La novela de Rosario Villajos es un vademécum para aprender el cuerpo. La educación física, ficción galardonada con el Premio Biblioteca Breve, desvela —en una magistral tercera persona— el fluir de pensamiento de una adolescente a comienzos de los años 90: los desencuentros con su propio cuerpo, el desentendimiento con su piel, el encontronazo con los cambios inherentes de la pubertad se darán de bruces contra la mirada masculina sobre ese cuerpo aún tatuado de inseguridades: la de su padre, la de su hermano Pablo, la del padre de su amiga Silvia, del profesor de gimnasia, de Juan, e incluso del hombre que la recogió tras hacer autoestop.
En una sociedad marcada por la crónica negra, la novela narra un fragmento de los primeros años de adolescencia de Catalina, una niña en un tiempo en que la sociedad española vivía uno de los peores episodios de su historia: el crimen de Alcasser. Otras desafortunadas desapariciones (Anabel Segura, Gloria Martínez) componen el marco en el que las niñas de los 90 crecimos. En esta novela, la idea de estas desapariciones consigue darle el tono sombrío y pesimista del que Catalina se apropia vistiéndolo de un adulto cinismo.
El miedo, en los 90, se disfrazó de precaución. La precaución se convirtió en un modo de vida. La educación física es una novela en torno al cuerpo. En ella se vislumbran todas las cicatrices reales —como la de la propia Catalina tras meses en hospitales— así como otras cicatrices figuradas, huellas de todas las batallas que una mujer, una niña libra: contra el abuso, contra el acoso, contra la mirada sobre el cuerpo.
Esta novela encapsula entre sus páginas momentos dolorosos que cualquier mujer ha vivido. Es una amalgama de situaciones a las que la niña Catalina se enfrenta con valentía. Villajos viste la novela con otros relatos ajenos que narran el mismo tipo de abusos: ya los mitos de Grecia y Roma contribuyeron a crear una conciencia historia colectiva en la que se fundamenta un sistema de valores y de modos de actuación comúnmente extendidos. Es esta engalanadura clásica de los mitos la que aporta un sólido empaque a la ficción de Villajos, la que consolida esta novela como un referente para una generación que dibujó los fines de semana con las diez como hora de llegada.
Otro de los elementos notables de La educación física —que el jurado del Biblioteca Breve habrá valorado en su fallo— es el eficaz uso del tiempo en la narración: el tiempo del relato (unas pocas horas en las que Catalina huye de casa de su amiga Silvia hasta su casa) encierra un tiempo de la historia que dilata sus últimos años de niñez.
Es esta novela de Rosario Villajos un vademécum de amor propio que disfrutarán niños de cuarenta años, un espejo en el que resultará imposible no verse reflejado. Ténganla en cuenta.
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Autora: Rosario Villajos. Título: La educación física. Editorial: Seix Barral. Venta: Todostuslibros.
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