Elegir “Aspereza” como título para una historia implica aceptar desde el principio el reto de saber que uno va a iniciar un viaje difícil al corazón de las palabras; que no solo va a contar, sino también a intentar definir los sentimientos. Los escritores en general tienen casi siempre el sano desafío de planteárselo; las mujeres escritoras, el peso secular de llevarlo a cabo.
Cristina Redondo Alonso ha escogido con esta novela el camino más difícil, y lo ha hecho con humildad y lucidez viajando al territorio de los sentimientos expresados con una minuciosidad de relojero en un ejercicio hermoso de liberación de un caudal léxico muy íntimo; muy de soledad de mujer inteligente.
A través de ese caudal, íntimo y hermoso, se nos explica la aventura universal de la relación del ser humano con sus semejantes en el marco de un tiempo y un lugar que entre todos hemos vuelto absurdamente complicado.
Aspereza es la historia de una mujer cuya rebeldía la obliga a manejarse en los extremos de todas sus relaciones. También es la historia de una huida, la de Olivia, su protagonista, que al rechazar su pasado se condena a la mayor de las osadías; la de ser libre pagando, eso sí, todos los precios posibles:
«Siento cómo destrozo todo cuanto tengo alrededor porque no me importa nada, y tengo tanto miedo, mamá, tanto miedo de que la soledad acabe por ser mi collar de perro, que me quedo detenida como una estatua, en el centro de todo, como tú misma decías que no se debe estar nunca. Detenida».
Su autora, Cristina Redondo, fundiendo sutilmente su voz con la de la propia Olivia, nos habla así de esta novela:
«Me cuesta mucho hablar de Aspereza, me vuelvo francamente torpe y no es por falta de ganas o de conocimiento sobre Olivia, sobre su madre Adela, sus hermanos, o sobre aquel convulso secreto familiar revelado con escaso acierto. Creo que esa incapacidad mía reside en que Olivia se ha contado muy bien a sí misma, sin pretensión de gustar, agradar o resultar asimilable; ha soltado sus parlamentos con la prisa y contundencia propias de quien intuye que todo tiene su final y quiere terminarse la puta tarta antes que alguien grite ¡Ahora! ¡Levántate, joder, tienes que salir de este garito antes de que se te caiga el techo encima!»
Aspereza está bellamente editada por Catedral, editorial fundada hace nada por Batallé, una mujer independiente y entusiasta que cuida mucho el detalle en cada libro.
Con un eslogan definitivo e inequívoco “Cada lectora levanta su catedral. Todos leemos para vivir más”. Esta joven editorial se posiciona con garra en este difícil mundo dejando las cosas muy claras. Desde Zenda le deseamos toda la suerte que merecen.
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Autor: Cristina Redondo Alonso. Título: Aspereza. Editorial: Catedral. Venta: Amazon y FNAC
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