Escribir un libro es difícil, de acuerdo, pero montar un festival literario tampoco es moco de pavo. Por eso hemos pedido al director de uno de esos eventos que nos explique las dificultades a las que debe enfrentarse un agitador cultural para levantar unas jornadas de carácter literario.
En este making of, José Luis Espina cuenta cómo consiguió levantar las jornadas Transversal, que este año se celebrarán en el Hotel Le Méridien Ra (El Vendrell, Tarragona) entre el 12 y el 14 de mayo.
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¿Cómo se organizan las jornadas de literatura Transversal’23? Esa es la pregunta a la que se me invita a contestar y a la que, como a tantos interrogantes aparentemente sencillos, cuesta dar una respuesta.
Transversal’23 es la sexta edición de un proyecto iniciado en el año 2017 con el que cumpliré dieciocho años gestionando proyectos de cultura, muchos en El Vendrell, capital del Baix Penedès, una comarca olvidada por los gobiernos y ahogada en lo económico, pese a ser nudo de conexión entre el sur de Barcelona y el norte de Tarragona.
Pero para llegar a Transversal’23 como impulsor independiente de eventos culturales ha sido necesario transitar por un camino largo y complicado. Cuando en el año 2005 empecé a rodar por diferentes despachos buscando ayuda para mi primer proyecto literario, todo lo que podía aportar era mucha voluntad, el conocimiento de algunos escritores destacados que habían participado en la Tertulia Literaria Jacaranda, fundada en Barcelona con un puñado de amigos, y la experiencia en la comunicación y comercialización de productos que nada tenían que ver con la cultura.
A pesar de las limitaciones, con la colaboración del ayuntamiento de El Vendrell y de la ACEC (Asociación Colegial de Escritores de Cataluña) conseguí los recursos mínimos para organizar la jornada VISOR’05, en la que participaron los escritores Pedro Zarraluki, Javier Tomeo, Antonio Rabinad, Mercedes Abad y Susana Lastra.
Tuvieron que pasar bastantes años y unos cuantos proyectos para que en 2017 pudiese llevar a cabo, con el apoyo y los medios del Hotel Le Méridien Ra las jornadas Transversal’17. Los recursos personales y el conocimiento del sector no eran los mismos que doce años atrás, había acumulado alegrías y sinsabores que se habían convertido en experiencia. Pero hace falta algo más para convencer a un colaborador y ejecutar la idea.
¿Cuál es el objetivo de cualquier proyecto? ¿A qué necesidades responde? ¿Qué carencias mejora? Nadie apuesta por ti si en la propuesta no hay atisbos de un resultado convincente. Tenía como precedente once ediciones de las jornadas VISOR y otros eventos como el proyecto “De mar a mar” con el Instituto Camoes de Portugal en Barcelona. Eso ayudaba, pero necesitaba apoyos para continuar con los propósitos iniciales de acercar la mejor literatura al lugar donde vivía, que El Vendrell fuese un referente literario como lo era en la música con Pau Casals y en la dramaturgia con Àngel Guimerá. Quería contribuir a visibilizar la cultura del libro superando el marco geográfico local, traer hasta aquí a los mismos creadores que participaban en los festivales por los que me movía: BCNegra o Kosmópolis en Barcelona, el Festival Ñ en Madrid, la Semana Negra de Gijón o el Hay Festival de Segovia, una tarea demasiado ambiciosa cuando estás solo en el empeño.
Fueron años de predicar en el desierto hasta que, en el otoño del año 2016, ya sin apoyo municipal para continuar con el proyecto VISOR, una amiga, vinculada también al mundo de la cultura, me sugirió presentar la idea a la gerencia del Hotel Le Méridien Ra. ¿Qué podía perder? Sin preocuparme por redactar nada nuevo envié a la dirección del hotel el dosier de comunicación de la última edición de VISOR, añadiendo la ventaja que podía suponer para una empresa privada vincularse a un proyecto literario ampliando notoriedad y público en el mundo de la cultura.
Dos días después recibí respuesta de Manuel de Araujo, director por entonces del hotel, invitándome a una reunión para ampliarle información sobre la idea propuesta. Una hora fue suficiente para que él entendiese lo que otros no habían entendido en más de diez años. Manuel de Araujo tenía muy presente lo que Calafell y Carlos Barral habían supuesto para literatura del siglo XX y vio en las jornadas Transversal la oportunidad de tomar el testigo de aquellos encuentros entre escritores que habían convertido aquella geografía en un referente para la literatura hispanoamericana.
Dos meses después volvíamos a reunirnos para presentarle TRANSVERSAL’17 – I Jornadas de Literatura Le Méridien Ra, un nuevo proyecto que mejoraba en todos los sentidos el antiguo VISOR.
Como he comentado más arriba, la mayoría de ideas llevadas a la práctica han sido iniciativas personales, propuestas para las que buscaba apoyos para llevarlas a cabo y que generalmente, cuando se materializaban, podía hacerlo sin presiones ni condicionantes en cuanto a los objetivos y temáticas. Eso tiene sus contrapartidas: si exiges autonomía tienes que ofrecer responsabilidad y evitar defraudar.
¿Cuál debería ser el formato de las jornadas Transversal? A pesar de la importancia literaria que la costa del Baix Penedès ha tenido en el siglo pasado, poco queda ya de todo eso. No estamos en el contexto de una gran urbe con un público potencial amplio, así que rechazamos de entrada la posibilidad de crear un festival de género, ni siquiera parecía oportuno buscar en eje temático para cada una de las ediciones. Así que los objetivos serían muy concretos: un festival con pluralidad temática que permitiese abordar asuntos de actualidad y géneros literarios diferentes de manera divulgativa, a la vez que convertir el hotel Le Méridien Ra en un punto de encuentro entre escritores de diferentes geografías. Acompañando todo eso, música y artes plásticas formarían también parte del proyecto, buscando un hilo conductor con el mundo de los libros.
Pero una vez puestas las ideas negro sobre blanco, hay que completar el círculo, materializarlas, y es ahí donde este freelance tiene que desplegar todos los recursos en su mano para hacerlo posible.
¿Qué contenidos tendrá el programa? ¿A quién invitar? ¿Se buscan los participantes en función de los temas o se organizan los debates en función de algún invitado en concreto? ¿Cómo contactar con ellos? ¿Quién puede ayudarnos a identificar autores y facilitarnos el contacto?
No son pocas las tareas, y aunque expresado así pueda parecer irrelevante, el éxito de cualquier proyecto estará condicionado por múltiples factores. Una respuesta positiva dependerá no solo de los autores participantes, también de acciones de comunicación que ayuden a la notoriedad del proyecto, como el diseño del cartel, la creación del dosier y notas de prensa, distribución a medios de comunicación, creación y redacción de contenidos de la web, edición de clips de vídeo para publicitar cada una de las mesas, acciones de comunicación en redes sociales, coordinación con librerías para disponer de ejemplares los días del evento, gestión de las bases de datos de contactos y como remate, armado de tijeras y cinta adhesiva, distribución de folletos y pegada de carteles
Todo eso no garantiza los resultados, pero son acciones inexcusables para movernos en la buena dirección.
Con los años y la experiencia en diferentes sectores ha sido del cultural del que más he aprendido. El sector literario es tan corporativista como cualquier otro, en algunos aspectos puede que más. Tras dieciocho años sigo sintiéndome tan extraño como el primer día, pero si estas iniciativas han servido para poner un granito de arena en beneficio de la literatura, el camino andado habrá merecido la pena.
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