Una delicada fábula sobre la diferencia

Amélie Nothomb es una escritora prolífica y sorprendente. Sus libros suelen ser breves y casi siempre nos adentran en un mundo que navega entre lo fantástico y lo existencial con un tono que roza en muchas ocasiones la ligereza sin dejar de lado los temas trascendentales de la vida, siempre descritos con mucho humor e ironía.

En Riquete el del copete conocemos a Déodat, hijo de Honorat y Énide, madre primeriza a los cuarenta y ocho años y a Trémière, hija de Lierre, creador de videojuegos, y Rose, galerista.

Déodat es el bebé más feo del mundo, pero desde muy pequeño demuestra poseer una mente privilegiada, aunque tendrá dificultades para conocer los misterios del amor y desentrañar lo que las chicas desean: “La  criatura poseía esa forma superior de inteligencia que deberíamos denominar sentido del otro”. Trémière era de una belleza fuera de lo común: “Su cabeza era lisa y blanca como una flor de algodón, ninguna convulsión alteraba sus rasgos de muñeca de porcelana”.

Nothomb se basa en el cuento clásico de Charles Perrault, en el que él era un príncipe horrendo y sin embargo el más inteligente del reino y ella era una princesa bellísima, aunque sosa, callada, desganada y algo estúpida. Llegando al fondo de la cuestión, la chica se enamora del chico, convirtiéndolo en bello y el chico se enamora de la chica, convirtiéndola en lista (seguramente no es tan tonta como aparenta a primera vista). Nothomb traslada el cuento a la actualidad abordando el tema de la normalidad y la rareza haciéndonos sentir que todos somos de alguna manera únicos, diferentes y excepcionales. Amélie Nothomb se pregunta en esta breve novela por el sentido de la belleza en una sociedad empeñada en tachar de fealdad todo lo que se salga de los cánones, y se aventura en los territorios del cuento para escribir una fábula sobre la diferencia explorando de paso el territorio de la infancia y de la adolescencia y las dificultades de quienes son diferentes y singulares para  adaptarse al mundo y lo difícil que el resto suele ponérselo. Nothomb ya hizo algo similar con Barba Azul, al reinventar uno de los famosos cuentos del autor francés y convertirlo en una fabula contemporánea.

Trémière y Déodat, dos extremos inadaptados, parecen destinados a encontrarse y se llega casi de un tirón al final de esta novela donde queda claro que la belleza y la fealdad solo existe en nuestra mirada. Al contrario de lo que ocurre al Príncipe y a la Princesa del cuento, Déodat y Trémière no tienen que cambiar su aspecto, sus sueños ni su manera de pensar para ser felices. Déodat nunca abandona su idea de ser ornitólogo y compartir su vida con un ser humano que le quiera como es.

Encontramos en la novela varios guiños o alusiones claras a Balzac y el amor, autor que considera ingenuo y a la vez extraordinariamente bien informado. “Así es que el 65% de las historias de amor escritas por Balzac acaban bien. No es mucho, pero tampoco es una proporción despreciable. Es como si Balzac quisiera decirnos que, en esta sangrienta y peligrosa guerra que es el amor, a veces también se puede conocer la victoria”. En este caso hay que llegar hasta el final para ver que existen muchos tipos de finales felices y para confirmar una vez más que Nothomb es una escritora inteligente, con un gran humor y gran facilidad para contar en unas cuantas páginas, poco más de cien, un historia muy humana y profunda que nos hace reflexionar sobre cómo nos comportamos con las personas con las que convivimos y a la vez nos demuestra que el cariño de los demás nos puede convertir en mejores personas. Una novela delicada y escrita con tanto cuidado que se disfruta de cada línea.

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Autora: Amélie Nothomb. Título: Riquete el del copete. Editorial: Anagrama. Venta: Amazon, Fnac y Casa del libro