El 28 de septiembre de 1939, la ciudad de Varsovia se rinde ante los soldados alemanes del III Reich. Al día siguiente las fuerzas nazis entraron en la ciudad. Los primeros en sufrir su consecuencia serán los judíos —hasta 350.000 vivían en la capital polaca, el 30 % de su población—, obligados a llevar un brazalete para ser reconocidos. De forma progresiva vieron reducidos todos sus derechos, hasta el que el 12 de octubre de 1940 se creó el Gueto de Varsovia. Dos años más tarde, las SS realizaron la primera deportación masiva al campo de exterminio de Treblinka.
¿Cómo fue la invasión nazi en Polonia?
La invasión de Polonia significó el estallido de la II Guerra Mundial. El argumento de los nazis para justificar el ataque fue recuperar los territorios perdidos en el Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial. Poco a poco, Hitler fue arañando terrenos a sus vecinos, primero se anexionó Austria en 1938, luego consiguió los Sudetes de Checoslovaquia gracias a los Pactos de Múnich y continuó con la región lituana de Memel. El siguiente objetivo del Führer era el Danzig, un corredor que daba paso al mar a Polonia a través de Alemania.
El ejército alemán emprendió en Polonia la táctica de guerra relámpago —Blitzkrieg—, ataques rápidos y coordinados de la infantería y las fuerzas móviles respaldados por la artillería. En Varsovia intentaron aplicar esta fórmula, que hasta la fecha les estaba dando tan buenos resultados, pero fracasaron en su primer intento. La falta de efectivos y de suministros hizo que al final Varsovia capitulara antes los panzer alemanes.
En Varsovia se produjo el primer levantamiento civil contra los nazis, llevado a cabo por el Armia Krajowa —el ejército secreto polaco— liderado por el héroe nacional Witold Pilecki. Entre el 1 de agosto y el 2 de octubre de 1944 tuvo lugar el denominado como Alzamiento de Varsovia. Otra vez, los polacos echaron en falta el apoyo de sus aliados. Dos meses después de comenzar el asedio alemán, la capital polaca volvió a caer en sus manos.
¿Cuándo invadió la Unión Soviética Polonia?
Después de la invasión nazi, el resto del territorio de Polonia fue ocupado por la Unión Soviética el 17 de septiembre de 1939. Sin apoyo directo del resto de potencias europeas, quedaron a merced de las fuerzas germanas y rusas. Un mes antes, el 23 de agosto, se había firmado el pacto de no agresión germano-soviético —conocido como de Ribbentrop-Mólotov, los apellidos de los ministros de exteriores de estos dos países—, y Polonia fue la primera víctima de este acuerdo. El tratado estipulaba que ambas naciones no entrarían en conflicto y también sentaba las bases para la invasión de Polonia, que quedaba marcada como un área de influencia para los dos potencias. Alemania reconocía también como zonas de interés de Rusia los siguientes países: Finlandia, Estonia y Letonia.
La excusa de la Unión soviética para su operación militar fue la necesidad de proteger a los ciudadanos de Bielorrusia y Ucrania. El resultado de la invasión soviética fue devastador: hasta 250.000 soldados de Polonia fueron hechos prisioneros, 13 millones de polacos pasaron a ser ciudadanos soviéticos y hubo 300.000 deportados a Siberia. La élite del ejército polaco fue ejecutada en la conocida como Matanza de Katyn: la policía política de Stalin asesinó a sangre fría a 22.000 militares con un tiro en la nuca.
Otras efemérides históricas del 28 de septiembre
El 28 de septiembre de 351 Constancio II derrota a Magnencio en la batalla de Mursa Major. La caballería pesada acaba con los legionarios en Croacia.
El 28 de septiembre de 1542 el navegante portugués João Rodrigues Cabrilho llega a la costa de la actual California, a San Diego.
El 28 de septiembre de 1961 un golpe militar en Damasco acaba con la República Árabe Unida (la unión entre Egipto y Siria).
El 28 de septiembre de 1868 la reina Isabel II tiene que huir de España después de la Batalla del puente de Alcolea.
Quien comandó el levantamiento en el guetto de Varsovia fue Mordejai Anilevich, de sólo 22 años de edad.
A diferencia de lo que ocurría en Alemania antes del nazismo (donde los judíos llegaban a ocupar prominentes puestos en universidades y todos los ámbitos de la cultura), en Polonia – mucho antes del nazismo-, la segregación era un hecho consumado y aceptado: los judíos vivían en aldeas («shtetl» – «El violinista en el tejado» es un musical que transcurre precisamente en un «shtetl», y muestra cómo se vivía allí), y no accedían a la universidad (o había un cupo ínfimo para ellos). – Para entender la vida en Polonia en el siglo diecinueve… nada como leer al Premio Nobel (1978) Issac Bashevis Singer: «La casa de Jampol» – y su continuación: «Los herederos», novelas publicadas originalmente en fascículos en un diario yiddish de New York).