Ha vuelto a hacerlo Joyce Carol Oates. Vuelve a dejarnos con la boca abierta tras la lectura de su última novela. Se titula Babysitter y narra unos meses en la vida de Hannah, una esposa y madre de clase alta.
Al tiempo que comienza este romance, un asesino sin escrúpulos deja un reguero de cadáveres inmaculados a su paso: todos niños de corta edad, todos secuestrados y torturados… ¿tienen alguna relación el esquivo amante de Hannah y el asesino, apodado Babysitter?
En ese momento la narrativa de Oates despliega todo su músculo para adentrarnos en la psique de un ramillete de personajes que deambulan en los aledaños de la tranquila vida de los Jarrett. Esta polifónica novela no solo nos mostrará los altibajos de Hannah, tras cada cruento encuentro sexual con su amante (el argumento que construye Oates se desvela como un fuelle, dando aire, explicitando, u ocultando determinados hechos), sino que nos conducirá a las mismas fauces de Babysitter, donde iremos destapando, línea a línea, una cruda historia de abuso infantil que se ha perpetuado durante generaciones.
En la novela de Oates la trama arranca, acelera y a ratos frena en seco. La escritora juega caprichosa y creativamente con la historia: a veces parece despedazarla, otras la muestra prístina e inmaculada al lector. Como haría Babysitter —depredador de niños— hace Oates —depredadora de historias—, cuya eficacia narrativa no puede dejarnos indiferentes.
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Autora: Joyce Carol Oates. Traductora: Núria Molines Gallarza. Título: Babysitter. Editorial: Alfaguara. Venta: Todostuslibros
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