Este ensayo parte de una premisa: un vacío existencial recorre la sociedad, un vacío que, pese a las tazas de Mr. Wonderful, las mascotas adoptadas y las redes sociales, se resiste a desaparecer. Con un tono que bascula entre el manifiesto contra el narcisismo, el análisis del comportamiento social y la profundidad teórica, Alejandro Pérez Polo reflexiona en este libro sobre el individualismo y trata de responder a la pregunta que a todos nos acecha: ¿qué está pasando?
En este making of, Alejandro Pérez Polo rememora el germen de Tú no eres especial (Akal).
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Nos ha tocado vivir una época que celebra el ego por encima de todo lo demás. Un rápido scroll por tus redes sociales, por las stories en Instagram, y verás muchísimas representaciones de uno mismo retransmitiendo su propia vida. Hoy, un perfil en redes sociales nos permite generar un club de fans de nosotros mismos, al tiempo que nos abre a una sensación de reconocimiento cuando ya no hay grupo al que pertenecer.
No podría poner un punto de inicio exacto en la formación de la idea de este ensayo. En cierta medida, es un cúmulo de conversaciones, experiencias, vivencias, relaciones (en el trabajo, con la pareja, con los amigos, con la familia) que he ido teniendo a lo largo de los últimos años. A todos nos han hablado del horóscopo, de la necesidad de ir a un psicólogo, de hacerse un tatuaje o de la alegría que le ha producido a alguien adoptar esa nueva mascota que hoy le proporciona unos afectos y una lealtad que ya no encuentra en otros seres humanos.
De la misma manera, muchos hemos tenido formaciones de coaching motivacional en nuestras empresas. Nos han explicado cómo sacar lo mejor de nosotros mismos, cómo mantener la positividad, cómo ser nuestra mejor versión en el trabajo. La preocupación por la estabilidad emocional es una cuestión que siempre me ha intrigado, porque choca de frente con lo que habitualmente causa malestar en una empresa: deadlines imposibles, conflictos con otros compañeros, tareas repetitivas y, sobre todo, un salario que no permite acceder a un bienestar material (y existencial) mínimo. Soy un gran admirador de Huxley y su obra Un Mundo Feliz, probablemente las analogías de nuestra sociedad con esa distopía es una de las principales razones que me han impulsado a teclear.
Pero no únicamente. Hay una actitud generalizada de muchísimas personas de creerse por encima de las demás que, a mí particularmente, me pone bastante nervioso. No dejamos de escuchar en cualquier sobremesa, o en cualquier conversación informal con amigos o familiares, que “la gente es imbécil”. Lo he escuchado en entornos absolutamente diferentes: en la política, dónde he trabajado más de seis años, en el barrio de periferia dónde me he criado y también entre personas que aparentemente parecían humildes o tranquilas a nivel vital.
Tú no eres especial también va contra toda esta nueva arrogancia de creernos los primeros (y mejores) en haber hecho cualquier cosa por muy banal que sea. De hecho, todavía más, va también contra esta nueva actitud de muchísimos influencers cuya fama mundana es percibida como una fama absoluta y universal. Ni somos los primeros en ser padres, ni somos los primeros en haber tenido una conexión espiritual, ni mucho menos somos los primeros en haber sufrido cualquier tipo de trauma.
El objetivo de todo este libro es olvidarnos un poco de nosotros mismos para ir al encuentro con el otro. En mi propia tarea de escribir, he intentado que todo sea un ejercicio de reencuentro con los demás. Tanto los que están hoy como con los que estuvieron ayer. Sabiendo las limitaciones existentes, pero teniendo un compromiso inquebrantable con mi comunidad, con la necesidad de volver a recoser lazos, de ser muy consciente de que nadie aquí es tan importante como dice ser, pero que en conjunto sí somos fuertes y relevantes.
Tanto ha sido así, que una de las grandes dudas que me ha quedado tras estar dos años escribiendo e investigando muchísimos conceptos de este libro es si realmente existe el Yo. Si el Yo no es una ilusión provocada por el lenguaje y nuestra conciencia. Porque para producir este ensayo he hecho un amplio repaso por la filosofía, sobre todo Heidegger, Nietzsche y Zizek. Algunas de sus respuestas van en esa línea, aunque me quedo con una cita del esloveno que dice que somos una fluctuación dentro de la nada, ya que el universo no habría surgido de la nada sino dentro de ella. Del mismo modo, una idea que me seguirá será la del pasaje de ser “sujetos” (porque estamos sujetados a otros) al nuevo concepto de individuo (solo, aislado, soberano).
Nuestras sociedades están atravesadas por muchísimos malestares, y la carita sonriente de Mr. Wonderful añade un elemento distópico que los aumenta. Al final, este individualismo exacerbado es la causa principal de que muchas personas lo estén pasando mal y no encuentren más remedio que un libro de autoayuda para salir de su particular atolladero.
Espero que este libro pueda servirle a la gente como misil Tierra-Aire contra este ejército de la desesperanza que comercia con nuestras angustias y nos intenta hacernos creer que somos más especiales que el resto, alimentando así una rueda de soberbia y egocentrismo que sólo nos conduce a la soledad y la desconfianza contra todos los demás.
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Autor: Alejandro Pérez Polo. Título: Tú no eres especial. Editorial: Akal. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
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