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Un enemigo decisivo

Al terminar Alarico: El rey de los godos, libro con el que debuta en las librerías Blas Alascio (Roda de Isábena, Huesca), me viene inmediatamente a la mente la definición y clasificación de novela histórica, motivado por las características del libro con el que su autor comienza su andadura en el mundo literario. La novela histórica es un género que nace de la unión de la literatura y de la historia. Aparece en el siglo XIX, cuando sir Walter Scott publica Waverley, primera novela de aventuras basada en hechos históricos. A ésta siguieron muchas otras, ya que diversos autores deciden, visto el éxito y la gran demanda de este tipo de literatura, unirse al fenómeno publicando novelas de marcado cariz histórico. A partir de este momento nacen las distintas ramas de la literatura histórica, como la “historia novelada” —que recoge hechos históricos verídicos, protagonizados por personajes que vivieron hace más de tres generaciones del presente, en forma de novela, incorporando licencias y elementos literarios— o la “novela pseudohistórica” —que desarrolla la narración a través de personajes y diálogos ficticios que pueden interactuar o no con personajes históricos; el autor se puede permitir muchas más licencias, ficcionando situaciones y personajes—. Otra rama es la denominada “novela histórica de ficción” —que se caracteriza por tener una trama con un desarrollo moderno en donde los protagonistas adoptan roles de tiempos actuales—. Por último está la “novela de aventuras históricas”, que son novelas de escaso valor histórico, en donde el autor recrea situaciones, en un marco histórico poco riguroso, creadas por la imaginación del escritor.

Que un libro se incluya en una familia u otra depende de que el autor tenga acceso a unas fuentes fiables de documentación, independientemente de lo rigurosa que sea la investigación que pueda realizar, ya que la base de toda novela histórica se encuentra en la exactitud y amplitud de las fuentes.

"Blas Alascio construye, a pesar de las dificultades que le supone la falta de datos, una sólida novela valiéndose de personajes históricos: romanos, griegos, alejandrinos, etc"

Blas Alascio inicia su singladura como escritor de novelas históricas con una historia que posee muy pocas fuentes en donde bucear, ya que, al tratarse de los primeros años de la vida del que llegará a ser rey caudillo de los godos, Alarico, no existen crónicas escritas de sus gestas. En el pueblo godo, el relato de su historia sólo se transmitía, de generación en generación, por medio oral, a través de canciones y leyendas contadas por los bardos. Por lo tanto, nada sabemos de la vida del caudillo. En las crónicas latinas no aparece hasta el año 391 un guerrero godo llamado Alarico. Blas Alascio construye, a pesar de las dificultades que le supone la falta de datos, una sólida novela valiéndose de personajes históricos romanos, griegos, alejandrinos, etc., que fueron coetáneos de Alarico. De esta manera edifica un relato que se puede encuadrar dentro de una “novela pseudohistórica”. Argumentos como éste son los que permiten que el escritor pueda explayarse y lucirse con atractivas construcciones ficticias. Alascio demuestra a lo largo de su primera novela que es capaz de dotar a los personajes de una personalidad creíble que encaja con precisión en el ambiente histórico, etnográfico y cultural de los tiempos que cuenta.

"Alascio, a lo largo de su novela, hace que el joven Alarico crezca y sea educado en las principales urbes del mundo antiguo: Constantinopla, Alejandría y Atenas"

Los godos, según describe Alascio, “no eran el pueblo salvaje y nómada dedicado al pillaje del que se tenía noticias en la capital del Imperio romano. Sólo eran un pueblo bárbaro —que habitaba al otro lado del limes fronterizo del norte— abocado a abandonar sus tierras y costumbres por el empuje de las devastadoras tribus de procedencia indoasiática que invadían sus ancestrales dominios”.

Los acontecimientos históricos, muchos de ellos basados en las opiniones del historiador romano Amiano Marcelino, que Alascio va describiendo a lo largo de su libro, no son hechos aislados: todos ellos están concatenados y producen consecuencias inesperadas.

En el aura mítica que acompañará la vida de adulto de Alarico se hace referencia a que, en su nacimiento, unas prodigiosas señales hicieron que pronto se relacionase a Alarico con una antigua leyenda según la cual “un día nacería un niño que uniría a la nación goda y construiría el más grande imperio conocido”.

Alascio, a lo largo de su novela, hace que el joven Alarico crezca y sea educado, como un patricio romano, por reputados sabios del momento en las principales urbes del mundo antiguo: Constantinopla, Alejandría y Atenas.

"En el siglo IV el emperador Teodosio implanta la religión cristiana, desatando un conflicto muy violento a lo largo del Imperio entre paganos, seguidores de Cristo y seguidores de Arrio"

Como toda novela que se fundamenta en el mundo romano, Alarico: El rey de los godos recoge dosis elevadas de venganzas y traiciones que se planifican al milímetro para que con posterioridad sean ejecutadas en frío, con tal de causar el mayor daño posible. Sin embargo, vemos a lo largo de la historia que la grandeza de Roma es capaz, hasta su desmoronamiento final, de convivir con las consecuencias de cualquier ansia de venganza y mitigar sus consecuencias. Blas Alascio diseña una trama con objeto de que el lector caiga en ella y se encuentre enganchado desde el principio.

El autor pone especial atención en el conflicto religioso que se desarrolla en esa época. Durante siglos, en Roma existió libertad religiosa. En el siglo IV el emperador Teodosio implanta la religión cristiana, desatando un conflicto muy violento a lo largo del Imperio entre paganos, seguidores de Cristo y seguidores de Arrio.

Alarico: El rey de los godos, en base a las definiciones enunciadas al principio, tiene todas las características necesarias para ser una “novela pseudohistórica” basada en los primeros años de vida del bárbaro llamado a ser un enemigo decisivo y principal impulsor del fin del Imperio romano.

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Autor: Blas Alascio. Título: Alarico: El rey de los godos. Editorial: Grijalbo. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.

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