Dicen que permanecerán, que se coserán a otras vidas, que alguien, en algún lugar, se pondrá a tararear frente al espejo. Que, seguro, soltará una lágrima, convencido de que esa, justo esa, se compuso pensando en ellos y lo que creyeron tener y no fue. Pero no es verdad, no puede ser que canciones que suenan como Alvin y las Ardillas puedan conmover, permanecer, acompañarte el resto de tu vida.
Si de alguna columna estoy orgulloso es de aquella que titulé “Desordenada habitación”. Hacía poco que pude darle las gracias en uno de sus íntimos conciertos en Palma de Mallorca. Teresa y yo entramos en el camerino improvisado en aquella sala ínfima para tanto genio. Era una figura de El Greco, desgalichado por la parca que le consumía y que, hija de puta insaciable, andaba queriendo cobrar el diezmo de una vida única. Sonrió, musitó un “vaya, gracias” como si le sorprendiera que para Teresa y para mí fuera la banda sonora de nuestra vida. “El sitio de mi recreo” fue el primer regalo que me hizo la mujer de mi vida y que siempre hay un momento en que lo escucho. Envolví su mano en las mías, con la esperanza de que de verdad se convenciera de que en la barca de Caronte no había que embarcarse todavía. Que quizá se puede driblar la guadaña con tañidos de guitarra.
Al cabo de unos meses llegó la noticia funesta y aparqué los casos de corrupción, a los políticos mediocres y a los empresarios taimados para honrar torpemente al hombre que puso banda sonora a mi vida: Antonio Vega. La recuerdo ahora porque me he subido a un taxi donde, ignoro cómo, ha sonado “Se dejaba llevar por ti” y le he pedido que subiera el volumen. El taxista y yo hemos compartido recuerdos, momentos, imágenes de entonces que llevamos cosidas al alma. Ojalá llegue a leerla. El trayecto fue muy corto como para contarle que sí, que a Antonio Vega le debo muchísimo.
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Espasa celebra el centenario de “Marinero en tierra” de Rafel Alberti con una edición especial
/abril 09, 2025/Con el título Y sobre el ancla una estrella, correspondiente a un verso de Marinero en tierra (1925), el libro une dos obras que “delimitan el principio y el final de su carrera literaria” y que son “fiel reflejo de su espíritu”, según la catedrática Remedios Sánchez, que firma el estudio preliminar. Canciones para Altair incluye poemas de amor inéditos dedicados a su esposa, María Asunción Mateo, dibujos inéditos y reproducciones de poemas manuscritos. La nostalgia del mar es el eje de Marinero en tierra, el primer poemario de Alberti, en el que muchos autores vieron no solo el lamento…
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Todo lo que dices cuando dices que no pasa nada
/abril 09, 2025/Visteis The Affair, como no podía ser de otra manera, por separado: aquella serie en la que una misma historia se narraba desde dos puntos de vista que nunca convergían, como los vuestros. “Tal vez sea mejor / no entenderse entre los dos / para conservar / cada uno su razón”, cantaba Antonio Vega, y por algo era vuestra canción favorita. Los discos tenían cara A, donde se podía escuchar la canción de éxito, y luego una cara B que escondía la desechada. Tu siempre más cerca de las caras B que del hit. Como cuando decías que habías dormido bien y…
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Daisy y las tijeras
/abril 09, 2025/Mis tijeras cambiarían la medicina, la industria, la agricultura… la vida. Acompáñame en mis quejas de científica feminista y arrinconada en la sombra del microscopio para conocer mi historia. Se puede ser una estudiante excepcional, tener dos títulos de graduación, colaborar en el descubrimiento que marcó la ingeniería genética… pero si eres mujer se evapora todo tu mérito. Yo trabajé con dos hombres que ganaron el premio Nobel y ninguno de los dos me valoró. Nací en Suiza en 1936, justo entre las dos guerras mundiales y, sí, pude estudiar; de hecho, me gradué en Química y en Biología a…
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Jesús Terrés: «Mis mayores alegrías están en la cotidianeidad»
/abril 09, 2025/Durante la pandemia (se acaban de cumplir cinco años) Terrés empezó a escribir cartas que enviaba a sus lectores. Esta newsletter personal se convirtió en el buque de salvación para muchos. 35.000 lectores esperaban esta apertura a un universo de detalles, a esta literatura de lo esencial, y lo pequeño. Destino acaba de reunir estas misivas en un libro titulado Vivir sin miedo.
Irrepetible y mágico como todos los grandes, “Chica de ayer” que “Se dejaba llevar por ti” durante “Una décima de segundo” ❤️