Esos son los tres deseos que tiene Severina, una joven maestra que deja atrás un pasado sellado por la muerte de sus padres, al acudir al pueblo imaginado de Dusa como maestra. Y así comienza el juego de dualidades que es la última novela de Inma Monsó, en el que Dusa, como la nueva maestra, es un lugar pequeño y cerrado que parece no tener contacto social con nadie. Presenta la autora a una joven sin historia por haber vivido la guerra civil en diferido, educada por una madre de carácter excéntrico y patente amor por la lectura y por un padre a veces ausente de cuyas actividades jamás tuvo noticia, lo más cercano a la memoria familiar fueron frases sueltas atesoradas durante años y la herencia de quienes buscan un hogar en el que sentirse seguros cuando cae la noche. Se convierte por propia voluntad, o gracias a un sorteo pese a que en su familia nunca ha tocado nada, en la maestra de Dusa, un pequeño pueblo del Pirineo en el que los años transcurridos no han borrado un solo día de la historia más reciente, al que llega buscando cumplir tres deseos: tocar la nieve, tener casa propia y tener un pueblo. Monsó dibuja Dusa como un lugar denso, perfecto para transformar la experiencia de la protagonista en un relato iniciático que le obligue a abrirse paso en la vida descubriendo que hay amores que son unidireccionales y caminos que se recorren derribando puentes para avanzar hacia delante.
La autora construye una historia de personajes perfilados a golpe de certezas que, como la niña que abre la novela, se saben condenados a tener que despedirse de todo cuanto les rodea. Un entorno que carga de significados, logrando que el lector se sumerja en una de esas historias de ficción que se sienten reales porque han sido creadas a la sombra de una historia a caballo entre dos generaciones que no le quedan tan lejanas. Despliega para lograrlo una prosa marcada por la belleza, tanto como por una mirada de un narrador que se antoja a ratos sorprendido por la candidez de la protagonista, y que aligera con toques de humor para permitir que la historia respire y que la novela avance hasta que cae, por ejemplo, el primer copo de nieve. Porque Severina logra ver la nieve en Dusa, y no es ese el único de los tres deseos que ve cumplidos, solo que a veces olvidamos que los genios que conceden deseos juegan con la manera en que se formulan, o que los deseos cambian levemente a medida que maduramos.
El último título de Monsó es una historia sobre la memoria individual y la colectiva, un relato sobre pérdidas que se mezcla con la búsqueda del futuro en el presente y del pasado en el futuro, en el que los guías, aunque se hagan llamar Bestia, pueden resultar vitales para avanzar hasta el siguiente punto del camino. No es una lectura rápida, es imposible cuando posee varias capas de profundidad.
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Autor: Imma Monsó. Título: La maestra y la Bestia. Editorial: Anagrama. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
Una novela deliciosa, de lo mejor que he leído en los últimos tiempos. Esta autora es genial, sobre todo Un hombre de palabra y Todo un carácter, pero esta novela incluso las supera.