Juana Vázquez Marín, doctora en Filología, experta y especialista en el XVIII, licenciada en periodismo y catedrática de Literatura, es una escritora singular, inclasificable, autora de una obra actual, El desconcierto de vivir. Su escritura es caleidoscópica, siempre con los mismos personajes que huyen de su realidad y se sitúan en un sentimiento de extrañeza y soledad.
La escritora indaga en los límites de la realidad, y su genialidad va acompañada de estadios creativos y originales que incitan a desarrollar ciertos talentos de los que el resto de los humanos carecemos o que simplemente tenemos “dormidos”, ocultos o solapados en nuestra propia mente.
La casa, la calle y la aldea son los escenarios preferidos de la autora, convirtiéndose en los personajes recurrentes de todas sus obras. El concepto de cartografía se repite en todos los relatos, en los que existen continuas referencias a calles, plazas y tiendas que utiliza la autora. El espacio, los lugares y los territorios son tan importantes como las personas que vagan y transitan a través del elemento fantástico. Uno de los recursos literarios, como la superposición del espacio narrativo, es el punto clave que marca la desorientación existencial.
La escritura de Juana Vázquez, caracterizada por su estilo directo en primera persona, nos induce a la melancolía y la soledad atravesadas por el anhelo, el deseo impregnado de pinceladas artístico-literarias mediante un lenguaje sencillo y coloquial en el cual encontramos armonía y coherencia textual. Su humor sutil y satírico permite a la autora que todo fluya a través de una red rizomática de asociaciones y relaciones. Cada cuento se ha escrito desde la intuición poética y el propio subconsciente.
La autora nos presenta una mirada oblicua de la realidad mediante un narrador homodiegético a través de una serie de instantáneas mentales. Los espacios, los objetos y las personas marcan la pauta temática y narrativa a lo largo de unos sesenta cuentos que de forma híbrida podrían conformar una “novela” con innumerables tramas. Juana Vázquez ha sabido dar a las tramas un tono humorístico y desenfrenado por medio de unos personajes, principalmente femeninos, niños y adolescentes en una narración que fluye por sí sola. Y esto lo logra a través de una amalgama de imágenes visuales y plásticas, cuadros o escenas que invaden la memoria de la autora y muestran al lector algunas connotaciones personales. Este libro se centra en lo cotidiano, lo diario, lo que sucede en la vida normal a una serie de personajes que deambulan por el mundo y solo desean vivir y ser felices.
El silencio se mueve a lo largo de estas páginas por todos los espacios posibles de la casa, lugar preferido por la autora, en el que se desarrollan los diálogos y monólogos. Gaston Bachelard inunda la soledad y el desconsuelo de las tramas y permite describir perfectamente a Juana Vázquez esas situaciones, a veces raras y extrañas, en las que da vida a los objetos que habitan la casa.
Las presencias y las ausencias de seres concretos nos acercan a los espejos y las máscaras que conforman el universo narrativo de la autora. El desconcierto de vivir es ya una referencia al contenido de lo que el lector puede encontrar en el interior de este libro con una hermosa portada de amarillos otoñales. El desconcierto de vivir es un collage de historias entrelazadas donde surge la desorientación de los personajes, una novela curiosa con innumerables tramas con la inmersión del elemento fantástico, una mirada oblicua que cohesiona casi sesenta cuentos, donde aparecen diferentes situaciones en forma de alucinación en este laberinto textual.
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Autora: Juana Vázquez. Título: El desconcierto de vivir. Editorial: Sapere Aude. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
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