Los tiempos han cambiado desde aquellos lejanos setenta cuando un joven Víctor Manuel fue censurado por el franquismo, pero el espíritu crítico del autor de «No quiero ser militar» sigue intacto y actualmente le preocupa que la sociedad «parece un sucedáneo de TikTok, que tiende a infantilizarnos».
«Con mucho cariño», según ha dicho en una entrevista con EFE, Víctor Manuel ha dedicado parte del año que está a punto de acabar a seleccionar canciones de todas sus épocas y las ha reunido en La vida en canciones, la más completa retrospectiva publicada hasta ahora, con tres CD, 59 canciones y un libro de más de 90 páginas con textos y fotografías. Mientras seleccionaba, el compositor iba recordando todas estas décadas de canciones: «Aquellos primeros años más asturianos, con «El abuelo Víctor» y «La romería»; los setenta, que empezaron y acabaron bien, con «Quiero abrazarte tanto» y «Sólo pienso en ti», pero que fueron duros por la censura; los ochenta con «La puerta de Alcalá»; los noventa con «Contamíname» y «El hijo del ferroviario»; y estos últimos tiempos marcados por Vivir para cantarlo«.
Cinco décadas de compromiso con la poesía, la música y la sociedad, que no han dinamitado su confianza en la humanidad y su esperanza en que «las cosas se recompongan», pero tampoco le impiden ver «la banalización y la frivolidad de esta sociedad de usar y tirar», una frivolidad que observa en diferentes ámbitos de la vida: en el mundo de la música, en el que «los productos de consumo rápido lo copan todo y es difícil acceder a nada más», y en la política, «donde falta liderazgo». «La gente lo quiere todo y lo quiere ahora —ha argumentado— y esa ansiedad es difícil de manejar y provoca fenómenos como el ascenso de Vox». «Vox promete cosas que no puede cumplir ni sabe cómo cumplir, y la gente las compra sin pensar, de la misma manera que en Cataluña muchos compraron que la independencia estaba a la vuelta de la esquina, cuando era irreal«, ha razonado.
A pesar de esta mirada crítica, Víctor Manuel rechaza las teorías catastrofistas y no cree que el mundo esté resbalando peligrosamente hacia el fascismo. Más bien piensa que «estamos descolocados coyunturalmente» y que «volveremos a avanzar según superemos las últimas crisis, la del 2008 y la de la covid». «Tengo confianza en las nuevas generaciones —ha afirmado—. Algunos pasan de todo, pero muchos están trabajando, estudiando y preparándose para intentar mejorar el país, como hemos hecho muchos antes».
El asturiano se siente cercano a artistas jóvenes, como Amaral, con la que ha grabado una nueva versión de «Quiero abrazarte tanto» «muy cascabelera, que le ha quitado 50 años de golpe a la canción», según su autor. La vida en canciones incluye otras 17 colaboraciones atesoradas a lo largo de su carrera, junto a una nueva con Dani Martín y una versión de «Sólo pienso en ti» que a modo de tributo interpretan conjuntamente Amaral, Andrés Suárez, Dani Martín, Iván Ferreiro, Jorge Drexler, Rozalén, Santi Balmes (de Love of Lesbian) y Sidonie. También hay colaboraciones y dúos con Raphael, Ana Belén, Joaquín Sabina, Miguel Ríos, Joan Manuel Serrat, Aute o María Dolores Pradera, pero la más emotiva es con Pablo Milanés, fallecido el pasado 22 de noviembre y con quien Víctor Manuel tenía una estrecha relación desde los años setenta.
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