritor», ha agregado Amelia Pérez, que cree que Wolfe no estaba satisfecho nunca: «sus relatos son pura experimentación».

Wolfe cursó estudios en las universidades de Carolina del Norte y de Harvard y fue profesor de inglés en la Universidad de Nueva York, entre 1924 y 1930.

Su primera novela, El ángel que nos mira (1929), tuvo un éxito inmediato lo que le permitió dedicarse por entero a la literatura. A esta obra, autobiográfica, le siguieron Del tiempo y del río (1935) y No se vuelve a casa (1940). El tema central de todas ellas es la búsqueda de valores por parte de un joven.

Su escritura, caracterizada por su lirismo, ha sido comparada a veces con la del poeta estadounidense Walt Whitman. Pero a Wolfe, aunque se le siguió leyendo, ya no fue un autor tan popular tras la II Guerra Mundial.

Thomas Wolfe falleció el 15 de septiembre de 1938, en Baltimore (Maryland) de neumonía.